Es sólo una palabra - One Shot (Wigetta)

Es sólo una palabra

- Las fans se vuelven locas cuando pasa algo w...- Guillermo se queda en silencio al tener que pronunciar esa simple palabra, aún se pone nervioso con esto por más que intenta superarlo. El directo ya había terminado hace 10 minutos, y la emoción aún se hacía notar por las redes sociales; muchísimas teorías y cosas que confirman Wigetta siempre estuvieron presentes, pero ahora abundan mucho más. Los dos muchachos siguen sorprendiéndose por tanta emoción con algo tan simple como un abrazo o algo parecido. Se imaginan el momento en que hagan pública su relación, caos total.

- Vamos hombre, dilo, lo dijiste en el directo, ¿por qué no lo dices ahora que estamos solos? - Samuel lo mira sonriendo, con un toque de burla. A él le encanta que su compañero se ponga nervioso por este tipo de cosas, aunque a Guillermo le fastidie.

- Ya sabes que... me pongo...

- ¿Nervioso?

- Sí - Admite frustrado Guillermo.

- No tienes por qué estarlo, chiqui... - Samuel se levanta de su asiento y se acerca a Guillermo, quien inmediatamente se ruboriza al tenerlo tan cerca. Aún no se acostumbra al hecho de que Samuel sea su novio, aunque eso le haga el hombre más feliz de la Tierra. Sus rostros, separados tan solos por unos cuántos centímetros de distancia, sus respiraciones mezcladas, y sus ojos fijos en los de otros creaban la escena perfecta para una romántica película.- ...es sólo una palabra, vamos, dila.

- Para ti será solo una palabra, para mí es...

- ¿Es...? - Replica burlón Samuel, acercándose cada vez más a los labios de Guillermo, pero sin rozarlos aún, torturándolo con cada centímetro que rompe.

- No me hagas decir cosas cursis - Guillermo intenta alejar a su atacante, pero por más fuerza que aplique, no puede con él.

- No lograrás salir hasta que digas Wigetta - Samuel se acerca más hasta acorralar completamente a Guillermo, quien casi ni puede mover sus brazos para un fallido intento de escape.

- Venga, Vegetta, déjame salir - Guillermo intenta decir esto con toda naturalidad posible, pero es inevitable que su voz salga con un deje de nervios. Tener a Samuel tan cerca le provoca unos escalofríos por la espalda, y esa extraña sensación en el estómago. ¿Mariposas le dicen? Pues parecen dinosaurios.

- Venga, Willyrex, di Wigetta - Lo imita burlón.

- Sabes que no puedo -

- Claro que puedes -

- Pero me cuesta mucho... ¿puedes alejarte un poco de mí? - Intenta voltear la cabeza para mirarlo a los ojos, pero se le hace casi imposible por lo apretado que lo tiene su compañero.

- Sabes que no puedo – Repite, intentando imitar a la perfección la voz de Guillermo, lográndolo un poco.

- Sí que puedes, me estás haciendo daño - Aunque eso es una total mentira. Pero podría haber funcionado de haber sido otra persona la que lo acorrala, y no Samuel, quien sabe medir sus fuerzas.

- Sé que no te estoy haciendo daño, pero me cuesta mucho - Nuevamente imita, burlón. Guillermo comienza a aburrirse, no le gusta la poca paciencia que tiene.

- Venga, quítate de encima – Ordena.

- Repite después de mí, ¿vale? - Le dice Samuel como si estuviera hablando con un niño pequeño.

Guillermo bufa, molesto, y asiente, con tal de que lo deje libre de una vez por todas.

- Wi... - Empieza Samuel.

- Wi...- Lo imita Guillermo, sintiendo desde ya sus mejillas arder.

- ge... – Continúa Samuel, con toda naturalidad y calma posible en un ser humano. A veces Guillermo envidia eso de él, pero en el buen sentido.