Las aves volaron despavoridas por todos lados.
Disparo.
Lo hizo.
Colombia soltó un suspiro lleno de pesadez, finalizo su pesadilla. La sangre en su rostro se hacía nada y bajaba por la lluvia.
Ahora Croacia estaba muerto y ver el cadáver le daba asco a Colombia y no pudo evitar vomitar. Soltó la escopeta y a pasos débiles por su pie que seguramente este ahora roto, salió del bosque, escuchando sirenas venir por él.
Era FBI quien con su equipo empezó a cercar la casa y están a punto de ingresar al bosque para buscar de donde había venido el disparo temiendo lo peor.
Unos paramédicos que sacaban a la mucama en una camilla llamaron su atención y rápidamente al ver que todo había acabado se desmayó.
Escucho los gritos de FBI llamar por él, pero eran borrosos, todo perdió el sentido.
Pero ya había acabado.
「」
Los finales felices nunca son tan felices.
Los padres de Croacia intentaron encubrir todo, pero las influencias del difunto india fueron más fuertes y cayeron por completo. Su preciado hijo termino siendo tachado por lo que ellos más temían.
Como un monstruo.
La historia se difundió como humo por todos lados.
Había fotos inéditas de Colombia saliendo en una camilla de la finca de croata y de los cuerpos. Y sus hermanos casi se mueren al enterarse de lo que había pasado tuvieron que agarrarse fuerte para que no les diera un ataque.
Sus amigos lloraron por él, pero no se les permitió irlo a ver. Lo que hizo que lloraran aun mas.
De manera inmediata Colombia entro al programa de protección de victimas y lo remuneraron de buena manera.
Pero tras despertar después de 4 semanas estar inconsciente y ver a sus hermanos abalanzársele encima supo que por fin ya no había nada que temer.
「」
Él y sus hermanos fueron sacados de la ciudad y ahora tenía otra identidad, era feliz. Hasta donde su trauma se lo permitía. No tenía celular ni redes, vivía con sus hermanos y tras 2 años de reposo se graduó en otra preparatoria.
Ahora después de 6 años y con más de 20 años de edad, vivía tranquilo siendo dueño de una pequeña cafetería. Había renunciado a ser doctor, pues ver sangre lo hacía temblar y en un principio no podía relacionarse con nadie.
En su familia estaba sumamente prohibido hablar sobre lo que paso y aun el moreno seguía yendo a terapia pues los días lluviosos lo hacía entrar en pánico. Extrañaba a sus amigos, pero solo pensar en ellos, recordaba todo lo que había vivido y se llenaba de ansiedad.
Asi que sabia que aun no estaba listo para verlos.
La campana del local sonó distrayéndolo de sus pensamientos, dejo de limpiar la mesa y se metió el paño en el delantal y con una voz amable habló mientras sostenía el jarrón que era el centro de mesa.
—Bienvenido — Alzo su rostro para mirar a su cliente y dejo caer el jarrón de inmediato al ver esos ojos jades mirarlo y dejo escapar un suspiro lleno de terror
—Cuanto tiempo... Colombia — dijo el hombre mientras sonreía y tomaba asiento en la mesa que el cafetero estaba limpiando y tomaba la carta que habia ahi. Observando el menú mostro un rostro orgulloso.
A Colombia se le detuvo el mundo y pudo sentir las gotas de lluvia en su cabeza mientras el rostro de Dinamarca lo miraba como si nada.
—Dame un capuchino y un momento contigo. Ha pasado mucho ¿no crees? —
「FIN」
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ꨄ︎❣︎𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧❣︎ꨄ︎
Fanfiction【No se normaliza ninguna conducta presente en esta historia 】 Colombia es un buen chico, solo estuvo presente en el corazon y en la cabeza del tipo equivocado. Nadie podría sospechar lo que estaba por venirle encima... nisiquiera el mismo.