Un día como ningún otro Timba, se encontró una carta de amor en su casillero, la primera de muchas.
Cada día al llegar a clases, se encontraba una carta nueva.
Al principio pensó que solo se habían confundido, pero aun así la leyó, al leerla se dio...
Cierto chico Azabache se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, mientras sostenía un vaso de Café en su mano derecha del cual había estado tomando segundos antes de entrar.
Trollino caminaba por los pasillos en silencio, mientras regresaba con una sonrisa los saludos que le hacían sus amigos y alguna que otra persona que había visto 4 o 5 veces en todo el tiempo que llevaba estudiando ahí.
Camino hasta entrar a un pasillo donde ya no había nadie, por fin liberandose de aquel rostro sonriente y regresando a su rostro serio de todos los dias.
Camino unos pocos minutos más, hasta llegar al pasillo donde se encuentra su casillero y los de algunos de sus amigos, encontrándose con timba al caminar unos pasos más.
-Hola, Timba buenos dias- Saludo Trollino con una sonrisa
-Hola, Trolli buenos dias- Le regreso la sonrisa mientras abría su casillero
-Oye, timba-
-¿Que pasa, Trolli?-
-¿Te puedo preguntar algo?- Pregunto mientras bebía de su café
-Claro, ¿Que pasa, Trolli?- Pregunto el PeliAzul volteando a verlo
-¿A quien has descartado?-
-Siendo sincero aún no descartó a nadie- Coloco su mano en su nuca -Claro, solo están descartados los de antes, de ahí fuera a nadie-
-Mmm- Coloco su mano en el hombro de Timba -Deberias ir descartando gente para poder ir averiguando quien es ¿No crees?-
-Cierto- Asintió algunas veces con la cabeza -¿Te parece si descartó gente después de leer la carta?- Ladeo un poco la cabeza mientras sacaba la carta
-Claro, está bien- Sonrió -Por cierto, te ves muy bien-
-Gracias, aunque yo siempre me veo bien- Sonrió él PeliAzul
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Si, yo entiendo eso y lo sé muy bien- Se rio un poco -Pero enserio te ves bastante bien con la sudadera que te regaló, aquella personita de las cartas- Observo a Timba de arriba abajo, viendo lo bien que se veía -Si, te soy sincero no pensé que la fueras a usar-
-De hecho...- Se quedó callado unos pocos segundos -.... Yo tampoco pensaba ponermela, Pero quedaba bien con lo que me iba a poner, así que ñe- Sonrió mientras se acomodaba un poco la sudadera -Ademas es muy suave-
–No lo dudo, queda bastante bien– Sonrió mientras se acomodaba un poco el cabello –De hecho, siendo sincero pensé que se la darías a Sparta o la tendrías guardada–
–Si te soy sincero, Nunca me pasó por la mente hacer eso– Coloco una de sus manos detrás de su nuca –De hecho desde que la vi, me gustó mucho, Pero no sabría si alguna vez la usaría, es todo–