Headcanons & One-shots • Shadgreen

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TW: Adicciones! (Perdón si el capítulo llega a ofender a alguien de alguna manera)

Cris, en el pasado, solía estresarse demasiado al estar bajo mucha presión o críticas. Después de mucho tiempo, no aguantó más y recurrió a la primera forma que había encontrado para bajar la tensión: fumar.

Esto nunca se lo comentó a nadie porque sabía que la mayoría se enojarían con él y lo forzarían a dejarlo. Y, aunque sabía que fumar lo dañaba, no podía parar. Tener las manos temblando por la ansiedad del momento y la necesidad de tener algo entre sus dedos lo corrompían.

Nunca lo mencionó porque sabía que, al hacerlo, tendría más estrés y la adicción se volvería aún peor. Por suerte, solo recurría a ello cuando tenía demasiado estrés, más del que podía soportar sin derrumbarse.

Nunca se lo contó a nadie, hasta que Shadoune lo encontró fumando en medio de la noche, sentado en el techo mal construido de su casa, después de haber tenido un día de mierda.

No se había dado cuenta. Estaba demasiado perdido en las estrellas, en su mente y en la sensación y sabor del cigarrillo entre sus dedos. No escuchó los pequeños cohetes explotando alrededor de su casa ni el ruido de alguien cayendo sobre esta. Solo reaccionó cuando dejó de sentir el toque reconfortante del cigarro encendido en su mano.

Apartó la mirada de las estrellas y constelaciones, dirigiéndola hacia su mano, y al notar la ausencia del objeto, miró a su derecha. Ahí encontró la mirada preocupada de Shadoune, quien sostenía el cigarrillo encendido que antes estaba entre sus dedos.

Suspiró entrecortado al ver cómo el cigarro caía con fuerza al techo, para luego ser pisado rápidamente con dureza por el otro, convirtiéndolo en una pequeña mancha en la superficie. Shadoune lo pateó a un lado hasta el borde del lugar.

Cris tragó saliva mientras su mirada se encontraba con la de Shadoune. No podía descifrar con claridad qué sentía su pareja en ese momento. Había preocupación, sí, pero también algo más. Quizá decepción. Quizás disgusto. Cris desvió la vista, incapaz de sostener aquel peso que parecía clavarse en su pecho más que el humo que había estado inhalando momentos antes. 

—¿Desde cuándo? —preguntó Shadoune finalmente, su tono bajo, casi un susurro. No había un tono de desagrado en su voz, pero la calma que transmitía en su lugar le resultaba aún más inquietante. 

Cerró los ojos, dejando que el aire frío de la noche se colara por su nariz y llenara sus pulmones. Sentía que cualquier palabra que saliera de su boca sería juzgada y criticada antes de que pudiera terminar, aunque Shadoune jamás había sido de los que juzgan. 

—Hace... un par de meses —respondió al fin, su voz quebrándose un poco. Miró sus temblorosas manos, ahora más por nervios que por la ansiedad que tenía antes—. No es algo que haga siempre, solo cuando... no puedo más. 

Shadoune suspiró y se sentó despacio a su lado. Durante unos instantes, ambos se quedaron en silencio, contemplando las estrellas. Cris sentía que cada segundo era una eternidad, que la conversación seguiría y todos sus defectos caerían en cualquier momento en forma de crítica. Pero cuando Shadoune habló de nuevo, sus palabras fueron suaves. 

—Podrías haberme dicho algo —murmuró, mientras entrelazaba sus dedos con los de Cris, deteniendo sus pensamientos y calmando un poco el temblor de sus manos ante el agarre—. Sabes que estoy aquí para ti, ¿verdad? No importa qué tan mal te llegues a sentir, no tienes que cargar con todo solo. 

Cris parpadeó, sorprendido. Durante tanto tiempo había asumido que admitir sus problemas sería una catástrofe. Que Shadoune lo miraría con desprecio por ellos o lo dejaría por no poder controlarse a sí mismo. Pero esto era distinto; lo estaba apoyando y dándole un soporte antes de criticarlo. 

—No quiero que estés mal —continuó Shadoune, apretando suavemente su mano—, pero también necesito que recuerdes que eres importante para mí. Si algo te duele, si algo te incomoda... quiero ayudarte. 

Cris sintió un nudo formándose en su garganta. Todo lo que había reprimido, todo el peso que había estado cargando solo, parecía desmoronarse de golpe. Intentó hablar, pero las palabras no salieron. En su lugar, un sollozo entrecortado escapó de sus labios. 

Sin decir nada más, Shadoune lo envolvió en un abrazo, firme pero delicado, acariciando cada tanto su espalda temblorosa por el llanto. Lo sostuvo ahí, bajo las estrellas y la luna brillante, ignorando el frío de la noche y el crujir del techo bajo sus pies. 

Cris se aferró a él como si fuera el único ancla que lo mantenía a flote en alguna tranquilidad. Por primera vez en mucho tiempo, no se sentía tan solo. 

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Cigarettes out the Window • TV girl
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My girl Liddy used to always smoke
Cigarettes when she couldn't sleep
I wonder what she did when she got done
I guess she'd just flick them out in the street

Poor little Liddy, she wishes it was dark
But it's never really dark in L.A.
The light from the billboard always shines
But it changed twelve times since you went away

Cigarettes, cigarettes out the window (oh-oh)
Cigarettes, cigarettes out the window (oh-oh)

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