EFMAIE

Capítulo 74: Bañando a las crías

En realidad, Xie Yiqiao ya había notado las pequeñas maquinaciones de su propia Bola de Nieve.

Desde el momento en que decidieron criar a sus propias crías de bestias nubosas, Moros mostró una actitud muy reacia. Xie Yiqiao sabía que la raza de las bestias nubosas es conocida por ser extremadamente posesiva con sus parejas, pero Moros claramente era el mejor ejemplo de esto: ¡incluso sentía celos de sus propias crías!

Xie Yiqiao no tenía intención de consentir a esta gran Bola de Nieve, así que durante todo el camino lo ignoró a propósito. Incluso cuando él se transformó en un gran y peludo tigre blanco, Xie Yiqiao resistió la tentación de acariciarlo.

Además, había decidido dormir esa noche con las tres pequeñas crías para que Moros aprendiera su responsabilidad como padre.

Sin embargo, todos sus planes se desmoronaron al ver que en la bañera no había tres pequeñas bolas de nieve, sino cuatro.

Los ojos de Xie Yiqiao brillaron mientras observaba este grupo de pequeñas bolas. Con una más, la imagen parecía mucho más armoniosa.

Especialmente al ver que las cuatro pequeñas bocas estaban cubiertas con parches impermeables idénticos. Al imaginarse a la gran Bola de Nieve transformándose en una pequeña y luego usando sus patas para pegar el parche en su boca, Xie Yiqiao pensó que ninguna de las tres crías juntas podía competir con la habilidad de Moros para derretir corazones.

Mientras que la ternura de las crías era natural, la de la gran Bola de Nieve era un arte perfeccionado, cada movimiento diseñado para ser infaliblemente adorable.

Con el corazón derretido, Xie Yiqiao probó llamarlo:
—¿Bola de Nieve? ¿Cuál eres tú?

Las cuatro miraron hacia él con la misma expresión de desconcierto.

Así que ¿esta Bola de Nieve había decidido dejar de lado toda dignidad?

Xie Yiqiao se rió por lo bajo y tomó una al azar. Siguiendo las instrucciones que había ensayado, comenzó a lavar al pequeño, teniendo cuidado de no dejar que el agua entrara en sus orejas, evitando los ojos y cepillando suavemente el pelaje.

Mientras lavaba, se preocupó un poco de que las crías pudieran resistirse y dificultar el proceso. Pero, en realidad, cada una se quedó quieta en su palma, oliendo el aroma familiar de su mano y absorbiendo tranquilamente la energía del agua especial, mientras lo observaban con ojos curiosos.

Xie Yiqiao estaba tan encantado que deseaba poder morder suavemente a estas pequeñas criaturas, aunque temía lastimarlas. Ahora entendía perfectamente lo que significaba "tener miedo de que algo se deshaga en la boca".

Después de lavar a una, la colocaba en un extremo de la tabla flotante y tomaba a la siguiente para continuar.

Cada cría, incluida la infiltrada Bola de Nieve, era increíblemente suave y tierna, con un pelaje nuevo que hacía que Xie Yiqiao quisiera que el baño nunca terminara.

Pero cuando llegó a la cuarta, finalmente notó algo extraño.

Acercándose a examinarla, notó que el pelo alrededor de sus orejas ya estaba liso y ordenado, a diferencia del de las otras, que seguía esponjado y desordenado. Esta cría claramente ya había sido lavada.

Entonces, ¿Bola de Nieve había vuelto a deslizarse sigilosamente desde el extremo de la tabla flotante, empujando a una cría sin lavar para que tomara su lugar?

El astuto Moros estaba tan orgulloso de su ingenioso plan que no había previsto ser descubierto tan pronto.

Xie Yiqiao, con los ojos entrecerrados, levantó la mano como si fuera a darle un ligero golpe en el trasero a la pequeña Bola de Nieve impostora.

Pero el maestro del drama no se inmutó, mostrando una expresión inocente que casi hizo que Xie Yiqiao dudara.

