XXXIV

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La música del piano se escuchaba por el largo e iluminado pasillo de casa haciendo que mis pies me guiaran por el camino correcto hacia la música cuando casa paso que daba el sonido solamente se hacía más fuerte.

Llegué a una puerta alta de color blanca, entré y lo que mis ojos buscaron primero fue a la persona responsable de la música.

—Pensé que estabas estudiando en la biblioteca -dije

—No -la música no se detuvo y ella habló por encima de la música con una sonrisa -me tomé un descanso

Tomé una silla y la coloqué a un lado del banco del piano donde Lucy estaba sentada.

Me gustaba venir al piano y escucharla tocar, me gustaba como sus ojos miraban concentrándose el ir y venir de sus dedos mientras presionaba las teclas.

Cuando nos casemos, le pediré que toque una melodía todos los días por el resto de mi vida.

—He visto que tu padre te ha hecho acompañarlo al trabajo ¿Estás bien con eso? -preguntó

—Hemos ido a recibir los barcos con los cargamentos de vinos, no es nada pesado, simplemente contar la mercancía

—¿Quieres recostarte un momento?

—¿Dónde haría eso? -sonreí

Dejó de tocar el piano y me tomó de los hombros, se hizo casi al final del banco y tiró de mi cuerpo hacía atrás haciendo que mi cabeza descansara en sus piernas, mi cuerpo cupo perfectamente entre la parte sobrante del banco y la silla, aunque mis piernas colgaron un poco, esto era bastante cómodo.

—Puedes dormir un momento si quieres

Cerré los ojos y simplemente dejé que mi cabeza y mi cuerpo disfrutaran de la música del piano, tanto, que terminé por quedarme dormido en algún momento.

No me di cuenta en que instante fue que la música se detuvo, pero lo que sí supe, era que Lucy me besó, no solo un beso único y fugas, no, sentí cómo su cálida mano se posó en mi mejilla y sus labios sobre los míos, besándome suavemente.

Levanté mi mano y presioné su cabeza contra mi rostro.

Si alguien entraba y nos encontraba en esta situación, en el pasado hubiera sido problemático, pero ahora, no lo era, ya no teníamos que escondernos de nadie y eso era bueno, ya no tenía que esconder el amor tan profundo que sentía por ella.

Me levanté del banco y me senté a su lado simplemente para poder seguir besándola. Sus manos se entrelazaban en mi nuca y mis manos la presionaban contra mi cuerpo desde su espalda.

—Cásate conmigo -jadeé

—¿Qué? -se alejó de mí y me miró sorprendida

—Cásate conmigo

—No juegues con esas cosas -sonrió

Se levantó del banco y dio la vuelta para irse, pero la tomé de la muñeca y tiré de ella haciendo que chocara contra el piano haciendo que teclas al azar sonara ruidosamente.

—No estoy jugando, estoy hablando en serio, mamá me preguntó cuándo pensábamos casarnos

—¿En serio?

—Sí, cásate conmigo, Lucy -tomé su mano y dejé un beso en el dorso de su mano -me harías el hombre más feliz de la tierra si aceptaras casarte conmigo

—Entonces -acarició mi mejilla con su mano libre -casémonos en cuanto llegue la primavera, siempre he querido una linda boda en un lindo jardín

—Todo lo que desees, lo tendrás, nos casaremos en primavera entonces

Ambos sonreímos y nos besamos. Tomé su cintura con fuerza y acerqué mis caderas a las de ella para aprisionarla un poco más de lo que ya estaba. El piano sonó nuevamente, pero no fue suficiente como para interrumpirnos.

Si algo me gustaba, era besar su cuello, me gustaba la reacción que tenía ella cuando lo hacía, me gustaba sentir su piel en mis labios y oler su perfume, me gustaba cuando suspiraba en mi oído y me gustaba cuando algún gemido se le escapaba. 

Vals de Máscaras (JeonJungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora