Kookie part. 2

4.7K 370 49
                                    

-Sí...- Vuelvo a gemir al sentir como Jimin me levanta del suelo y me sienta sobre su regazo. Mis manos pasan hasta sus brazos y comienzo a tocar sus músculos.

-¿Quieres jugar un rato?- Lleva sus manos hacia mis pantalones y estira del elástico provocando que este me hiciese la piel rojiza por el lugar del impacto- Pero tranquilo, ahora al juego que quiero jugar no es de un solo jugador- Hago una pequeña, y casi innotable, sonrisa al escuchar su comentario. Vuelvo a gemir al sentir como dio un pequeño pellizco a mi pezón. Era tan doloroso y placentero a la vez- ¿Eres virgen?- Siento mis mejillas arder al escuchar su pregunta.

-Un poco- Jimin se ríe, y luego levanta sus caderas para poder hacer más contacto conmigo. Nuestras entrepiernas se rozan y provocan que cada uno de nosotros soltase un sonoro gemido.

-... Eso quiere decir que sí- Levanto la cabeza, y apreto mis uñas contra la carne de sus hombros al sentir otro movimiento más en mi pelvis. El más bajo da una lamida a mi cuello mientras sigue dando embestidas contra mi cuerpo. Mi móvil, que está en el bolsillo de mis pantalones, empieza a sonar. Jimin sigue con lo suyo y impide que pueda cogerlo. Yo no paraba de gemir y mis manos me temblaban como para poder coger el aparato con facilidad. El móvil para de sonar. Mi curiosidad por esa llamada no se iba. ¿Y si fuese mi hermano? ¿O mis padres? Aunque el mayor estuviera dándome placer esos pensamientos no se iban de mi cabeza, y no lograba relajarme. Noto como él me agarra dulcemente por mi nuca y lleva mi cabeza hasta que estuviese a la distancia de la mía. Deja su acción anterior para luego hacer que me acueste sobre el suelo, posicionándose él a horcajadas de mi. Acerca su cara peligrosamente hacia la mía, pero mi móvil comenzó a sonar cuando se disponía a besarme. O eso era lo que yo pensaba. Él suspiró con pesadez y yo cogí mi móvil antes de que él volviera a prohibirme que lo hiciera. Se sentó sobre mi cadera mientras me miraba con duda, ya que quería saber de quién se trataba.

-¡Kook! ¿Por qué no me lo has cogido antes?- La voz de Yoongi sonaba por el otro lado, aunque se le notaba extraño.

-Estaba... jugando- Jimin sonríe mientras lleva sus manos por mi abdomen. Yo me muerdo el labio inferior para no gemir.

-¿De verdad? Te noto raro, ¿estás bien?

-Mejor que nunca- Susurra el mayor.

-¿Ese era Jimin? ¿Qué es lo que ha dicho? No lo he podido escuchar muy bien.

-Ahora mismo estábamos echando una partida de fútbol- Estaba nervioso ante el tacto del otro, pero por el momento me podía controlar. Aunque si alguien me estuviese viendo perfectamente se podía notar que yo estaba sufriendo.

-Entonces ¿estás bien de verdad?

-Sí, hyung- Jimin infla los mofletes y me da un pequeño toque en mi entrepierna. Me da un espasmo por su repentino tacto y suelto un pequeño gemido. Tapo mi boca rápidamente.

-¿Kook? ¿Te ha pasado algo?- Iba a hablar pero Jimin cogió mi móvil y se lo acercó a la oreja.

-Hyung, ahora mismo nos íbamos a disponer a comer, por eso Kookie ha gemido por resignación. Lo que pasa que no se atreve a decirte que vamos a comer porque le da pena tener que cortar tu llamada.

-Ah, mi pequeño es tan inocente y mono.

-Yo no soy nada de eso- Me quejo. Yo no quiero que me traten como a un niño pequeño. Jimin sonríe.

-Espero que te lo estés pasando muy bien con Namjoon.

-¿Qué...- Solo pude escuchar unas simples palabras de mi hermano antes de que el mayor cortara la llamada.

-Dejémosles intimidad- Jimin aleja el móvil de nuestra posición y vuelve a agacharse sobre mi piel para pasar sus labios por todo mi pecho. Mi respiración se aceleraba cada vez más y comencé a arañar el suelo, aunque esto no impedía que me acelerara más. Jimin empieza a jugar con mis pezones mientras tarareaba una canción. Las vibraciones que producía eran insoportables, provocaban que gimiera más aún. Pero por lo menos yo no era el único que se estaba excitando con todo esto. El mayor soltaba pequeños suspiros al oírme y al sentir su entrepierna rozar contra uno de mis muslos. Jimin se alejó de mi para poder desabrochar mis pantalones y quitármelos sin ninguna dificultad. Se lamió los labios al quedarse mirando mi entrepierna por encima de mis calzoncillos. Yo giré la cabeza hacia uno de los lados para no hacerle frente. Mi mente en esos momentos estaba luchando internamente contra el placer que sentía. No estaba muy seguro de si de verdad quería hacer esto. Nunca lo había hecho, y menos aún había llegado a pensar que sería con un chico.

Cuida de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora