Capítulo 6

39 3 1
                                    

Allison

Recuerdo aquella mañana. Era fría. Mi madre se había ido de Central. Yo estaba sentada en una silla mirando a través de la ventana. La entrecortada lluvia lo había mojado todo. Las gotas caían poco a poco. Un auto se estacionó frente a mi casa. Un hombre se bajó del auto. El hombre se acercó a la puerta. El timbre sonó. Mi padre abrió la puerta. Escuche las palabras. Mi madre había muerto. Continué observando a través de la ventana. Mi padre se acercó. Lagrimas bajaban por su rostro. No lo escuche. No le creía. Mi madre no pudo haber muerto. Ella me prometió que regresaría.

Estaba en la muralla bajo una mañana fría y no podía evitar pensar en mi madre. Tener que asimilar que ya se había ido fue difícil. Y lo sigue siendo. Las gotas de lluvias caían sobre mi capa de lluvia. Me mantenía algo seca. Mis zapatos no tenían tanta suerte. Tomé los binoculares y observé alrededor. Nada se movía.

— ¿Alguna vez algo se ha movida ahí fuera?— dije por radio.

—Sí—me contestó Austin a través del radio, reía— Tienes que ser paciente.

Llevaba apenas una semana en el trabajo y ya lo detestaba. Solo observaba. Bueno al menos me gustaba cuando me tocaba el turno de por la tarde. En ese turno podía ver el sol ocultarse. En ocasiones Austin subía conmigo y hablábamos. Era un chico divertido. Según lo que me conto creció en Central al igual que yo. Tiene veintiuno y odia a los alienígenas, como todos.

— ¿Cuántas veces has visto algo moviéndose aquí fuera?— le dije.

—¿Sabes que las radios son solo para caso de emergencia?—me hizo saber—Me refiero, solo para cuando divises algo ahí fuera.

—Lo siento—me disculpé.

Escuche como ser reía a través del radio.

— ¿Bromeas conmigo?

—No, hablo en serio— me dijo, pero su tono no concordaba con sus palabras, continuaba riendo.

—He visto algo moverse.

— ¿De veras?

—Las nubes se comienzan a mover— me reí y el también.

—Recibido.

Más tarde el sol comenzaba a calentar. La lluvia se había detenido. Tomé mis binoculares, ahora podía ver mejor, observé las montañas a lo lejos. Vi un reflejo de luz. Aumente la visión en los binoculares y así pude saber que era. Era el parabrisas de un transporte. Pude ver que detrás de ese transporte había otro. Y detrás de ese otro habían más. Era un convoy que se acercaba a toda velocidad y se dirigían aquí.

—Detecto movimiento— informé por la radio.

—Recibido—me respondió Austin.

— ¿Son aliados?

—Sí, nada de qué preocuparse, son las tropas de la misión de rescate.

—De acuerdo

Continué observando el convoy por un tiempo más. También observaba los alrededores en busca de enemigos. Cuando ya casi llegaban a las puertas Austin me hablo por radio.

—Baja ya te van a relevar.

—Entendido

Baje las escaleras. El guardia que me relevaba iba subiendo.

—Buena suerte ahí arriba—le dije.

—Gracias

Ambos continuamos nuestros caminos. Cuando llegue al final de las escaleras ahí estaba Austin.

Between UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora