JW: El Rescate De Bumphy

06

El sonido de los pasos resonaba en los pasillos del complejo, mientras Zia observaba a Dr. Wu, su rostro tenso, cada músculo de su cuerpo preparado para reaccionar. Había algo en la frialdad de su mirada que la inquietaba, esa indiferencia hacia el sufrimiento de las criaturas a las que sometía a sus crueles experimentos. La situación era clara, o seguía sus órdenes, o las consecuencias serían aún peores.

-Necesito las muestras- dijo Wu, su voz grave y calculadora. -Sin ellas, mi investigación no puede continuar.

No respondió de inmediato. Sus ojos recorrían el laboratorio, donde Blue, la velocirraptor, permanecía en su jaula, vulnerable, y con los ojos llenos de desconfianza. Zia había visto el sufrimiento de Blue, había sido testigo de cómo la habían tratado. No podía seguir contribuyendo a ese dolor.

-No- replicó Zia con firmeza, sus manos temblando ligeramente. -No voy a hacerlo.Tome sus propias muestras

Wu se acercó, su rostro impasible. La presión aumentaba, cada paso de él se sentía más cercano, más peligroso. -Eres demasiado idealista. El mundo no funciona así.-

La joven sintió un nudo en el estómago. Sabía que lo que estaba en juego era mucho más grande que ella misma. Sabía que si no detenía a Wu ahora, las consecuencias serían catastróficas. Pero no podía dar su consentimiento, no iba a causarle más daño a Blue.

En ese momento, Franklin intervino, la ansiedad clara en sus ojos. Con una jeringa en la mano, se acercó a Wu de manera furtiva. Sin pensarlo, Franklin clavó la aguja en el cuello de Wu. El científico titubeó, su rostro se transformó en sorpresa y confusión. En cuestión de segundos, el sedante hizo efecto, y Wu cayó al suelo, inconsciente.

Zia miró a Franklin con una mezcla de alivio y horror. El sonido de Wu cayendo al suelo resonó en el silencio del laboratorio, pero no había tiempo para celebrar. -¡Vámonos!- gritó Zia, tomando rápidamente la mano de Franklin. Iban a salir de la habitación, cuando se toparon con dos guardias armados. Las armas fueron levantadas con rapidez, apuntandoles.

Con un rápido movimiento, se acercó a la jaula de Blue, la puerta metálica que la mantenía cautiva.

Blue, al principio desconcertada, reaccionó al instante. Su mirada feroz se encontró con la de Zia, y la liberación fue como un destello de furia. La velocirraptor no necesitó más que un parpadeo para darse cuenta de la amenaza.

Con un rugido lleno de furia, Blue saltó hacia los guardias. Los hombres no tuvieron tiempo de reaccionar. Uno de ellos cayó de inmediato, lanzado contra las paredes por la fuerza de la criatura. El otro, tambaleándose, intentó disparar, pero Blue, ágil y veloz, lo desarmó con un movimiento tan rápido como mortal.

La tensión en el aire era palpable mientras Zia y Franklin miraban la escena, sabiendo que no podían perder ni un segundo más.

-¡Corre!- gritó Zia, empujando a Franklin hacia la salida del laboratorio. El caos que Blue había desatado parecía haber frenado momentáneamente la persecución, pero el tiempo se agotaba.

En ese instante, Ben irrumpió en el laboratorio. Al entrar, fue recibido por una visión aterradora de la velocirraptor, ya en libertad y rugiendo furiosa, con los guardias desarmados y el cuerpo de Wu inconsciente en el suelo. Sin embargo, lo que no esperaba era el impacto de la cola de Blue por estar atacando a los hombres.

Intentó esquivarlo, pero la cola de Blue, en un movimiento inesperado lo golpeó con toda su fuerza.Salió disparado hacia atrás, cayendo sobre una mesa que se rompió bajo su peso. El golpe fue brutal, y el dolor inmediato. Atónito y adolorido, apenas pudo reaccionar mientras veía a la chica, quien no podía detenerse a ayudarlo.