Satou
Es bueno tener un día normal y tranquilo. Tal y como dice Kusuo.
Es un poco cruel que el único poder que tengo es que soy completamente normal y genérico en todo. Eso para nada es un alago. La mayoría de las personas decían que era muy simple, aburrido, fácil de olvidar. Dolía, pero ahora entiendo que lo que me decían era verdad.
No tengo nada característico ni especial.
No soy especial.
No soy especial en nada.
:- me puede traer más cervilletas?—
Satou:- claro— dije con una sonrisa.
El trabajo me ayuda a olvidar las cosas, no es tanto por el dinero, sino por algo que me distraiga y no preocuparme tanto como dice Saiki.
Fui por más cervilletas al mostrado y se las pase a la chica en la computadora.
:- gracias —
Satou:- para servirle—
Desde el incidente con su hermano a estado más cariñoso, lo cual no me molesta para nada, me gusta que me deje abrazarlo y besarlo, pero es obvio que actúa así porque se siente culpable de lo que me hizo Kusuke.
No lo niego, si me dejo algo tramado todo eso. Cuando fui con Aki a recoger sus estudios vi a una doctora con una jeringa y me asuste. Se que todo esto no es culpa de Saiki, el ni siquiera sabía que su hermano estaba en la ciudad, pero es obvio que intenta compensarlo.
:- me trae una rebana de pastel de chocolate y ...— giro hacia su pareja — tu que vas a querer amor?—
:- un flan y una mentada — abrazo el brazo de la chica — para compartir. —
Satou:- en seguida se los traigo— Termine de tomar nota y fui a la siguiente mesa.
A pesar de siempre estar solo este lugar no significa que no venga gente de ves en cuando y parece que hay es uno de esos días donde se ponen de acuerdo para llenar el lugar. Como dije, normalmente está vacío, por lo cual hay veces en las que Mera y yo nos turnamos, ella tiene como otros 13 trabajos a parte de este así que la cubro. Pero porque justamente que hoy viene más gente tenía que faltar y dejarme todo a mi. Cuando estamos juntos yo me encargo de la cocina y ella de las mesas.
Tampoco es como que estemos a reventar, son como 8 mesas ocupadas, pero no puedo ir a cocinar y tomar órdenes al mismo tiempo sin que un cliente se me vaya. Así qué no se como le estoy haciendo para mantenerlos ahí.
Estoy en la cocina preparando el omelet con una mano y con la otra estoy sujetando la tapa de la licuadora para que no se caiga el chocomilk.
Después de una mancha en mi mandil y una quemada en el sarten salí con las charolas en las manos llenas. Me movía de un lado a otro intentando no perder el equilibrio y romper todo.
A veces envidio los poderes de Saiki.
¿no podríamos cambiar de poderes por un día?
En eso se escuchó la campana de la puerta indicando que otro cliente había entrado.
Saiki:- "hola"— dijo levantando la mano saludandome.
Hablando del chico más lindo de todos.
Satou:- hola—
Siempre es un alivio verlo. Además me alegra ver que lleva la pulsera que le regale.
Satou:- que quieres que te...—
:- mesero, mi te se va a enfriar —
Saiki:- "puedo esperar. Tu termina de atender"—
Le quería decir que no, que él era prioridad pero realmente necesitaba entregar esta orden y regresar a la cocina o el arroz se me iba a quemar.

ESTÁS LEYENDO
Un omega peculiar
FanfictionSaiki Kusuo es un omega que se hace pasar por un beta hasta que es descubierto por un chico beta común. Las feromonas de Kusuo son atraídas por ese beta que huele a gelatina de café.