De nuevo en el campamento

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Willy


— ¿Ya tienes todo hijo?—dice mi madre.

—Si mamá ya te lo dije por décima que ya tengo todo—respondo algo fastidiado.

—Hijo nada más lo hago para cuando llegues o en el transcurso del camino te des cuenta que te falta algo y no hagas corajes—cruza los brazos.

—Por eso la revise y me fije detalladamente—veo mi reloj en mi muñeca—. Ya me tengo que ir que se me hace tarde—agarro mi maleta—, si no Samuel me estará molestando todo el camino por llegar tarde—me acerco a ella—.Me das la bendición antes que me vaya.

—Claro hijo eso nunca de faltar para que el señor te cuide durante todo el camino—me persigna y después un abrazo—. Cuídate mucho hijo, espero que te la pases bien como los años anteriores

—Eso siempre, adiós, mamá—le doy un beso en la mejilla—. Nos vemos en un mes y medio.

—Adiós hijo, y recuerda rezar todas las noches antes de dormir.

Salgo de mi casa y veo a Samuel. Seria ya el sexto año consecutivo que iría con él al campamento, es uno católico, al que nada más van hombres.

Y se preguntaran ¿Quién es Samuel? Bueno, es mi mejor amigo desde que mude aquí casi lo consideró mi hermano.

— ¡Hombre! Por fin llegas ya estaba pensando que este año tendría que irme solo—empieza a reírse.

—No he llegado tarde esta vez—hago un puchero.

—En marcha, entonces.

Paramos un taxi, nos subimos a él y nos lleva a la estación de trenes.

Ya estando dentro del tren, me acuerdo que no llevo mi inhalador.

—Me cago en todo—digo para mí mismo.

— ¿Que pasa compañero?— dice Samuel con una sonrisa burlona en su cara.

—Se me olvido mi inhalador.

—Hay Willy, siempre te pasa lo mismo. Deberías aprender de mí.

—Cálmate, don perfecto, te apuesto que a ti también se te olvido algo.

—No lo creo, yo siempre reviso todo minuciosamente, chiqui—se sienta a lado mío.

—Si lo que digas. Ahora déjame dormir, por favor, que será un largo viaje -agarro mi mantita verde y me acurruco.

—Pero esta vez no me vayas a babear, por favor—ríe.

—Yo no babeo, el que babea eres tu—le aviento mi almohada—ahora si déjame dormir.

—Yo no babeo, el que babea eres tu—le aviento mi almohada—ahora si déjame dormir

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Me despierto. Observo el paisaje, creo que vamos a medio camino. Veo a mi compañero dormido y se me ocurre una travesurita. Agarro un vaso de agua, se lo echo en la nuca, en cuanto el agua hace contacto con su piel se levanta

—Mierda—grita.

Trato de aguantarme la risa, pero no puedo y estallo en carcajadas— ¡Willy! ¿Por qué lo hiciste?

—Me apetecía molestar un poco.

-Con que el niño quería molestar—agarra otro vaso de agua—. A ver si opinas lo mismo—me echa el agua en la cara.

—Yo no te eche mucha, pringado—me trato de secar la cara con mi playera.

Se abre la puerta y una monja entra.

—Jóvenes, se tranquilizan o en cuanto lleguemos al campamento los castigare—dice de manera firme y fría.

—Claro, madre Diana, nos comportaremos-respondemos.

—Eso espero—sale la madre de la cabina.

—Por tu culpa, la madre Diana, nos vigilara todo el campamento—dice frunciendo el ceño.

—No lo creo, sabes que luego exagera—digo tranquilamente—.Déjame volver a dormir.

—Ok, pero la próxima que me despiertes sea delicadamente por favor.

—Lo que diga, mi majestad—hago una reverencia— ¿otra cosa?

—No, ya se puede dormir.

—Idiota—vuelvo a caer en mundo de los sueños.

— ¡Ya levántese, todos los que se quedaron dormidos!—escucho a una de las madres

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— ¡Ya levántese, todos los que se quedaron dormidos!—escucho a una de las madres.

Abro poco a poco los ojos y siento un peso en mi hombro y veo que Samuel esta recargado en mi hombro.

—Samuel quítate—grito.

—Te dije que me despertaras más delicadamente—bosteza—.Oye, ¿por qué tengo baba?

—Porque estabas recargado en mi hombro.

— ¿Cómo acabamos así?—se limpia el hombro.

—No lo sé, pero no quiero que se repita. Vaya a pensar que somos maricones y no quiero eso—agarro mi maleta.

—Si tienes razón, ni una palabra a nadie—coge su maleta—. Vámonos.

Primer capitulo wiiiii, espero que sea de su agrado

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Primer capitulo wiiiii, espero que sea de su agrado.


TAKE ME TO CHURCH ||  WIGETTA || EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora