"¡Contacto!"

103 6 0
                                    

No era un día cualquiera, era su primer día en la preparatoria y también en esa ciudad; sólo eso tenía en la cabeza; tenía muchas ganas de estudiar, un nuevo inicio se decía a sí mismo, mientras se alistaba pensaba en la gente que conocería, en cómo actuar si alguien le hablaba, ¡Qué conversar!, ¡Qué hacer!... Él era de esos pocos chicos que pensaba, pensaba y pensaba.

No se percató que la noche anterior había adelantado su reloj por una hora por lo que llegó muy temprano, las aves aún no salían de sus nidos, ésta preparatoria tenía una rara combinación: la mezcla de tecnología y naturaleza, aún se sentía el rocío de las mañanas, para él era algo nuevo no había estudiado en un lugar así al menos no con esa temática.

Buscar el salón fue un caos, ¡Pero lo encontró! Se sintió emocionado, pero que sorpresa  no era el único que había llegado súper temprano, había una persona en ese salón... una chica. ¿Acaso habían cambiado de salón? Empezaba a bombardearse de preguntas, pero una cálida y poco entendible voz lo interrumpió ¿Eres nuevo? ¿Cómo te llamas? por un minuto pensó le hablaba a alguien más, pero solo eran los 2 en un salón con algo de frío, los nervios lo embargaron y salió corriendo del salón, había perdido una oportunidad, puede ser que es algo tonto pero hablar con alguien puede ser normal para todo el mundo, pero para él, hablarle a alguien era todo un proceso quizá por la poca interacción que tuvo en el colegio o porque aún tenía lo "ñoño" y "nerd" que le habían hecho creer que era.

Luego de un debate interno entre el cerebro, las neuronas y toda parte del cuerpo que te permite pensar, se llenó de valentía e ingreso al salón, allí estaba ella contemplando su entorno, con esa tierna mirada (que se perdía entre los árboles y edificios), su dulce sonrisa, su confusa voz.... UN MOMENTO, ¿voz? ¿Con quién hablaba? desde la perspectiva no se había dado cuenta que ya había un chico allí conversando con ella, ¡Admite que la culpa fue tuya! Se decía en la mente y con una primera decepción se dispuso a sentarse en la parte de atrás...

Llego la hora, el salón estaba algo lleno y se había sentado al final, entró el profesor, era algo diminuto pero por su manera de vestir se notaba que era un distinguido profesor, sus ojos se penetraron en el último chico de la clase, YO.
"Usted, el joven de gafas rojas, VENGA AQUÍ ADELANTE", Con miedo en su interior y algo de desplome en las piernas se puso adelante, sentía cada una de esas miradas cortantes, pero lo que me ponía más nervioso era cuando le miraba ella, ese ser al que no le pudo hablar, fue el camino más largo y una vez al frente empezó el interrogatorio. El letrado cuestionó: ¿Sabe porque lo traje aquí adelante?, La verdad no tenía idea del por qué, pero ya no podía quedar mal dos veces ante esos ojos que se habían clavado en él , era ella y evaluaba cada paso que daba. Solo le quedó decir: "La verdad no sé porque me trajo aquí, pero lo que si le puedo decir es que hoy es mi primer día en este lugar y por lo tanto me presentaré, soy...." La plática de mi presentación continúo por 5 minutos.

El profesor anonadado con tan rara respuesta solo dijo: " Muchas gracias por dar el preámbulo a lo que sería una buena presentación de ti, te llamé porque no me gusta que se sienten muy atrás, pero me arriesgó a decir que puedes ayudar mucho a la estudiante de intercambio así que ¡Clara! sino te molesta pido que te presentes, OMG ¡ERA ELLA! iba a presentarse, al parecer no era de aquí, era de Ruania una potencia mundial y venía a estudiar la sociabilidad de este país, el profesor se sentía orgulloso de tenerla en clase, se podía ver por su forma de tratarla, es así como nos presentamos ambos, el profesor empezó su clase y todo no había pasado de una rara coincidencia.

Era hora del receso y todos salieron a comprar y esas cosas entonces busqué un lugar adelante para entender mejor la clase, no sabía quién estaría sentada a mi costado así que me arriesgué en sentarme al lado de una mochila roja y una "panduchera" (era una cartuchera en forma de panda), ya me había calmado y me disponía a leer una obra, cuando apareció la dueña de esas cosas.

Una Nueva AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora