Una pareja de recién casados realizaba un modesto viaje de luna de miel. Aunque sus planes se veían un poco austeros, en verdad lo estaban disfrutando. Al llegar al hostal, recibieron una advertencia algo extraña por parte de la encargada, pues aseguró que en ese lugar las almas penaban y debían permanecer en sus habitaciones después de las diez de la noche.
Los chicos tomaron eso como una broma, aunque no rieron al momento, ambos pensaban que era una tontería.
Al dar las diez de la noche, una extraña música comenzó a sonar en el lugar, luego se acompañó de murmullos, pasos y risas, parecía que afuera se estaba llevando a cabo una fiesta. Sin embargo a ellos, solo les importaba seguir disfrutando de sus vacaciones.
Aquel escándalo, se prolongó hasta la madrugada, fue entonces cuando los enamorados no pudieron resistir más. Salió el hombre dispuesto a averiguar lo que sucedía y se encontró los pasillos completamente vacíos, pero sentía una incomodidad desconocida, mucho escalofrió, se le dificultaba la respiración y por momentos tenía la sensación de que le apuñalaban el pecho, y le robaban algo de sí. Su rostro se puso pálido, como si hubiese enfermado de pronto. Y así fue, tres días pasó en cama, con fiebre, alucinaciones, y volviendo el estómago.El doctor culpó a la comida, pero la señora del hostal tenía otra teoría, pues según su experiencia, un solo minuto en el pasillo bastaba para que los espíritus que vagaban por el hostal atravesaran su cuerpo una y otra vez, robándole un poco de su vida y dejando a cambio, un aliento de muerte. Todo a causa de que antes de que se levantara el hostal, se vivió en ese sitio una tragedia, cientos de personas murieron quemadas, cuando un camión de combustible se accidentó en la carretera contigua, mientras ellos celebraban una fiesta tradicional del pueblo.
Claro que estas explicaciones sobraban, el chico solo sabía que su cuerpo había sido invadido por fantasmas, que entraron y salieron de él, que casi lo matan, no tenía intenciones de quedarse a averiguar más. La estancia fue corta, tan solo por no saber seguir instrucciones.