El lenguaje de una rosa

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Damiano

Haberme visto ayer con el vizconde fue un gran encuentro,pero que él mismo diga que sus dibujos son feos cuando son lo más hermoso que he visto en mi vida para mi eso era un pecado y de los gordos.

Literalmente dibuja demasiado bien,el color negro de cada trazado era espectacular,tal vez el vizconde debería de enseñarme un poco acerca de dibujo,porque yo ni un dibujo de muñeco de palo se hacer sin que se me mueva la mano,tal vez no era lo que él esperaba,pero no estaba para nada feo,era un precioso dibujo en mi opinión.

¿Y a ustedes queridos lectores?

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Miraba el plato de comida que tenía frente a mi agachando la cabeza,evitando ver a mi tía Aurora,la cual me estaba mirando de reojo de vez en cuando.

-Así que... Te juntas con el hijo de mi buena mejor amiga Isabella ¿No es así sobrino?

-Pues,la verdad si,aunque no digo que seamos tan amigos ya que le conozco de hace 35 días osea 5 semanas,que es un mes y 5 días.

-Si que cuentas bien de cabeza,se te da bien las matemáticas sobrino,siempre lo supe.

-Gracias tía,ojalá mis padres pudieran haber llegado a ver lo poco que me cuestan las matemáticas.

-Estarían muy orgullosos de ti,porque yo lo estoy sobrino.

La mención de mis padres siempre tenía un efecto silencioso en mí,eso hacía que me hacía desear tanto su presencia como su aprobación.

-Gracias, tía –dije–Aunque siento que siempre lo he hecho más para mí que para ellos.

Mi tia dejó su tenedor sobre el plato con un leve "clink" y me miró fijamente,esta vez sin reojo,como si quisiera atravesar mis pensamientos.

-Son palabras muy maduras, sobrino. Pero... sabes que ellos te siguen viendo ¿no? En cada cosa que haces,en cada pequeño logro no estarían orgullosos sólo por las matemáticas,estarían orgullosos porque has crecido con un buen corazón.

Sentí un nudo en la garganta, pero intenté disimularlo bebiendo un sorbo de agua. Hablar con ella siempre tenía esta particularidad,podía tocar las fibras más sensibles con una facilidad abrumadora,pero también con una sinceridad que te hacía agradecerlo aunque doliera.

-Bueno, tía –respondí intentando cambiar el tono pero por alguna extraña razón  mi voz salió algo temblorosa–El hijo de Isabella no parece malo,tiene algo extraño pero... creo que es buena persona.

Mi tía Aurora sonrió levemente, casi como si supiera algo que yo no.

-Tal vez ese algo extraño sea lo que necesitas en tu vida ahora mismo a veces,quienes llegan a nosotros con algo que no comprendemos del todo son quienes más tienen que enseñarnos.

Sabes,Damiano,me encanta cómo te llevas con el vizconde es interesante ver cómo se entienden sin decir una palabra a veces,las amistades que empiezan así... terminan siendo algo más ¿verdad?

Eso hizo que me callara unos segundos para luego decir.

-No se de que me hablas.

-Ambos sabemos que no es como estás diciendo.

-El vizconde y yo somos amigos ya está,no hay nada de por medio somos y vamos a ser amigos y ya está,no pasará nada más o algo que te tenga que ver con lo que sea que estés insinuando tia.

-Ah, claro,sobrino,amigos no te preocupes, no estoy insinuando nada... solo que me llamó la atención lo bien que se llevan, eso es todo-Me dijo-Lo importante es que tú estés feliz, eso es lo único que me importa.

Pasión bajo la mascara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora