Llegada

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Llegue a clase corriendo, otra vez llegaba tarde.
Me senté en mi lugar, bueno, en el de al lado, era el segundo día de clase y no me acordaba de donde me sentaba.

-Ey-Levanté la cabeza, viendo a una chica desconocida que me estaba mirando con mala cara.

-¿Qué pasa?-Le pregunté yo amablemente.

-Estás en mi sitio.

Miré el nombre que habia colgado en la mesa, (una actividad que nos hacían hacer el primer dia para saber de quien eran los sitios, según yo una tontería), y efectivamente, no ponía Dalia.

-Perdona, me he equivocado de sitio, emm...-Volví a mirar el cartel para ver su nombre-.

-Ruby, ahora, hazme el favor de quitarte, gracias.

-Claro, sí sí, perdón Ruby.-Dije apresurándome a levantarme del asiento, con bastante vergüenza por haberme equivocado de sitio.

La chica no dijó nada más, simplemente se sentó y dejo sus cosas a un lado. Yo me senté, esta vez sí, en el sitio que ponía Dalia, a su lado.
Aproveché para mirarla de reojo mientras sacaba mis cosas, tenía un cabello morado precioso, y unos ojos verdes claros como las plantas; tenía un estilo curioso, unos pantalones baggy negros, un top blanco y una jaqueta bastante amplia también negra, también llevaba muchos accesorios, un collar dorado que resaltaba, una cadena de cinturón y unos pendientes que cada uno era un clip.
Si me preguntan en que me fijé más, diría que en su septum y en sus snake bites, que creo no haberlo dicho, pero la chica llevaba esos dos piercing, que en mi opinión, le quedaban increíblemente bien.

Pasó la clase y fui a preguntarle a mis dos amigos, Lucas y Katia, sobre esa chica.

-Hola, ¿esa chica vino ayer?-Dije interrumpiendo un poco su conversación sin querer y sin disimular mi interés en saber sobre ella-.
-Buenos días a ti también Lia, y no, no vino, creo que repitió curso, no me suena de nada.

-A mi tampoco, pero es guapa, aunque un poco rarita la verdad, pero suelen ser las mejores, así que me callo, ¿porque el interés en ella?

-Por nada, se sienta a mi lado y quería saber algo sobre ella, parece buena persona.

Seguimos hablando sobre cosas, tonterías y más tontería, y así pasaron las clases, sin hablar con la chica y hablando con Katia y Lucas, hasta que sonó el timbre y todos nos dirigimos a casa.

La chica de cabello violetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora