Patito Feo - Vegetta777 y tu (Adaptada)

Capítulo 30

- ¿Son novios?
- Si. - dijo ______, sin poder aguantar una sonrisa. - fue muy especial.
- Cuéntame.
- Bueno, fuimos a una playa, hermosísima, cenamos, jugamos con el agua y comenzó a decirme muchas cosas hermosas, todo lo que habíamos pasado y me lo pidió.
- Y luego ¿qué hicieron?
- Como era tarde, dormimos en la cabaña. - dijo con un doble sentido el cual Kherry no captó, le diría... luego.
- Me alegro mucho por ti ______. - la abrazó.
- Gracias Kherry, te quiero mucho.
- Yo también hermosa.
- Hablando de eso, recuerda que mañana.
- Si lo recuerdo, hemos estado hablando con Frank y tenemos una magnífica idea, nos vemos hoy para hablar y mañana lo hacemos.
- Me parece estupendo. ¿Piensas que le gustará a Samuel?
- Pues claro que le gustará.
- Es que, puede que le guste como soy ahora.
- Pero esto no es por él, es por ti.
- Lo sé pero...
- Mira. - la interrumpió. - si no quieres hacerlo, te comprendo. Te lo he dicho muchas veces, eres hermosa y no necesitas un cambio para serlo.

Pero ______, no sólo quería demostrárselo a Samuel, si no a cada chico que la molestó y humilló.

- ¡No puede ser Samuel por Dios! - gritó eufórico Willy. Varios chicos que se encontraban allí lo miraron extrañados.
- ¿Qué?
- Te ganarás a Claire y mis padres me matarán. - se tomó las sienes haciendo leves masajes en éstas. - soy hombre muerto. - murmuro.
- ¿Cómo dices?
- Si pierdo a Claire mis padres me cortaran en pedacitos Samuel. - lo miró asustado.
- Tú fuiste el estúpido que lo apostó. -
inquirió Samuel.
- Pero no creí que llegarías a ganarla.
Fue solo algo estúpido para que aceptaras jugar con ella.
- Hey. No estoy jugando con ella.
- ¿Ah no? - preguntó irónico Rubén. - ¿Qué se supone que estás haciendo ahora Samuel? OH, no me digas que nuestro Samuel se ha enamorado.
- No como crees. - mintió. - esto es sólo una apuesta. - continuó mintiendo y le dolía hacerlo.
- Espero que sea así Samuel y por si no recuerdas o no te lo dijimos. La apuesta termina a las doce, donde debes romper con ella frente a todos. Humillándola como nuestro antiguo Samuel lo hubiera hecho. - y sin nada más que decir los tres chicos se fueron bromeando y riendo, dejando a Samuel, pensando en que lío se había metido.
Se sentó en las gradas del gimnasio.

No creía que las cosas fueran a complicarse tanto al modo de enamorarse de la chica que no debía, de la chica que simplemente era su
apuesta y que eso llevaría a muchos
problemas.

- ¿Qué haces aquí tan solo? - una suave voz lo hizo sonreír y se giró y ahí estaba la dueña de todos sus problemas y felicidades.
- Pensando. - sonrió. Tomando a
______ de la mano y atrayéndola
hacía él. - Y tú ¿qué haces aquí?
- Pasaba por aquí y te vi. - sonrió rozando los labios con los de él, dándole una invitación a probar otra vez aquellos labios que eran su droga.
- Te amo. - susurró a centímetros de los labios de su novia.
- Yo también te amo, Samuel. - se separó de él y miró hacía un lado de la cancha donde se encontraba un balón de basket. Caminó hacía él y lo tomó. - ¿Jugamos? - propuso, Samuel rió y se acercó a ella.
- Está bien, pero luego no llores si te gano, soy el mejor jugador. - bromeó y ______ rió.
- Woow Samuel, pero que modesto eres. - rió nuevamente y comenzó a botear la pelota. - haber capitán, ven aquí y quítamela.

______ comenzó a botear aquella
pelota, esquivándolo y corriendo. Era muy buena en aquel juego ya que siempre de niños jugaba con Frank. Vaya que tiempos, donde nada importaba a menos de jugar.
Se quedo congelada mientras recordaba escenas del pasado. Samuel la miró extrañado.

- ¿Qué pasa princesa? - pasó la mano por la cara de ella. -
- Nada. - trató de sonreír.
- Vamos ______, algo te ocurre. ¿Qué es?
- Solo, estaba recordando, nada en especial. - ahora sí, sonrió, tratando de quitar esas dudas a Samuel.
- Está bien, pero si algo te pasa, no dudes en contármelo. - este chico no podía ser más dulce y atento.
- Claro que sí. - besó nuevamente sus labios. - vamos, sigamos jugando. - arrancó el balón de las manos de Samuel y comenzó a correr por todo el gimnasio.

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- Ya es viernes. - dijo Kherry emocionada. - recuerda, hoy a la salida de la escuela, nos juntamos los tres.
- Si lo recuerdo, ahora debo ir donde Samuel para decirle que no nos podemos ver ni mañana ni el domingo.
- Claro, nos vemos luego. - le guiñó el ojo a ______ y caminó hacía algún lado de la escuela.
Mientras ella iría a buscar a Samuel, que ni idea donde se encontraba.

- Pato. - alguien la llamó y ella se dio media vuelta para observar a quién la había llamado con ese apodo que hace tiempo no se lo decían.

- ¿Qué quieres Vanesa?
- Supe que tu y Samuel ya están de novios. - sonrió acercándosele. Estaban, ambas, solas. - ¿es cierto?
- Si. - dijo ______ firme.
- Ja, hay Samuel, pero que mal gusto obtuviste luego de estar conmigo. - murmuró para sí, aunque audible para ______. -
- ¿Era solo eso? - preguntó ______, sólo quería que por un momento esta chica la dejara tranquila.
- Claro, pero para que estás a la defensiva. Puedes estar tranquila, que yo ya no me interpondré entre ustedes. - dijo Vanesa, ______ quedó confundida ¿había oído bien?
- ¿Tengo que creerlo? - preguntó irónica.
- Mira, si no lo crees me da igual, pero yo ya te lo he dicho.
- Lo lamento es que sólo estoy... impresionada.
- Pues no lo estés.
- Espero que cumplas tu palabra. - dijo y se dio media vuelta para comenzar a caminar, en busca de Samuel, aunque aún muy dudosa.
- Pero que ilusa. - rió. - ni te esperas para ver tu sorpresita. - la miró mientras desaparecía por el largo pasillo. - ni tu ni Samuel se lo esperan.