Fall in love (BTS y tu)

Capitulo 57

Capitulo 57

Hoy era el dia, el dia en el que tendre que despedirme por un pequeño tiempo. Las cosas ya estaban arregladas desde aquel dia.

-¿Estas segura? ¿no quieres que me quede? ¿y si te sucede algo mientras no estoy? -echo una pequeña risita mientras termino de acomodar los mechones de cabello alborotados que se encuentran en su cabeza.

-Te preocupas demasiado. No tienes porque quedarte, estare bien. Luna estara cuidandome al igual que las demas. -alejo mis manos de su cabellera mirando hacia el espejo- Ya esta. Ahora puedes irte. Los demas estaran esperandote abajo.

-No me quiero ir. -cruzo los brazos mirandole con una mueca.

-¿Otra vez con eso? -sus manos se posan en mi cadera mientras me mira a los ojos- No me vas a convencer de esa forma. Anda, no hagas esperar a los demas.

-Bueno pues, pero entonces dejame besarte por ultima vez antes de que me marche. -sus labios tocan los mios. Nuestros labios se sincronizan perfectamente y hace que coloque mis brazos rodeando su cuello.

-Puedo acompañarte hasta la puerta del hotel si quieres. -el sonrie mientras asiente.

Se sentia extraño pensar que hace tiempo me preocupaba soltarle un poco por miedo a que se fijara o enamorara de otra persona pero ahora puedo darme cuenta de que estaba equivocada.

Los demas estaban abajo con sus parejas mientras les daban el ultimo abrazo y el ultimo beso de despedida. Mire hacia la pareja mas acaramelada (Jimin e itzel) ellos estaban abrazados mientras se susurraban unas cuantas cosas en el oido.

-¡______! -miro a mi costado. Una sonrisa se forma en mis labios al ver a aquella persona caminar hacia mi.

-¿Has venido a despedirte? -le doy un codazo a Tae. Mi pequeño niño celoso.

-Si, asi que puedes estar tranquilo. -su mirada viaja a la mia- Me han contado la gran noticia. ¡Felicidades! -dice alegre con una sonrisa- Cuando V comience a comportarse demanera grosera contigo sabes que aqui estare yo para ti. -se acerca a mi rostro regalandome un beso en la mejilla.

-¿Quieres morir? -aprieto la mano de Tae cuando este intenta zafarse para comenzar a corretearlo.

-Yo te avisare cuando se comporte asi. Me alegra que para esos momentos tendre a alguien apoyandome. -el sonrie despidiendose finalmente. Miro a Tae quien tiene un puchero en su rostro- ¿Ahora que te pasa?

-Nada. Dejaste que te besara el. -acerco mi mano pellizcando una de sus mejillas a lo que el gruñe.

-Mi pequeño celosito. Fue un beso en la mejilla, pero si quieres puede ser en los labios. -aleja mi mano de su mejilla besandome rapidamente.

-No, porque esos labios son mios. -vuelve a sonreir. Amo cuando sonrie de esa manera.

-¡Ya es hora! -grita el conductor de la camioneta blanca.

-Es hora de irse. Buen viaje...bebé. -los ojos de el se abren como platos, su rostro brilla cuando me escucha decir esas palabras.

-Finalmente me has llamado asi. Pero creo que me he acostumbrado a que me llames por mi nombre. -se despide dandome un abrazo con cuidado para despues sobar mi vientre con ternura- No vayas a maltratar a tu madre.

La camioneta arranco llevandose con ella a los siete chicos mas lindos que nunca pude conocer. Un mes duraria el que volvieran nuevamente. La empresa habia sido heredada a mi por una promesa que se habia hecho tiempo atras la cual me darian dar a conocer el dia de hoy.

Tu puedes...solo toma de la manija, entra, saluda, sientate en el primer sillon que veas y habla con apasibilidad.
¡Estoy con los pelos de punta!

-¡_____! -menciona la voz dentro del estudio. Giro de la manija entrando a aquel santuario tan...¿varonil? -Sientate...¿sabes el porque te he mandado llamar?

-Me contarias algo importante que tendria que beneficiarme tanto a mi como a la empresa entera. -el sonrie recargandose en el sofa color cafe oscuro.

-Como te has dado cuenta, esta empresa ha sido dada a ti por herencia pero...la herencia no es de parte mia. Hace tiempo hubo cierto acuerdo con el dueño de esta empresa, habiamos acordado que la empresa seria dada a un familiar nuestro, el habia elegido a su hija que apenas cumplia cinco años de edad mientras que yo aun seguia soltero. Despues de un periodo de tiempo, el dueño de la empresa fallecio llevandose consigo una carta dedicada a su hija. -miro como toma un pequeño sobre que esta al lado suyo en una pequeña mesa de cristal. Aclara su garganta una vez desdobla la hoja que se encuentra doblada por la mitad- "Testamento:
Aunque entiendo que me quedan pocos diad de vida y que tal vez no alcance a apresiar el momento en el que mi hija de quince años tome lugar en esta empresa quisiera que alguien por mi lo hiciera.
La vida solo da una oportunidad, la mia ya esta terminada ya que he cumplido mis mayores sueños que fue ver nacer a mi hija _____, escucharla pronunciar sus primeras palabras, los dias en los que comenzo a caminar y a correr. Su primer dia de asistencia a la escuela, el mudar de dientes y el dia en el que dejo de hablarme porque no le compre un helado de chocolate..." -los ojos comienzan a sentirse aguados. La herencia que recibia no era de parte de un padre politico con el que se habia casado mi madre...- "...todos aquellos momentos quiero apresiarlos para siempre pero habra un dia en el que no pueda volver a tenerlos ni recordarlos. Mis dias estan contados y eso lo se perfectamente, asi que aunque sea por este medio decir por ultima vez: 'te amo mi niña. Siempre lo hice y siempre lo hare. Levantate cuando sientas que el mundo te derriba para demostrar que eres mas fuerte que los demas. Cuidate mi pequeña princesa arcoiris.'
Atte: tu super papá" -las lagrimas no dejaban de salir con fuerza. Mi garganta emitia gimoteos que se escuchaban en toda la habitacion.

Hasta ahora pude darme cuenta que todo lo que siempre estuvo oculto. Mi corazon estaba sanado ahora, aquel hueco profundo estaba sanado. Las palabras escritas en aquel papel blanco hicieron que a mi memoria vinieran todos aquellos recuerdos de hermosos momentos con el. Aunque daba un poco risa recordar cuando llore por el helado o cuando jugaba al lado de el. Siempre era yo la princesa y el el heroe. El brincar de un sillon a otro cuando el solia actuar como si fuese un tiburon.

Ahora, legalmente y oficialmente era la dueña de la empresa. El nombre de los Gwon seguia intacto hasta que yo muriera. Aun faltaba tiempo para eso ya la siguiente generacion continuaria con el legado hasta tiempos indefinidos.