Pasado...
Estoy en la sala, jugando con mi hermoso gato albino, Shiroi. Lo adoptamos hace unos meses y, para mí, es el único amigo que he tenido. Mis padres me educan en casa, lo que me ha mantenido alejada del mundo exterior y de la posibilidad de hacer amigos. Sin embargo, comprendo las razones detrás de esta decisión y las acepto con resignación.
Mientras seguimos jugando, mis padres entran en la sala con sonrisas reconfortantes en sus rostros, iluminando el ambiente con su calidez.
-Princesa, mañana vendrá All For One con su hijo adoptivo -anunció mi papá, mirándome con una expresión de curiosidad.
-lo miré confundida-. ¿Hijo adoptivo?
-mi madre sonrió levemente-. Hace unos días nos contó que encontró a un niño perdido en la calle y decidió adoptarlo. Dijo que también está solo, sin amigos, así que pensamos que sería una buena idea presentártelos mañana. Podrían hacerse amigos.
-no pude contener la alegría al escuchar eso-. ¡Yeiii! ¡Por fin tendré un amigo! -grité, saltando de felicidad y levantándome del suelo para abrazar a mis padres.
Mi madre es una gran amiga de All For One, el villano más temido de todo Japón. Lo conozco desde siempre; nunca tuvo hijos, así que me parece genial que haya decidido adoptar a uno para que yo pueda tener compañía.
Al día siguiente
Estoy llena de emoción por conocer al niño del que me hablaron mis padres. Ellos me llamaron desde la sala principal, y sin dudarlo, fui a su encuentro. Al llegar, vi a mi tío All For One con una cálida sonrisa y, detrás de él, un niño que supuse era su hijo adoptivo.
-Junko, acércate, hija -me dijo mi madre con una mirada amable. Con un poco de timidez, me acerqué y me quedé entre mis padres.
-All For One me miró con una expresión serena-. Hola, querida Junko.
-le devolví la sonrisa-. Hola, tío.
-Linda Junko, te presento a Tomura. Tomura, ella es Junko, de quien te hablé hace unos días. Salúdala -animó a Tomura a salir de su "escondite", pero él permaneció en silencio y escondido-. Lo siento, es tímido.
Decidí acercarme un poco más, tratando de no invadir su espacio.
-¡Hola, Tomura-kun! Un gusto conocerte -le dije con una amplia sonrisa, intentando transmitirle confianza.
El niño se acerca un poco, y puedo verlo con más claridad. Su cabello desordenado, de un azul grisáceo, presenta diferentes longitudes, mientras que su piel pálida resalta la fragilidad de su figura. Tiene los labios agrietados, adornados con una pequeña cicatriz y un diminuto lunar justo debajo de ellos. Al fijarme en su cuello, noto que está muy rasguñado; parece que se lo ha estado rascando con frecuencia.
-H-hola, Junko-chan... Un gusto... -me saluda con timidez.
-¿Quieres ser mi amigo? -pregunto con esperanza.
-una ligera sonrisa se dibuja en sus labios secos-. M-me gustaría mucho.
-mi papá coloca una mano sobre mi hombro-. Vayan a jugar a tu habitación, princesa.
-asentí con la cabeza-. Vamos, Tomura-kun -dije, tomando su mano y guiándolo hacia mi habitación.
Tomura y yo jugábamos y conversábamos sobre un sinfín de cosas, y en solo unas horas nos convertimos en grandes amigos. Para mí, él es como un hermanito menor, ya que es dos años más joven que yo.

ESTÁS LEYENDO
La venganza es de color Rojo
Science FictionJunko, una joven de un pasado oscuro y un futuro inesperado. Su corazón está lleno de odio y furia, contra aquellos que la dañaron... Pero tiene un objetivo en la cabeza, a ése héroe. Su vida estuvo llena de dolor y sufrimiento, pero eso sólo la hac...