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La tarde caía lentamente sobre la ciudad, y Gojo Satoru caminaba sin prisa, con sus ojos escondidos por esos lentes mantenía fija en el horizonte. En sus manos, sostenía con cuidado un ramo de flores azules, como si fueran frágiles, como si el más mínimo descuido pudiera hacer que se desvanecieran. Las flores, raras y misteriosas, eran perfectas para ella... Ichika Yuhi.

Ichika era un enigma para muchos. Su belleza no era deslumbrante a primera vista, pero quien se detenía a observarla con atención encontraba en su presencia algo tan magnético como sereno. Su risa tenía el poder de iluminar las tardes más grises, y sus ojos, profundos y serenos, parecían esconder secretos que solo el tiempo podría desvelar, sus pecas pequeñas salpicadas por sus mejillas. Pero Gojo sabía que bajo esa apariencia distante, detrás de la calma que ella proyectaba, se encontraba un corazón lleno de emociones, de sueños que solo esperaba ser compartidos con alguien que entendiera su busca de calma entre el estrés de ser hechicera.

Gojo Satoru, sabía que tenía que ser él. No importaba que el amor entre ellos pareciera irreal, o que sus propios sentimientos siempre se hubieran visto envueltos en la duda. Hoy, por fin, había decidido actuar.

Las flores azules, que había encontrado en un rincón olvidado de un mercado, simbolizaban lo que él sentía: un amor tan profundo y sincero que, aunque parecía inalcanzable, siempre había estado esperando el momento adecuado para florecer. Eran un símbolo de lo que él quería ofrecerle: algo genuino, algo único, algo que ella no esperaría de alguien como él.

Al llegar al parque donde sabía que Ichika pasaba sus tardes, Gojo se detuvo por un momento. El viento jugueteaba con su cabello blanco, y por un segundo, la certeza de su decisión lo invadió completamente. No necesitaba grandes gestos ni palabras perfectas; solo necesitaba ser honesto.

Se acercó a la orilla del lago, donde Ichika estaba sentada, mirando las aguas tranquilas como si las respuestas al universo se hallaran en su reflejo. Su presencia era calmante, como el susurro de un río que fluye en silencio.

Con el ramo de flores en mano, Gojo respiró hondo. Sabía que este momento cambiaría todo entre ellos, aunque no sabía si para bien o para mal. Pero una cosa era cierta: su amor por Ichika no podría seguir oculto. Ya no podía seguir en silencio.

"Ichika", murmuró su nombre en voz baja, como una súplica y una promesa a la vez.

Era el comienzo de algo nuevo. Algo que, tal vez, solo las flores azules podrían comprender...

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✦𝗕𝗹𝘂𝗲 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿𝘀.✦   𝖲𝖺𝗍𝗈𝗋𝗎 𝖦𝗈𝗃𝗈•𝖥𝖾𝗆!𝖱𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora