Dos : "Pruebame."

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Al día siguiente, luego del "incidente" de esa noche, me levanté con mucho miedo. Temía que me creyeran loca, pero estaba segura de lo que había visto y no podía ignorarlo.

Luego de dejar a los niños en la escuela como todas las mañanas, fui al Psicólogo y en la sesión de 40' le conté lo que había sucedido.

Él simplemente me miró sonriendo y dijo que debía aprender a ignorar las ideas de mi cabeza.

Salí del consultorio decepcionada, había pensado que él me podría ayudar a resolver esto, pero en vez de ello, me tomaba como una paciente loca más.

Ya en mi casa, me dirigí al sótano. Tomé la caja en mis manos y la abrí de nuevo. Los recuerdos volvieron a mi mente, tomé el "beso" de Peter y me lo coloqué en el cuello.

Cerré la caja y bajé al comedor. Los niños ya habían llegado. Salí a recibirlos y saludé al chofer como siempre.

Les di una pequeña merienda y luego los vestí para que Amanda fuera a Fútbol y Christofer valla a clase de piano.

Me quedé en la clase de Amanda y luego buscamos a Chris en su clase.

Cuando llegamos, cenamos pizza todos juntos y luego la misma rutina de todos los días. Amanda sin querer bañarse, Chris encantado de hacerlo, ella ganando un dulce y él un resfriado.

Les conté un cuento y los arropé. Verifiqué que la ventana estuviera cerrada y así lo estaba.

Salí de la habitación, me despedí de mi esposo y me dispuse a dormir.

Un tintineo constante me despertó de mi sueño.

Campanita. ¿Cómo no reconocer ese sonido?

Corrí a la habitación de los niños y ahí los vi. Estaban dormidos, pero Peter estaba frente a sus camas con la pequeña hada.

El me miró con una sonrisa y me dijo :

"Voy a llevármelos, espero que no te moleste"-Acariciando la cabeza de Christofer.

"No te los llevarás, no lo permitiré"-Me acerqué a la cama de Amanda.

"No vine hasta aquí en vano y no creo que te animes a volver."

"Pruebame, iré contigo, pero sólo porque no quiero que ellos vallan"-Acepté el reto con una sonrisa.

"Muy bien, pero llevaremos a tus hermanos, quiero verlos."- Puso una sonrisa triste, como si recordara algo.

"Están en un psiquiátrico, nunca lograremos entrar"- Dije recordando a mis hermanos y la vez en que traté de sacarlos de ese horrible lugar.

"Los he visitado miles de veces, tengo bien estudiado el lugar"-Dijo tomando a campanita. "Recuerdas como volar, ¿verdad?"

"Claro, como olvidarlo."

Sin esperar más, tomó a la pequeña criatura y dejó que el polvillo cayera en la palma de su mano, me miró y se acercó. Sonrió con picardía y sopló el polvo, haciendo que este se esparciera por mi cara, tal y como lo había hecho cuando éramos niños.

No tardé en comenzar a elevarme. Miré fugazmente las camas de mis niños y observé que Christofer se removía inquieto. El pánico se apoderó de mi y caí al suelo.

Sin importarle el dolor que me causó la caída, Campanita voló hasta la cama de mi pequeño y comenzó a cantarle una canción de cuna :

"Aquella estrella de allá...
Hoy brillará por ti...
Tu sueños se realizarán...
Siempre ocurre así...
Aquella estrella de allá...
Tiene una extraña luz...
Quizá nunca jamás se irá...
Si es que la sigues ..."

Conocía perfectamente esa canción, así que me uní a ella :

"Brilla estrella, brilla más y sabré donde estás...
Hasta un mágico país...
me guías por el cielo...
Y cuando vas a dormir...
Y el día ya se va...
La estrella te iluminará...
Y siempre brillará..."

Arropé mejor a Chris y miré a Peter. Él tenía los brazos cruzados sobre el pecho y me miraba con una sonrisa triste.

Me incorporé y el se aclaró la garganta. Tomó a campanita en sus manos y volvió a darme una ración de polvillo. Esta vez tardé un poco en elevarme, pero finalmente mis pies dejaron de tocar el suelo.

Volé con torpeza detrás de Peter y Campanita. Al llegar al edificio, Peter me explicó el plan. Él entraría por la tubería del lugar y yo debía pasar por la ventana que él dejaría abierta, para amortiguarles el golpe de volver a verlo.

No me negué a hacerlo, estaba emocionada por volver a ver a mis hermanos.

Peter voló hasta el techo y yo hasta las ventanas, al encontrar la que estaba abierta, entré.

Cuando mis pies tuvieron contacto con el suelo, me estremecí. Estaba descalza y estaba helando.

Caminé con cuidado hasta las camas y no tardé en reconocer a la mayoría de los niños perdidos.

Fui despertandolos uno por uno, hasta que de repente, todos eran niños.

Literalmente, cuando había llegado los había visto como niños, pero no me había dado cuenta. Me miré las manos y noté que eran más pequeñas.

Y allí fue que me di cuenta de la gran verdad. Era una niña de doce años, tal y como Peter me lo había dicho.

Quedé en shock por un momento, hasta que los niños corrieron a abrazarme, mis hermanos de sangre seguían dormidos. Así que los sacudí hasta despertarlos.

Cuando me vieron, comenzaron a derramar lágrimas al igual que yo. No los había visto en años, ya que me habían dicho en la clínica que no debía volver, que les hacía mal.

En medio del abrazo con todos los niños, Peter llegó y obviamente, era un niño, al igual que todos.

El me miró confuso, supuse que era por la sonrisa que tenía en mi rostro.

Me acerqué a él y le dije :

"Veo a todos como niños, incluso a ti"

"Por fin entendiste uno de los misterios, ahora faltan los otros..."

"¿A que te refieres?" -Pregunté aún más confusa.

"Ya lo verás" -Dijo con una sonrisa de lado.

Peter saludó a todos y en pocos minutos, nos encontrábamos volando de nuevo en marcha al país de nunca jamás.

Debo admitir que estaba súper nerviosa. Quería saber que otros misterios me revelaría este viaje.

Uno... Dos... Probando...

¡Hola lectores! ¡Aquí les traigo un nuevo capítulo de esta historia!

¿Que creen que ocurrirá? ¿Les gustaría que Peter narre en el siguiente capítulo?

¡Pueden responderme en privado o en los comentarios!

Cambio y fuera.

*Se va acariciando a Risón*

Peter Pan : El regreso de Peter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora