Amor de último año

Capítulo 04: Se auto invito

Al haber terminado las clases, Dazai volteo a ver a Chuuya, quien se encontraba sentado a su lado; le sonrió y recargo sus brazos en la paleta del pupitre.

-¿Te parece si vamos por el café que te prometí?

-Claro que si, te sigo.

Ambos jóvenes se levantaron de sus asientos y se dirigieron a la salida principal de la institución; cuando de repente, algo desconcertó a Dazai recién dieron un solo paso fuera del colegio, pues vio a Chuuya alzando su mano para saludar de lejos a alguien, comenzó a caminar en dirección a aquel chico rubio y con un sombrero en su cabeza, no era posible, o mejor dicho si, se parecían tanto, que por supuesto que era el tal Paul, bueno, solo quería ver a su hermano unos minutos después de salir de su primer día en otro instituto, ¿verdad?

Al estar frente a frente, solo quedaba hacer lo acostumbrado al conocer a alguien.

-Buenos días, es un placer conocerlo, me presento, mi nombre es...

Eso fue lo único que pudo decir el castaño, antes de que el rubio del sombrero elegante lo interrumpiera, para hablar con Chuuya como si Dazai no estuviera, definitivamente fue tan, pero tan incómodo.

-Chuuya, ¿quién es él?

-El es Osamu Dazai, el compañero del que te hablé en la mañana por mensaje, el que iba a invitarme un café.

-Ya veo, vamos entonces. Después de ti Dazai.

Al escuchar a Paul decir eso, Dazai parecía algo impactado, ¿a caso había escuchado bien?, ¿vamos?; estaba seguro que la conjugación del verbo "ir" cuando el pronombre es "ustedes", es "van", en todo caso la oración quedaría de la siguiente manera: "ya veo, vayan entonces"; y en el peor de los casos que le agregara un "llega temprano a casa".

Pero bueno, eso ya no importaba ahora en lo absoluto, el tipo rubio no parecía tan tonto como para no usar las reglas gramaticales de manera correcta; más bien la seguridad con lo que lo dijo aparentaba que hablaba muy enserio y eso le preocupaba bastante, no solo porque la situación figuraba a ser una horrible experiencia, si no más bien por el presupuesto, ¿cómo se atrevía este sujeto a "auto invitarse"?, claro, era obvio, el suponía que tenía un árbol de dinero o algo parecido, típica conducta de un burgués.

Al regresar de sus pensamientos, solo se limitó a sonreír, aunque por dentro estuviera criticando cada cosa del "odioso mayor".

-Claro.

El castaño caminó unos cuantos metros con los hermanos detrás de él, hasta que lo desconcertó de nuevo la voz del rubio, tenía un tono serio que le erizaba la piel.

-¿Y dónde está tu automóvil?

-Oh, bueno, lo que pasa es que mi chófer se fracturó ayer la pierna derecha, por lo que claramente no puede conducir por prescripción médica y dado el poco tiempo que a transcurrido no he podido encontrar una persona que lo cubra en su ausencia.

-¿Entonces pretendes qué vayamos a pie?

-...

Bueno, ahora sí tenía motivos para odiar a Paul, solo eran como diez minutos caminando aproximadamente; carajo, no se les vaya a desgastar la suela de sus zapatos, en fin, tendría que gastar de más por lo visto y para agravar la situación, el servicio que brindaba un taxista no era nada barato por lo regular, de hecho muy rara era la ocasión en que él tomaba un taxi para moverse de un lugar a otro, cuando lo hacía era porque iba retrasado para llegar a su destino y aún así regateaba el precio o se la pasaba preguntando a varios taxistas hasta que el precio se ajustara al capital con el que contaba; aunque en esta ocasión tendría que subirse sin preguntar cuando le cobrarían para no verse como un muerto de hambre que le hacía falta el dinero. Lo máximo que el querría pagar sería ir en transporte público y eso ya era mucho a decir verdad, porque siempre caminaba para ahorrar dinero y no tener esos gastos innecesarios.

-No, no, para nada, estaba buscando un taxi para transportarnos, nunca los llevaría caminando.

-Es bueno saberlo, ya me habías asustado.

Por otro lado el pelirrojo sentía que su hermano había cruzado solo un poco los límites, era la primera vez que se sentía avergonzado por su hermano, por lo que se acercó ligeramente al rubio para susurrarle al oído.

-Paul, tranquilizate, ya es suficiente.

-Chuuya, tú no te metas, aún eres muy joven y no sabes lo que te conviene.

-Perdón.

Dazai ni siquiera escuchó la conversación que ese par tuvo, por lo que su opinión sobre ellos seguía siendo la misma, eran unos niños de papi, que horror es lidiar con ese tipo de personas, pero solo le quedaba acostumbrase a su nueva realidad de ahora en adelante, después de todo, no sabía cómo pero Chuuya sería su futuro novio y Paul su querido cuñado, si obtenía la confianza del rubio, lo demás sería lo de menos, ya que al leer a Chuuya, se podía apreciar que era una persona fácil de impresionar y que solo hacía lo que su hermano quería, por lo que usaría a Verlaine como una carta de recomendación, fácil.

Por otro lado, por fin había conseguido un taxi, suponía que le saldría en un ojo de la cara como siempre, sobre todo por la zona donde lo tomaron, a dónde se dirigían y como iban vestidos, aunque la distancia fuera muy mínima, eso ni siquiera les importaba; algo así como lo que hacen algunos vendedores cuando ven extranjeros, elevar los precios.

Cuando llegaron a aquella cafetería lujosa, descendieron del transporte y el castaño pago, afortunadamente el control de su dinero no estaba tan mal en este punto, bueno, eso no lo decían sus múltiples recibos y pagos a crédito.

Tomaron asiento y esperaron a que llegara la persona encargada de tomarles la orden, mientras tanto había un silencio muy incómodo y a decir verdad, Dazai no sabía cómo romperlo con Paul, no como siempre era su costumbre, ese sujeto era difícil, no tenía ni la más mínima idea de como le caería bien.

Hola, aquí les traigo nuevo capítulo, muchas gracias por el apoyo en ambas plataformas, de verdad que les agradezco infinitamente por leer y darle una oportunidad a mi fanfic. Como inspiración use Rich Girl de Gwen Stefani.

No pude actualizar a principios de la semana porque estuve ocupada ayudando en la parroquia donde soy servidora, para hacer dos nacimientos, uno de figuras tradicionales y otro elaborado con figuras de Playmobil, es una tradición que tenemos desde hace cuatro años entonces jaja, no podíamos dejar de hacerlo; si ya sé lo que están pensando, escribo este tipo de cosas y no lo saben en la parroquia, obviamente JAJAJAJA.

Y estaba pensando en hacer un especial de navidad, pero no de está historia si no de algo totalmente aparte. Les agradecería que lo leyeran:)

Sin más por el momento ¡les deseo que tengan una linda tarde!