Juntos

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El rubio temblaba, las secuelas de la droga sí que habían sido muy fuertes. No podía ni con él mismo Y eso lo ponía ansioso.

《mi celular. ¿Dónde está? 》

El Moreno se apoyó en el marco de la puerta, mientras pensaba en su móvil, lo necesitaba para pedir un auto o llamar... Pedir auxilio y gritar era lo que necesitaba, pero. No tenía ni idea en que parte de la casa estaba. El lugar era enorme... Demasiado. El de ojos verdes tomo el pomo de la puerta como si este pesara cientos y cientos de toneladas y arrastro la pesada puerta de madera hasta cerrarla. Se dio cuenta que el lugar se cerraba por fuera y con la llave que estaba colgando en la cerradura le dio vuelta sin pensarlo. Dejando escapar un largo suspiro de alivio.

《vamos Colombia... vamos, sacúdete》

El Moreno palmeo sus mejillas buscando despertar su adormilado cuerpo. No se podía negar el esfuerzo sobrehumano que había hecho para liberarse de su captor. Parece que agoto todas sus baterías, pero no podía descansar ahora, no hasta que pueda salir de este infierno.

Dio un paso hacia delante saliendo de ese pasillo y no había ni un solo rincón de ahí que pudiera reconocer, pero si un teléfono fijo. Casi de prisa y torpemente se acercó a la mesa donde estaba puesto su esperanza, pero sus ojos se oscurecieron de inmediato al notar que el cable había sido cortado.

《Lo sabía, muy bueno para ser verdad》

Pensó con decepción mientras retrocedía y miraba hacia todos lados, en busca de algo que sea de ayuda.

Camino y camino hasta notar en la planta de arriba un cuarto abierto, entro con prisa, y vio que era el de Croacia. Al momento de visualizar ese lugar sintió que se le hacía un nudo muy pesado en su garganta.

Había fotos de él colgadas en la pared, fotos donde estaba dormido, en el baño o inclusive estudiando, había un tablero con su horario. Todo lo que hacía; desde el momento que se acostaba hasta el instante en que se levantaba. Estaba ahí. Junto a los planos de su apartamento. Algunos de sus interiores estaban doblados en el escritorio junto a pequeñas cosas que había perdido hace tiempo.

Colombia se sentía tan pequeño en ese cuarto, y se le fue el alma al ver su celular hecho añicos en el piso.

Noto que ese cuarto era donde estaba la caja del internet y al parecer era la única habitación donde Croacia redirigió la señal. Puesto que los teléfonos fijos que se encontró e inclusive la televisión no tenía señal.

Tambaleándose se acercó al computador, pero quedo frio al sentir un clic detrás de él. Dejo de respirar por varios segundos queriendo desaparecer en el aire y por el rabillo del ojo noto a la mucama sostener un pequeño revolver y Colombia quería morirse.

Se le escapo ese pequeño detalle. No se acordaba de la mucama, pensó que estaba solo y fue tan descuidado y no trajo nada para defenderse. Su cuerpo se hizo suave ante el miedo y su cabeza daba vueltas por el desespero de no saber qué hacer.

Sintió los pasos de la mujer venir hacia él, ella le apuntaba y el moreno se vio segado por su instintito de supervivencia que no pudo evitar hacer algo imprudente.

Respiro Hondo y con rabia se dio vuelta haciendo que la mujer intentara disparar, pero antes de que pudiera hacerlo Colombia tomo su brazo e hizo que disparara al techo. Su corazón se aceleró al ver que aquella señora no iba a dudar ni un segundo en matarlo.

La mujer frunció el ceño y empezó a forcejear haciendo que varios tiros se escaparan al azar. Colombia estaba temblando. Le dolía lastimar a una mujer mayor, pero esa señora quería acabar con él así que no se permitió tener piedad y estrujo los brazos flácidos de aquella dama haciendo que gritara. Ella intento patearlo, pero él la empujo haciendo que esta perdiera el equilibrio y callera al piso de manera instantánea.

ꨄ︎❣︎𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧❣︎ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora