𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖔𝖈𝖍𝖔

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Estaba avergonzado.

Los días habían pasado desde esa vez donde Jimin escuchó esa incomoda conversación con Jungkook y para mi suerte había podido evitar ir a casa de los Park por casi una semana. Lamentablemente no pude esconderme por más tiempo que ese.

Cuando el sábado llegó nuevamente, la llamada de Jungkook a primera hora de la mañana no se hizo esperar. No hubo una disculpa, una explicación ni nada parecido, él simplemente me indicó que fuera a su casa a la hora del almuerzo porque sus padres querían verme.

Pensé seriamente en negarme, quizás mostrar un poco de mi orgullo y mandar a Jungkook al diablo, aclararle que no sabría nada de mí hasta que no me pidiera perdón por la forma en la que me trató en aquella última llamada.

Sin embargo todo eso fueron simples ideas tontas de mi cabeza y, al final, a las doce en punto terminé entrando a la mansión de los Park, con una sonrisa radiante y el corazón acelerado a mil con la simple idea de curzarme a Jimin.

Fue Jennie quien me había recibido, con una pequeña sonrisa que delataba la tristeza al verme ahí nuevamente, pero aún así ella me abrazó como saludo y me dejó entrar.

───Mi padre este fin de semana está de viaje pero mamá está aquí. Jungkook aún no llega del gimnasio pero no debe de tardar demasiado.

Asentí mordiéndome la lengua cuando estuve a punto de preguntarle por Jimin, así que simplemente suspiré y ordene mejor mi próxima pregunta.

───¿Puedo preguntarte algo, Jennie? Pero si te incomoda o compromete, no respondas.

───Claro, dime.

Miré alrededor de los pasillos asegurándome que sólo éramos nosotros dos.

───¿Realmente crees que Jungkook esté en el gimnasio?

Ella se tensa pero no detiene sus pasos, sólo baja su mirada y guarda silencio por unos segundos, seguramente pensando en qué responder. Al final sólo suspira y alza la vista, mirándome de reojo.

───Escuché que hablaba con alguien antes de salir, sobre encontrarse en "el lugar de siempre" ───hizo comillas con sus dedos───. Estoy segura que hablaba con ese estúpido omega, sin embargo no puedo asegurar nada porque sólo pude escuchar eso y aunque intenté preguntarle, sabes cuál fue su respuesta.

Lo sabía, siempre decía lo mismo: "No es tu problema" o "no es asunto tuyo".

───Entiendo. Gracias por responder.

───¿Puedo hacerte yo otra pregunta? ───asentí cuando comenzamos a entrar a la sala y vi que estaba vacía───. ¿Hasta cuándo piensas aguantar esto?

Me giré a verla sorprendido. Jennie había dejado de hacerme ese tipo de preguntas desde hace tiempo, cuando le pedí que lo dejara y se manteniera fuera del asunto por su propio bien.

Suspiré.

───Lo sabes, no es sencillo.

───Sólo busca un alfa que pueda darle a tu familia lo mismo que Jungkook y listo, él está haciendo lo mismo.

Apreté los puños cuando la imagen de Taehyung llegó a mi cabeza.

───El omega con el que Jungkook está no tiene ni un cuarto del dinero que mi familia tiene. No sé cuál es el plan de tu hermano pero si cree que así podremos salir de esto, se está equivocando.

───¿Ya lo conociste?

Jennie se veía sorprendida por la noticia. Volví a suspirar.

Hubiese sido mejor quedarme en casa.

───Sé quién es, sí.

───Entonces por qué no-

───¡Yoongi! ───la voz de la señora Park se escuchó por toda la sala y Jennie se quedó callada automáticamente cuando su madre llegó a nuestro lado───. Que lindo verte por aquí, estos días estuviste desaparecido.

Giré hacia la señora Park y le regalé una sonrisa.

───Estuve ocupado con la universidad pero me tomé el día para venir a verlos.

───Oh que lindo de tu parte querido, lamentablemente Jennie y yo nos estamos yendo a una reunión importante con unas amigas y llegamos tarde.

Jennie alzó una ceja como si ella no estuviera al tanto de todo ese asunto.

───No se preocupe señora Park, puedo irme a casa y volver después.

───¡Oh no, no! Jungkook debe de llegar en cualquier momento, no te preocupes espera aquí, es tu casa también.

Y rápidamente ella se despidió de mí y tomó a Jennie de los brazos para arrastrarla fuera de la mansión y yo, confundido quedé en la sala, solo y sin saber qué hacer.

Estaba pensando seriamente en irme a mi casa sin embargo algo me decía que debería de quedarme así que resignado saqué mi celular para pasar el tiempo. Me había quedado sentado en el sillón viendo videos al azar cuando una notificación llegó a mi celular, una pequeña alarma que me tenso todo el cuerpo.

Cuando empecé a salir con Jungkook, sus días de celo eran un tema sensible para él, le daba demasiada vergüenza decime que estaba en esos días por lo que yo, como todo tonto enamorado, había programado una alarma para que me avisara cada vez que él entraba en celo para ayudarlo sin que tuviera que pedírmelo.

Esa alarma estaba sonando ahora.

Miré hacia el pasillo, pensando que Jungkook llegaría en cualquier momento, sudado, caliente y con ganas de tener una buena ronda en la cama como solía ser antes, sin embargo me burle rápidamente de esos pensamientos.

Jungkook salía del gimnasio a las once de la mañana, tardaba menos de media hora en llegar a su casa en su moto. Él obviamente no iba a venir y él obviamente no iba a buscarme para pasar su celo cuando ya tenía a alguien más.

De pronto el comportamiento de la señora Park tuvo sentido en mi cabeza. Ella quería dejarme a solas con Jungkook.

Rodé los ojos y me puse de pie, listo para irme a mi casa pero de repente el ruido de unos pasos en las escaleras me hizo girar.

───¿Yoongi?

Pasé saliva.

Jimin, Park Jimin estaba de pie junto a las escaleras, no muy lejos mío, mirándome entre dormido y sorprendido, vistiendo apenas unos ligeros short de lino.

¿Acaso ese hombre duerme así? ¿Por qué nuestros encuentros siempre eran con él casi desnudo? No ayudaba a mis pobres hormonas.

───Ho-hola Jimin.

Jimin se acercó un poco, sólo unos pasos pero yo pude percibir rápidamente el fuerte aroma saliendo de él y me quedé estático.

Jimin también estaba en celo.

𝗙𝗔𝗟𝗦𝗘 ─── 𝐉𝐢𝐦𝐒𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora