Nunca olvidare esa sensación, estaba totalmente nerviosa porque sería mi primera cita, o bueno, si a eso se le podía llamar cita, era de lo único que querría hablar y Cristina se estaba hartando de que todo el tiempo me la pasara preguntándole acerca de Luis
- Ya te dije todo lo que se de el -
- Es tu amigo no puede ser que sea lo único que sepas del -
- Exacto solo es mi amigo, la gente normal no le hace ese tipo de preguntas a sus amigos, yo nunca te eh preguntado nada a ti de tu vida personal o si -
- No, ya sé que no, pero te recuerdo que no soy normal - le respondí, rindiéndome en mi misión de obtener más información
- Si lo sé, por eso eres mi amiga -
Los últimos días antes de la esperada fiesta, esa era normalmente la única conversación que teníamos, sabía que empezaba a aburrir a Cristina pero era tanta mi emoción que simplemente no podía dejar de hablar del tema, el hecho de que el me hubiera hablado para invitarme a salir, después de la vergüenza que pase la primera vez que lo conocí, (que sigo agradeciendo el hecho de no poderme acordar), que a pesar de todo le había interesado lo suficiente como para querer volverme a ver otra vez, no podía dejar de darle vueltas en mi cabeza a eso. Años después cuando trataba de recordar lo que había pasado y me preguntaba qué había pasado por mi cabeza en ese momento y por qué no me obligue a pensar más en la situación en la que me encontraba, me hacía sentir como una tonta, pero ahora se, que no hubiera importado nada de lo que alguien me hubiera podido decir o cuanto hubiera meditado acerca de Luis, yo hubiera dicho que si, como quiera, porque en ese momento mi emoción de que sería mi primera cita, de que era el primero que se mostraba interesado en mí, toda esa emoción acumulada era mucho más grande que mi razonamiento.
Hasta ese momento lo único que sabía de Luis era que: era guapo, amable, no era mucho más grande que yo según Cristina, era un buen hombre tal vez un poco obsesionado con los carros pero que a qué hombre no le gustan. Cristina me conto que tenía solo un par de años de conocerlo, que era hijo de una amigo de su padrastro pero que sus padres hace mucho que no tenían contacto, también me menciono que en todo ese tiempo de conocerlo nunca le conoció a ninguna novia, ni siquiera, supo de alguien en la que él estuviera interesado, después de platicar el tema un rato Cristina y yo pensamos o deducimos que a lo mejor era porque simplemente nunca le había interesado comprometerse con alguna novia o algo por el estilo, creíamos que el hecho de él se me hubiera comunicado conmigo significaba que, tal vez, el si estuviera interesado en algo más conmigo.
Cuando ese día por fin llego, quería verme bien pero como mi sentido de la moda no estaba totalmente desarrollado, permití que Cristina se encargara de arreglarme sin ponerle ni un solo "pero". Cristina me presto un vestido que combinaba los colores negro, guinda y gris oscuro que según ella no usaba por que para ella era demasiado mojigato pero en mi se veía bien, según recuerdo sus palabras exactas fueron "no te ves ni como una chica fácil, ni como una chica mojigata, así que es perfecto", me gustaba como veía así que no dije ni una sola palabra, al atuendo agrego unos tacones color negro, y claro, el labial rojo. Realmente me gustaba como me veía, estaba segura de que a Luis le encantaría.
No paso mucho tiempo desde que estuvimos listas para que Luis pasara por nosotras, solo que esa vez nos recogió en casa de Cristina porque mi abuela había regresado antes de su viaje y como sabía que si le pedía permiso para ir a una fiesta no me lo daría, le mentí diciéndole que me quedaría a dormir en casa de Cristina para estudiar porque tenía un examen muy importante, ahora bien no era del todo una mentira, tal vez no tenía un examen, pero si tenía algo muy importante que hacer.
Durante el recorrido de la casa de Cristina a la fiesta nadie menciono ni una sola palabra, fue todo muy tranquilo, yo estaba nerviosa, Cristina estaba aburrida y Luis bueno Luis realmente nunca mostraba ninguna emoción o por lo menos no cuando yo estaba cerca, después de varios minutos llegamos a la fiesta, no era muy diferente a la otra, igual que la anterior había cerveza, cigarros de todo tipo, botanas etc. Cuando llegamos Cristina se despidió y se fue con un grupo de chavas que estaban cerca de las botanas. Luis me tomo de la mano y me llevo hacia unas sillas que estaban en un rincón oscuro, después de dejarme fue por unas cervezas, (antes de continuar con la historia tengo que aclárales algo, cada noche que Salí con Luis me prometí que no tomaría, bueno okey realmente sabía que no cumpliría esa promesa, me refiero a que no puedes ir a una fiesta donde va a haber alcohol y no tomarlo, es como ir a la dulcería y no comprar chocolate es algo imposible, pero bueno, ya me Salí mucho del tema, el punto es que yo me prometí no tomar mucho esa noche y ninguno otra pero bueno al final la intención es lo que cuenta), cuando Luis regreso me dio mi cerveza y se sentó a mi lado mientras sonreía y me miraba fijamente yo me empecé a ruborizar así que solo desvié la mirada y así comenzó mi primera cita con Luis, hasta ese momento no había ocurrido nada realmente importante, solo bebimos, platicamos y reímos sin parar, ese día fui totalmente suya, a partir de ese momento supe que no importaba lo que pasara me gustaba Luis y mucho y haría todo lo posible para gustarle a él, seria exactamente la clase de chica que a Luis le gustara.
La noche transcurrió muy deprisa para cuando me di cuenta ya era de madrugada, Cristina estaba en una de las habitaciones con el chico de la fiesta, creo que es más que obvio que no tengo que explicarles exactamente que estaban haciendo en el cuarto. Me estaba empezando a ganar el sueño así que Luis se ofreció a acompañarme a la sala para que me pudiera recostar en lo que esperábamos a Cristina. En la sala solo había un sofá-cama cuando nos acostamos nos quedamos mirando fijamente el uno al otro
- ¿te divertiste hoy? - me pregunto mas para romper el silencia que por interés
- Si, gracias por invitarme - le conteste y me voltee para mirar al techo
- Oye Jennifer -
- ¿Qué? - le respondí mientras me voltee para poderle ver el rostro
el me miraba fijamente, pero no miraba mis ojos, miraba mis labios y sin darme cuenta de cómo paso de repente sentí sus labios contra mis labios sabia a alcohol y pude sentir que tenia los labios secos probablemente por haber estado fumando tanto, tarde solo un segundo en reaccionar y devolver el beso primero fue dulce y delicado después lo sentí desesperado queriendo mas y mas como si no pudiera saciar su hambre, me gustaba esa sensación, no tarde mucho en separarme de él y fue más porque no me había percatado de que había estado aguantando la respiración y ya no podía mas, que el realmente querer parar, fue dulce y salvaje al mismo tiempo y fue más que suficiente para que quisiera mas y mas y sin pensarlo dos veces lo volví a besar tomándolo por sorpresa y pude notar cómo se reía mientras me besaba.
ESTÁS LEYENDO
180º
Teen FictionDesde el inicio de los tiempos, nuestras madres nos enseñan a creer en finales felices "cuentos de hadas", donde el amor siempre triunfa al final. Empezamos con cuentos donde hay principes y hadas madrinas que con un poco de polvo magico ayudan a la...