Nolstalgia, sí, puede que sea esa la palabra que describe el gran dolor que tengo en el pecho; el cual hace que llore sin lágrimas y que sufra en silencio todo lo que me faltas a ratos. Te hecho de menos; aun que no lo sepas, o incluso no lo creas; pero te hecho de menos. Me faltan tus dulces y alegres historias y cuentos; tu arrugadita piel acariciando mi enorme mata de pelo; tus deliciosos guisos; tu suave voz, envelesadora, tranquilizadora y relajante voz... Me faltas tu abuela; tú; y a pesar de que no estas muerta; que estas a cuarenta/cuarenta y cinco minutos de mi, qu casi te puedo tocar con la punta de los dedos, me sigues faltando... Y es que... Te hecho tanto de menos... Que este dolor... Hace que se me trituren los pulmones y el corazón... ¡Te odio! ¡Te odio! Te odio porque has cambiado, y si tu has cambiado, TODO ha cambiado, porque ya casi no te veo, y eso duele, y duele mucho, duele muchísimo, saber que ya no me conoces; que me quieres ver, pero que no te atreves a venir a verme; que me quieres, pero no te molestas en llamarme, ni en enviarme yn maldito mensage... Y es que, es que para esto no hay excusa abuelita; tu estas tan metida en tu mundo, en tus obsesiones, en tu vida... Que parece que no te queda tiempo para acariciarme el pelo y contarme mil y una historias para que me duerma, parece que no te queda tiempo para mi... Y eso me hace sufrir, por que me estoy haciendo mayor, como tu, y para cuando ya no pueda leerte esto, lloraré, lloraré mucho, porque parece que no te das cuenta de lo muchísimo que me faltas... Y de las cosas que te pierdes, solo porque no quieres venir.
Y te odiaré... Porque te seguiré queriendo