Capítulo 1

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Shawn

Salimos. Estábamos fuera de la protección de la ciudad. "Aquí afuera es peligroso", eso es lo que todos decían. El camión brincaba de arriba abajo al pasar por encima de las rocas y baches de la carretera. Miré hacia atrás y vi cómo nos alejábamos cada vez más de las enormes murallas de la ciudad. Vi como el pequeño espacio entre las puertas se hacía más pequeño hasta cerrarse por completo.

El frio aire de la noche me hacía temblar. No, no temblaba por el miedo, era el frio lo puedo asegurar. Y además que más daba si tenía miedo, todos lo tuvimos alguna vez. Fuera de los muros es lo que todos sentimos, miedo.

—En algunos minutos llegaremos a la ciudad— comenzó a decir el capitán de nuestro escuadrón, Víctor, todos giramos la mirada hacia él— Nos dividiremos en grupos. Entramos, sacamos a los civiles de ahí y nos vamos. Los transportes se quedarán fuera de la ciudad así que debemos sacar a los civiles de manera organizada hasta afuera. ¿Todo claro?

—Sí señor— gritamos todos al unísono.

—Así que esto es como se siente ir a tu primera misión— escuché una voz a mi derecha, Bryant, se miró las manos, luego me dedicó una de sus sonrisas en las que trataba de parecer confiado, pero en realidad se le mostraba aterrado— No recuerdo que en el entrenamiento me temblaran tanto.

—Sera porque esto es totalmente diferente al entrenamiento— le dije, puse todos mis esfuerzos en evitar que me temblara la voz

—Sí, aquí todo es real—luego de una larga pausa continuó hablando — ¿Qué pasa si no regresamos?

—Vamos, no seas tan pesimista claro que regresaremos— le respondí— Además no nos adentraremos tanto.

—Pero, si pueden atacarnos

—Bryant, eso sería algo realmente imposible— no fui yo quien le respondió, miré al frente y estaba ahí estaba Trina— Por esta zona no hay muchos, si nos atacan acabaremos con ellos.

Creo que Trina tenía razón. Por algo entrenamos tanto. Hace un año y medio los tres habíamos decido entrar a FCAE, Fuerzas de Combate Anti Extraterrestre, o como todos la llaman "Las Fuerzas". Nos entrenamos para combatir. No sé si todos los que están en este camión tiene algún objetivo. Tal vez algunos entraron para demostrar su valentía. Puede que algunos solo quieren ayudar a otros. Y porque no, también están los que odian a esas máquinas y solo quieren entrarles a tiros. Yo no entre por nada de eso. Entre porque espero algún día encontrarlos, sé que están allí afuera. Por eso me aferro con tantas ganas. Por eso tengo esperanza. Es lo que somos. En Las Fuerzas luchamos con esperanza. Nos acompaña. Vivimos con ella. Sin importar lo escasas que sean las posibilidades de sobrevivir lo intentamos. Tratamos de salvarlos a todos. Yo vivo con la esperanza de algún día encontrar a mis padres. Sé que están ahí fuera. Sé que están vivos. Hay algo dentro de mí que me obliga a continuar. Tal vez sea eso, la esperanza.

Llegamos en algunos minutos, aunque para mi parecieron horas. Bueno fue casi una hora. Los camiones se detuvieron fuera de la ciudad. Poco a poco iban bajando del camión, luego me tocó el turno de bajar cuando salí del camión miré afuera. Lo primero que vi fue la ciudad, y lo que me llamo la atención de esta ciudad fueron sus muros. No eran tan imponentes como de dónde vengo. Pero no mire todo el muro, donde mis ojos se posaron fue en una parte especifica del muro. En una parte donde no había muros, habían caído. Un día te sientes seguro detrás de los muros y al otro te das cuenta de que no estabas tan seguro como imaginabas. Debió sentirse aterrador ver como los alienígenas destruían el muro.

—Increíble, no crees— un chico se había detenido a mi lado a observar los muros — Fue hace mucho tiempo, según dicen.

— ¿Los atacaron?

—Si— me respondió— Una masacre, a decir verdad.

— ¿Y qué paso después, simplemente se fueron?

—No lo creo, de seguro que lucharon. Tal vez atacaron y no esperaban que se defendieran tan bien.

—Pero destruyeron los muros

—Sí, es increíble, ellos llevan todo este tiempo viviendo así, a veces los atacan pequeños grupos de máquinas. No sería nada fácil vivir como ellos.

—Hasta que llegamos— dije para mí mismo

—Si hasta que llegamos— no pensé que me hubiera escuchado— De hecho, soy Brock, creo que estas en mi grupo

—Shawn— nos dimos la mano. Observándolo puedo deducir que tiene unos diecisiete o dieciocho años, mi edad. Aunque por su compostura física parece mayor. Lleva el uniforme negro de Las Fuerzas con las siglas FCAE en el pecho. Vamos, el que llevamos todos. Nos reunimos con los demás del escuadrón para ayudar a acomodar los transportes. Nos dividimos en grupos de cuatro, al líder le entregaron un visor de prueba, para identificar la humanidad de los civiles, eso nos ayudara prevenir transportar alienígenas con nosotros.

El líder de mi grupo era Brock. Los otros dos Bryant y Trina. Cuando los primeros rayos de sol de la mañana comenzaron a salir fue entonces que nos pusimos en marcha. Nos adentramos en la ciudad. Avanzamos por la carretera principal. Al principio éramos un grupo grande que marchaba por la calle, poco a poco se desprendían grupos para ayudar y movilizar a civiles.

Al fin nos llegó el turno de desprendernos de la calle principal. Seguimos el camino que nos llevó a una calle secundaria. Nos mirábamos entre los cuatro, nadie hablaba. En esta calle se notaba mucho más el paso de alienígenas. Había edificios completamente en el suelo. En otros se podían ver grandes agujeros. Había personas durmiendo en la calle. Veías pequeñas fogatas usadas para repeler el frio. Poco a poco las personas salían de sus casas, refugios o de donde fuera que vinieran. Mientras nos veían avanzar sus rostros cambiaban de completa desolación a algo totalmente diferente. Ahora en sus rostros podías ver la esperanza, pues había llegado al fin la ayuda. Eso es lo que hacíamos, estábamos ahí para ayudarlos.

—Bueno— dijo Brock— A trabajar.

Between UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora