3. Mi nuevo amigo... Jeon Jungkook

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—¡Realmente tienes que...! ¡tienes que estarme jodiendo, Jimin! —Hoseok gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Jimin (en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquél infortunado suceso) debido a la exagerada risa maníaca que no había cesado desde que empezó a relatarle su primera charla con Jeon Jungkook.

—¡Demonios, Jung Hoseok, deja de reírte! —exclamó, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo —, me haces sentir mucho peor.

El menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

—No creo que eso sea humanamente posible —confesó su mejor amigo, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso —. Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Jeon Jungkook es: "¿me dejas chupártela?" —las mejillas de Jimin estaban ahora en un intenso tono carmesí —solo porque quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-kookie, no tan mini, según lo que me estás contando... no te da derecho de ser un indecente. Debiste invitarle un café primero.

—¡Hoseok, ya basta! —gritó, tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Jeon Jungkook.

Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir una palabra y Jimin, en seguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.

"L-lo siento... creo que debo irme."

Fue lo único que pudo articular el de pelo morado al menor, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Jimin con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.

—Debo disculparme con él —balbuceó, aún con el rostro enterrado en la almohada.

—¿Hm? —inquirió su mejor amigo, subiéndose en la cama y quitándole la almohada del rostro —, ¿qué has dicho?

—Que debo disculparme con él. No podré vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo esa errónea impresión de mí, Hoseok —dramatizó el pelirrojo, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros —. ¡Lo traumaticé!

—Sí, eso me ha quedado bastante claro. —ironizó su amigo, rodando los ojos —, pero créeme cuando te digo que Jeon va a esta ignorándote hasta en los almuerzos. Debe estar tanto o más avergonzado que tú.

—Por eso tú me ayudarás a atraparlo. —canturreó Jimin, sonriendo exageradamente.

—Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más —analizó, llevándose los dedos a la barbilla, con una expresión pensativa.

—¡Hobi...! —lloriqueó Jimin, fingiendo llorar —, debes ayudarme... quiero disculparme con Jungkook... no puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos. Quizá si me disculpo con él podamos ser amigos y me deje... me deje... Oh, demonios, voy a tener una erección si sigo pensando en él.

—¡Ew, Jimin, eres asqueroso! —se queja Hoseok, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo —. Pero te ayudaré sólo porque tú me ayudaste a pedirle una cita a Yugyeom antes de que fuéramos novios. Te la debo.

—¡Eres el mejor amigo del mundo! —grita Jimin, lanzándose a los brazos de su mejor amigo.

—Vale, te ayudo, pero a cambio de una sola cosa —pide Hoseok, apartándose del abrazo.

Falofilia - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora