It's my time // Aratz Mendizabal

02. Confío

Aratz Mendizabal
20 de mayo de 2024

–Bueno, pues aquí no hay nada que hacer.– Me dice mi jefe una vez deja de hablar con el técnico por teléfono.– Estas máquinas llevan pidiendo una jubilación mucho tiempo y parece que hoy se han puesto todas de acuerdo para hacer huelga. Chicos, ya podéis iros a casa.– Les avisa a los 5 trabajadores restantes.

Trabajo en un pequeño taller desde que empecé las prácticas y decidí quedarme aquí ya que tiene un buen sueldo y me llevo muy bien con todos. Además, trato de ahorrar para poder conseguir un apartamento para mi y que mis padres tengan menos gastos en casa.

–Aratz, nos vamos a tomar algo. ¿Te vienes?– Me invita uno de ellos una vez estamos en los vestuarios.

Puede que sea el menor de todos pero aún así me tratan como uno más.

–No creo, pero gracias.– Rechazo la oferta ya que prefiero ir a casa y estar con Haizea sabiendo lo mal que lo debe estar pasando últimamente.

–Tú te lo pierdes, chico.– Me da una palmada en la espalda de forma amistosa.

(...)

–¿Que haces aquí?– Me pregunta Haizea confundida por verme en casa a estas horas y es normal.

–Algunas máquinas no funcionaban y nos dejaron salir antes.– Me encojo de hombros.–
Te quejarás, que te he hecho la comida.–
Orgulloso le señalo el plato de comida y me agradece.

–Gracias, por eso eres mi hermano favorito.–
Se sienta en la silla mientras termino de preparar todo.

–Soy tu único hermano.– Me quejo divertido y me manda a callar.

–Shhh.

–Por cierto, ¿sabes dónde están las cartas del Uno? Las he estado buscando y no las encuentro.– Pregunto ya que hace unos días las busqué y nada.

–Oh, están en mi mochila. Las metí para pasar el rato cuando no tengamos clases.

–Vale, vale. Iré a por ellas.– Asiento y voy a su habitación mientras la dejo comer.

Abro su mochila en busca de las cartas pero encuentro algo que hace que se me borre la sonrisa. Varios papeles con insultos que estoy seguro que son para mi hermana.

Zorra, no eres suficiente para "tu novio"
Seguro que te engaña

Vuelvo a la cocina con un semblante mucho más serio que con el que he salido.

–¿Que pasa, Aratz?– Pregunta extrañada y curiosa.

–¿Que es esto?– Le enseño los papeles que hay en mi mano pero no parece reconocerlos.

–No lo sé.– Admite.– ¿Donde los has encontrado?

–En tu mochila.– Los mira con curiosidad y agarra dos para abrirlos.

–Yo...- Murmura sin dejar de mirarlos una y otra vez.

–Haizea.– Le llamo seriamente.– ¿Es la primera vez?– Me mira sin saber que responder.– ¿Es la primera vez que pasa esto?– Repito y mueve la cabeza hacia los lados de manera negativa.– ¿Por qué no me lo habías dicho?

–Porque no quería preocuparte o molestarte.

–¿Molestarme?– Pregunto incrédulo.- Haizea, eres mi hermana pequeña. Nunca me molestaría el tener que ayudarte.– Suelto un suspiro.– Sé que no soy el mejor hermano,
¿vale? Pero lo intento, fallo y vuelvo a intentarlo porque solo quiero verte bien.– Mi tono de voz suena desesperada y es porque lo estoy.– Me mata ver como la gente de tu clase te trata mal sin razón alguna porque no te conocen y me mata ver como dejas de comer por estúpidos comentarios de gente que no conoce nada más que la envidia. Por favor, cada vez que te pase algo cuéntamelo, no lo escondas. Intentaremos solucionarlo entre los dos, e incluso con Héctor también pero no intentes pasar por toda la mierda tú sola. Nadie debería.