Finalmente, decidió atar un lazo flojo alrededor de la sospechosa y se aseguró de lavar bien a las otras crías antes de terminar.

Tras tres horas de inmersión, sacó a las cuatro bolas de nieve, las secó con una toalla especial y las dejó como suaves y esponjosos bollitos.

Cuando una cría mordió su dedo y lo chupó con ansias, Xie Yiqiao apenas pudo apartarlo, acariciando su cabeza con cariño.

Entonces miró a las cuatro crías y sonrió:
—Bola de Nieve, te doy una última oportunidad. Si no confiesas... esta noche no subes a la cama.

Moros, aterrado, decidió finalmente abandonar su disfraz, transformándose de nuevo en un gran tigre para acurrucarse contra Xie Yiqiao con una mirada suplicante:
—Xiao Qiao...

Xie Yiqiao lo miró con desdén, pero no pudo evitar sonreír.

El gran tigre movió las orejas hacia arriba, emanando una burbuja de "estoy muy agraviado, no estoy contento, Xiao Qiao consuélame" desde la punta de sus orejas hasta la punta de su cola.

En realidad, Xie Yiqiao no podía resistir este tipo de táctica adorable, pero al menos mantuvo su último bastión. Señaló la pared cercana y dijo:
—Ve allá, párate sobre tus patas delanteras y reflexiona frente a la pared. ¿Tan grande y todavía celoso de tus propios cachorros?

Dicho esto, Xie Yiqiao dejó de prestarle atención y se concentró en insertar los chupetes en las bocas de los tres cachorros. Ansiosos, los tres empezaron a beber con entusiasmo de los biberones, que eran incluso más grandes que sus pequeños cuerpos.

Con la cabeza gacha y visiblemente agraviado, Moros obedeció las palabras de su esposa. Caminó hacia la pared, levantó sus patas delanteras y adoptó una postura estándar de reflexión frente a la pared. Sin embargo, la superficie era demasiado resbaladiza, y mientras reflexionaba, sus patas delanteras no pudieron evitar deslizarse hacia abajo.

Pero aunque sus patas no obedecían, él no podía desobedecer. Una vez que sus patas resbalaban hasta abajo, con paciencia volvía a levantarlas y esperaba a que comenzara una nueva ronda de deslizamiento.

Mientras atendía cuidadosamente a sus cachorros y se aseguraba de que bebieran su leche, Xie Yiqiao no olvidó observar a Moros siendo castigado. Naturalmente, lo vio todo.

Cuando los tres cachorros terminaron de beberse seis biberones completos, el poco enfado que quedaba en el corazón de Xie Yiqiao se desvaneció por completo.

Suspiró. Con un Moros tan adorable, si alguien quiere enfadarse, que lo haga, porque él ya no puede.

Por supuesto, esa noche Moros no fue dejado fuera del dormitorio. Sin embargo, antes de que pudiera alegrarse, escuchó a Xiao Qiao hacer una petición particularmente cruel:
—Moros, transfórmate en tu forma animal y acurruca a los tres pequeños en tu vientre. Si no, me preocupa aplastarlos si me doy la vuelta mientras duermo.

Moros: "..."

Y así, el privilegio de dormir abrazado a su hermosa esposa desapareció.

Con un aire de tristeza, pensó que mientras los cachorros no crecieran, él ya no tendría lugar en el corazón de Xiao Qiao.

A pesar de la ola de celos que lo invadía, Moros obedeció y se transformó en un gran tigre blanco. Acurrucó a las tres suaves y pequeñas bolitas bajo su vientre.

Moros estaba profundamente afligido. ¡Un lugar tan sagrado como su vientre estaba siendo ocupado por alguien que no fuera su esposa!

Por el contrario, Xie Yiqiao estaba emocionado, con una sonrisa que no podía ocultar en sus ojos. Abrió de nuevo la inteligencia artificial y grabó desde todos los ángulos posibles la escena adorable de un gran copo de nieve rodeando a tres pequeños copos de nieve.