JW: El Rescate De Bumphy

05

Estacionados una calle antes de la entrada principal de la Mansión Lockwood, el grupo permanecía en un silencio cargado de tensión. Cada uno procesaba el desafío frente a ellos. Kenji, sentado al volante, se giró lentamente para mirar a los demás, esforzándose por esbozar una sonrisa tranquilizadora.

—Amigos, yo... me estoy arrepintiendo de traerlos aquí. —Su voz traicionaba el nerviosismo que intentaba ocultar.

Darius, que había estado observando el flujo constante de camiones llegando a la mansión, levantó la mirada con seriedad. —¿Por qué lo dices ahora?

Kenji señaló con un gesto sutil hacia los vehículos que estaban siendo descargados en el interior. La mercancía pesada no solo incluía a Bumphy; las siluetas proyectadas desde los camiones revelaban una diversidad inquietante de dinosaurios.

—No me di cuenta de que de verdad era serio... —Kenji tragó saliva, incapaz de mirar directamente a Darius— Hasta ahora.

Yaz, siempre rápida para hablar, no perdió tiempo en devolverlo a la realidad. — Don VIP. —Rodó los ojos y se inclinó hacia él desde su asiento trasero—. No dejaremos que vayas solo. Más te vale que dejes de dudar o yo...— Su amenaza quedó suspendida cuando Sammy le acarició el brazo suavemente, calmándola. Yaz suspiró, bajando el tono.

Kenji miró a Ben, quien estaba sentado a su lado. Ben no decía nada, pero sus ojos verdes estaban fijos en él, llenos de una mezcla de determinación, justo como en la isla. Esa mirada era suficiente para recordarle todo lo que habían enfrentado juntos. Un destello desde los camiones frente a ellos llamó la atención del grupo, creando sombras que delineaban a los dinosaurios dentro.

 
—Están dándole una descarga a todos... —murmuró Darius con los ojos fijos en la gran puerta que se abría para dejar entrar los vehículos—. Darius rápidamente comenzó a formular un plan —Podemos dividirnos. Algunos entran por el área de descarga donde están los camiones, y el resto crea una distracción en la entrada principal.

Kenji, atrapado en su propia indecisión, se quedó en silencio mientras el grupo discutía. Sus pensamientos se agrupaban, recordándole las veces que sus acciones habían puesto a los demás en peligro. Dudaba si realmente podía liderar esto, si podía enfrentarse a las consecuencias de lo que estaban a punto de hacer.

—Kenji. —La voz de Ben lo sacó de su ensoñación. No era un llamado brusco, pero sí firme. Kenji giró la cabeza y sus ojos se encontraron con los de Ben. Por un momento, la conversación en el coche pareció detenerse.

—¿Qué? —preguntó Kenji en voz baja.
—Esto no se trata de lo que pase después. Necesitamos que estés aquí, ahora. —Ben lo miró con intensidad, respondiendo como si supiera lo que estaba pensando.

Kenji suspiró profundamente, apretando el volante. Finalmente, rompió el silencio —Mi padre es socio en esto... —comenzó, con voz vacilante— Supongo que ha tenido reuniones aquí para darle seguimiento al proyecto. El resto del grupo lo miró con atención —Podemos crear la distracción por la puerta principal —Kenji tomó aire, dejando que su confianza creciera— Si menciono su nombre, probablemente me escuchen y se distraigan lo suficiente como para que los demás puedan entrar.

—Eso es riesgoso —Brooklyn levantó una ceja— Pero tiene sentido.
—Entonces es un plan —Darius asintió, mirando a todos los presentes—Kenji y yo iremos al frente. Ben, Yaz, Sammy y Brooklyn, entren por el área de descarga.
—Espera un momento—protestó Ben de inmediato, mirando a Darius y luego a Kenji—Yo voy contigo.

Kenji lo miró sorprendido—Ben, no tienes que hacerlo. Ben no desvió la mirada, y su tono dejó claro que no aceptaría un no por respuesta. Yaz abrió la boca para decir algo sarcástico, pero Sammy la pellizcó suavemente, deteniéndola.