Charlotte Laville, una chica que no necesita trabajar, la fortuna que sus padres han conseguido con la empresa de la familia es más que suficiente para mantenerla a ella y a otras 3 generaciones más. Joyería y accesorios Laville. Pero ella no quiere...
El día de la fiesta de Halloween fue como en el cumpleaños de Chan Sik. Todo mucho andaba apresurado acomodando y preparando las ultimas cosas, la casa estaba muy ruidosa, pero lo bueno de esta vez, es que mis padres sí pudieron venir.
Mi disfraz era algo sencillo pero lindo creo yo, me disfracé de Mima Kirigoe de la película de Perfect Blue, me alacié el cabello y me manché mis guantes y medias con un poco de sangre falsa.
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Bajé antes de que todos los demás al parecer, así que caminé hacia la entrada sirviendo como staff aunque no lo fuera, saludé e indiqué por dónde ir a los que llegaban.
Mamá y papá no tardaron mucho en bajar, mi madre iba disfrazada de vampiro, compró un vestido negro de estilo victoriano, se maquillo excelentemente bien y se puso dientes postizos, mientras que mi padre iba disfrazado de un ninja, con una catana muy bien elaborada, con una mascara y heridas falsas en el rostro.
—Vayan a su mesa, ahora los alcanzo -dije después de saludarlos
Pensé que irían directo a la mesa, pero en su camino se encontraron con los padres de Jungkook, así que yo me alejé de la puerta para buscarlo a él.
Me detuvo a los pies de la escalera y me crucé de brazos al verlo en lo alto.
—¿El príncipe de Cenicienta? -pregunté
Bajó las escaleras exagerando un tanto sus movimientos como si fuera el príncipe de una película antigua, cuando todos exageraban las expresiones porque recién pasaban del teatro al cine.
—Realmente no lo sé -admitió cuando llegó a mi -simplemente sé que es un príncipe
—Te ves bien
Me tomó de la cintura y me dio un beso en los labios.
—Gracias, mi señora
Dio un paso hacia atrás mientras me tomaba de la mano y admiraba mi vestido -eres una muy bella Mima Kirigoe
—Mmm gracias por reconocer al personaje
—Claro que sí, es una buena película
De la mano, caminamos al salón donde nuestros padres al vernos juntos hicieron un alboroto, claro, ellos son los mejores amigos y el hecho de que sus únicos hijos sean pareja, a ellos al parecer le emocionaba demasiado. Aunque, claramente, preguntaron por Oliver llevándome a un rincón del salón, tuve que decirles que se los explicaría con más calma en otro momento, solo así me pude librar de ellos.
—Ahora vengo -dije
Jungkook y yo disfrutábamos de la fiesta mientras que nuestros padres se ponían al tanto de la vida de cada uno sentados en la mesa.
