Subí a mi cuarto asqueada por la mimada de Lindsey, mi madrastra (iug, que asco me da llamarla así), me tocaba subir todas miss maletas al cuarto por que ella se había comprado ropa y las bolsas las tenía que llevar mi padre, cómo no..
Estaba dispuesta a tirarme en mi cama cuando abrí la puerta y ví como un tiarrón se chocó contra mí.
— ¡Hey princesita, mira por donde vas!
— ¿Qué haces en mi cuarto? ¿En mi casa? ¿En mi barrio? ¿En mi ciudad?. Y lo más importante.. ¿Quien eres?
— Hey princesita relájate, soy tu hermanastro me llamo Michael, es un placer tenerte aquí.
Bien, lo que me faltaba, otro hipócrita en casa.
Enfadada cogí y deshice mis maletas. Me puse una sudadera, puto frío, puto pueblo, puto todo, ¡puto puto!
Decidí salir a dar un paseo para digerir lo que acababa de pasar.
