CAPÍTULO 56

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2/4 💔

Ay chicas, aún tengo la sensación que me dejó escribir el final del primer libro... sé que quedará la incertidumbre, pero tranquilas, ya estoy trabajando en ese segundo libro, la espera no será larga.❤️

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ALLISON

¿Has sentido esa extraña sensación que te avisa cuando algo va a pasar? esa sensación que te oprime el pecho, y te quita el aire, que a cada paso que das se te acelera el pulso, tanto que hasta la cabeza te pulsa, el cuerpo entero te tiembla y cada una de las fibras de tu cuerpo se tensan.

¿Cuándo lo sabes lo sabes verdad? la realidad es un golpe inminente que deseas que se convierta en mentira, que lo que ves no sea una maldita verdad que te desgarra por dentro.

Doy un paso dentro de lo que en un momento consideré mi hogar, cuando en realidad me di cuenta de que mi hogar siempre estuvo donde él estaba, él era mi lugar seguro.

¿Has escuchado Heaven de Julia Michaels? es una canción que podría describir al ángel rebelde de ojos azules, el lado brillante que era Gabriel, el yang, ese lado que me eleva al cielo y el yin, el lado oscuro que me lanza al infierno, aunque el infierno sea un lugar que no podría quebrantarme tanto como ver las prendas tiradas desde las escaleras hasta llegar a nuestra habitación.

Mi corazón no quiere dar un paso más, pero cuando mis ojos observan las prendas femeninas, mi mente le exige que avance. Así que me obligo a tomar el pomo de la puerta del cuarto donde dormimos juntos, donde me entregué a él por primera vez, dónde compartimos los mejores momentos de mi vida.

Las lágrimas no salen, se acumulan hasta que soy capaz de girar el pomo de la puerta, para ver la realidad azotarme de golpe, una que me mata a cada segundo, sintiendo que cada respiro que inhalo es una bala directa a mi corazón, porque nada puede hacerme entender el ver a Gabriel, a mi Gabriel, al hombre que consideraba mi hogar, acostado junto a la chica con la que alguna vez tuvo algo, en nuestra cama, en nuestro cuarto, envueltos en las sábanas con las que dormíamos.

Me quedo parada como idiota adsorbiendo la escena, pensando que quizás es una pesadilla de la cual despertaría, pero no, esta era mi realidad.

– Allison – me llama mi amiga pelirroja que ha venido detrás de mí pidiéndome no venir aquí, ni avanzar cuando entramos.

El par de ojos azules que tanto añoré ver cuando desperté del coma me miran sin rastro de culpa o impresión, nada, no me dicen nada.

– Salte – le pido a Alejandra con voz dura sin dejar de mirarlo.

Ella ve en mí una postura firme, una rabia que jamás había mostrado antes, sabe que en este momento es mejor hacerme caso e irse. Le tira una mirada asesina a Gabriel antes de salir.

La chica de cabello oscura se levanta y me mira con una sonrisa en su rostro, envolviéndose en las sábanas blancas.

– ¿Por qué entras sin llamar antes? – me pregunta con su maldita voz chillona.

– Tú también salte – le digo sin gritar – ahora – le exijo.

– ¡¿Y tú quién mierda te crees que eres para correrme?!

– Sal, te llamaré cuando puedas entrar – le ordena el traidor que tiene al lado en una voz completamente neutral, hablando como si nada.

Ella lo mira mal y obedece, sale pasando por mi lado tan cerca como para alcanzar a rozarme el hombro a propósito.

Me quedo en silencio en busca de una justificación a lo que veo, respiro profundamente antes de decir algo al no escuchar nada de él.

– ¿Por qué? – digo con un puto nudo en mi garganta.

VOLVER A VERTE [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora