~💌💛Cartas para un PeliAzul💙💌~ •//Riumba//•

Epílogo

La casa del PeliAzul se encontraba en un enorme silencio, parecía vacía, Pero no lo estaba.

Timba se encontraba sentado en el escritorio de su habitación, dando pequeños golpes con el borrador de su lápiz contra algunas hojas de papel que se encontraban sobre su escritorio

–Se que dije que jamás volvería a hacer esto, Pero tengo que hacerlo– Tomo el lápiz de manera adecuada –Necesito, hacerlo, encerio lo necesito– Susurro para si mismo

[....]

Hola Rius, ¿Cómo está mi pollito?

Nose si vayas a leer esto, no sé siquiera si alguna vez me atreba a dártela o mínimo a decírtelo escrito aquí.

Se que en aquella primera carta que te escribe hace demasiado tiempo, te dije que jamás volvería a escribir algo de este tipo, ya que no soy bueno para expresar mis sentimientos, correctamente y si lo hago, lo hago de una manera muy incorrecta o que mínimo así lo toma todo el mundo.

Ya que jamás me he sabido expresar, ya que soy muy brusco a la hora de expresarme, no soy romántico como debería serlo y en eso me he equivocado tanto.

Se que soy despistado, tardado, tonto, imbécil, entre mucho más, ya que no me puede dar cuenta de que eras tú, las pistas eran tan obvias y yo tan ciego, para no darme cuenta, que aquella persona que me había enamorado con palabras plasmadas en pequeños trozos de papel, estaba más cerca de lo que creía y que lo había lastimado tanto.

Y antes de siquiera darme cuenta de que tú eras aquel chico que amaba, justo aquel día que me ibas a decir todo, este idiota te lastimo, te rompió tu delicado corazón, que solo buscaba el amor de una persona tan idiota como yo....

Se que ya ha pasado tiempo de lo sucedido aquella vez, ha pasado mucho tiempo, y aún así me siento culpable por todo lo sucedido.

No supe explicarme bien y lastime tu corazón, aquel que pusiste en mis manos para que yo cuidara.... Y termine rompiendo de la peor manera posible.

Te corte aquellas alas que yo sin darme cuenta ayude a hacer que te llevarán tan lejos, tan alto y que yo corte dejándote caer en picada hacia el suelo, sin siquiera atraparte, y cuando Quise atraparte, ya era tarde... Te deje caer en los brazos de alguien.

Te deje caer en los brazos, en sus brazos.

En aquellos brazos que desde hace tiempo, te habían demostrado amor y cariño sincero, un amor sano, un amor que jamás se iría, que sería imposible eliminar.

[....]

Pequeñas lágrimas caían por las mejillas del PeliAzul que empezaron a humedecer en algunos puntos el papel.

Timba se limito simplemente a limpiar aquellas lágrimas que bajaban por sus mejillas con la manga de su sudadera, aquella sudadera que él albino le había dado hace tiempo.

Una vez que aquellas solo dejaron pequeños caminos de lágrimas secas, retomo el seguir escribiendo en aquel trozo de papel.

[....]

Después de leer aquella carta que dejaste contra mi pecho, me fui, no tarde en ir detrás de ti, en intentar alcanzarte y reparar aquel corazón que yo rompí.

Corri lo más que pude, lo más rápido que mis piernas me permitieron y cuando por fin te encontre... Ya era tarde, ya alguien más te estaba consolando.

Alguien más que se encargaría de reparar tu herido corazón, aquel que yo rompí sin cuidado alguno, Pero creeme, si tan solo yo hubiera sabido que eras tú, jamás lo habría hecho, jamás lo habría roto.