HERMOSA LOCURA. ✧ FREENBECKY

6.

"Wow" Noey murmuró: "Esa sí que es una casa."

Becky no podía dejar de asentir con la cabeza, mirando el edificio de tres pisos de ladrillo rojo en frente de ella.

"Esta también un jardín delantero. ¿Estamos seguras de que es sólo una maestra suplente? Quiero decir... ¿la pagan tan bien?" Becky se encogió de hombros, mirando cada detalle. Vio las plantas muertas y se rió en voz baja. Sí, no había duda necesidaba de un poco de pulido.

"Está bien." ella dijo, abriendo la puerta: "Gracias por el paseo."

"Becca..." Noey la miró poniendo su mano en su hombro.

Becky respiró hondo y salió: "Yo sólo estoy aquí para hacer un poco de dinero. Eso es todo." le aseguró a su amiga, antes de cerrar la puerta del carro y encaminarse por el pasillo de la casa de su profesora.

La puerta se abrió, un gran par de gafas y la sonrisa más hermosa que había visto en su vida, la recibieron.

"Buenas tardes." saludó con educación.

"Buenas tardes, Becky. Entra."

Dio unos pasos y una sonrisa salió espontáneamente: "Usted tiene una bonita casa."

La profesora Sarocha estaba a su lado: "Gracias, ¿Ya almorzaste?"

"Sí, sí, yo comí."

La profesora Sarocha parecía satisfecha con la respuesta y la llevó dentro de la casa, por el pasillo, abriendo la puerta que había debajo de las escaleras: "Aquí debes encontrar todo lo que necesitas."

Becky la miró con incertidumbre: "Antes de empezar, me gustaría aclarar que no se hacer de todo, todo lo que he aprendido es solo porque mi casa es una especie de..." No digas choza, no digas casucha. Se aclaró la garganta: "Quiero decir... A veces tenia que llamar a alguien para arreglar algo que era demasiado para mi conocimiento, así que..."

La profesora Sarocha asintió: "Oh, sí, sí, por supuesto." ella sintió que sus mejillas se sonrojaban.

La profesora Sarocha sonrió, Becky asintió con la cabeza y se inclinó para ver el sótano.

Encontró un taladro, destornillador y unos alicates.

"¿Has encontrado algo útil?"

"Sí... bueno en realidad no, pero depende de lo que usted necesite que haga."

"No sé, ¿la cantidad de dinero que necesitas en este momento?" Becky no esperaba una pregunta tan directa.

"Yo-yo-yo ... bueno, necesito al menos sesenta dólares"

La profesora Sarocha asintió: "Podrías comenzar con el jardin"

Becky sonrió: "Si, está bien, déjeme echar un vistazo."

Una vez fuera, se rascó la cabeza.

Dios, era un desastre.

La profesora Sarocha interceptó su expresión: "¿Es tan malo?"

Becky negó con la cabeza, "No... no." pero ella levantó una ceja y Becky se echó a reír: "Bueno, sí. Lo es. Pero no es nada irreparable, no se preocupe. Cuando..." ella tragó en seco: "Cuando yo estaba con mis padres ayudaba a mi madre con su pequeño jardín, sus plantas, moverlas de lugar y... cosas de ese estilo. Así que yo diría que sólo hay un problema aquí... las malas hierbas".

La profesora Sarocha asintió.

"Me gustaría empezar si no le importa, no sé cuánto tiempo me llevará y a las seis tengo que estar lista para el trabajo."