ੈ♡‧₊˚ Después de cinco años de noviazgo y uno de matrimonio, Samuel y Rubén Dobluque tienen el sueño de formar una familia, es por esto que piden ayuda a los Dioses de Karmaland, mismos que les conceden el deseo de tener un hijo con los mismos gene...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Samuel.
Después de un largo día de trabajo, por fin voy camino a casa. Siendo sinceros, en estos últimos días odio por completo venir a trabajar porque se que eso significa estar alejado de Rubén, realmente no lo soporto.
No puedo dejar de pensar en Doblas, en su hermoso cuerpo, su lindo rostro, esas tiernas orejitas y colita apomponada de oso y sus boberias lindas... Joder, no puedo dejar de pensar que de no ser por Quackity hubiesemos follado nuevamente esta mañana.
—Que mierda...
Suelto esas palabras al darme cuenta de mis pensamientos. ¿Desde cuando profano tanto a mi chiqui, eh? Maldito Sapo Peta.
Ahora que pienso un poco más en él, recuerdo a ese Rubén tímido que no podía ni hablar conmigo por la vergüenza de tenerme enfrente, aquel chico lindo y tierno que por ser tan bobito olvidó firmar la carta que me envió declarando su amor.
No sé qué haría sin él, es perfecto.
Sonrío inconscientemente al ver nuestra casa a lo lejos, por fin he llegado. Estaciono la moto fuera y tomo las llaves para entrar a casa. Noto como todo está en silencio, lo que es extraño porque mi chiqui siempre pone música a todo volumen, debe ser por que está cuidando a Titi o porque el bobo de quedó dormido.
Inmediatamente abrir la puerta, puedo notar que Rubén no está en casa, pues no percibo su aroma. Intento llamar a su móvil, pero su tono de llamada suena en la habitación así que no lo llevó con él.
Tan sólo unos minutos más tarde, su dulce aroma a fresas se percibe a una distancia no tan larga. Sé que ahí está, así que salgo a buscarlo pues realmente necesito verlo. Al caminar en dirección a él, puedo notar que no viene solo, está acompañado de un chico que jamás en mi vida había visto. Dios, ¿Este qué?
—Oye.. Ya te dije que no estoy interesado, por favor vete o llamaré a la policía. —Escucho la voz de Doblas un tanto molesto.
—Ohh vamos, por favor dame una oportunidad. No puedo creerme el cuento de que estas casado a tan corta edad.
—Joder, que molesto.
—Anda ¡Sal conmigo!
Noto como el gilipollas toma su brazo, este hombre esta muerto. Camino rápidamente hasta donde se encuentra Rubén, no sé porque de un momento a otro me siento tan molesto, realmente quiero golpear a ese estúpido en la cara.