Líder de Secta y Psicópata

Líder de secta y psicópata: Capítulo 24

Los días pasaron rápido y la glicina hizo crecer sus ramas, que se doblaban y retorcían al subir al alféizar de la ventana. Era tierna y verde, lucía muy adorable.

Una glicina tan espesa sería sin duda muy hermosa cuando floreciera. No pude evitar imaginar la magnífica vista de todas las paredes exteriores de la casa cubiertas por sus pequeñas flores moradas.

Lamentablemente… por mucho que desee verla florecer el año que viene, me temo que no podré verla.

Estoy perdiendo el control de mi cuerpo y mi fuerza interior también se está disipando poco a poco. Cada vez que el dolor intenso ataca, tarda más y más en desaparecer.

Creo que la causa de mi muerte probablemente será por la pérdida de mi fuerza interna, el fallo de mis órganos internos y, finalmente, morir por vómitos de sangre.

Afortunadamente, el cuerpo de Psicópata está mejorando cada vez más; probablemente esto sea lo único por lo que vale la pena sentirse aliviado.

Me enfermé varias veces en la cama de Xiao Zhongnan. Temblaba de dolor y no podía dejar que mi compañero de cama se diera cuenta, así que luché por levantarme y salir tambaleándome de la habitación. Esperaba a llegar a mi propia habitación antes de vomitar sangre hasta quedar exhausto.

Una vez, el ruido despertó a Xiao Zhongnan, y traté de actuar con fuerza y ​​​​con calma le dije que era solo una urgencia urinaria.

“¿Sudas por todas partes cuando orinas?” Me vio acostado de nuevo y me limpió el cuello.

¿Todo esto es sudor frío que salió de mi cuerpo?

En ese momento todavía me sentía débil. Cerré los ojos y le respondí vagamente: “Hoy hizo demasiado calor”.

Al día siguiente, me enviaron un montón de trozos de hielo a mi habitación. Cuando Xiao Zhongnan durmió allí esa noche, también dejó que la gente pusiera varios cuencos de hielo en la esquina. Hacía un frescor tan agradable que no había rastro del calor.

Después de más de diez días de esto, noté que los días en los que me sentía bien eran cada vez menos frecuentes, así que le dije a Xiao Zhongnan que quería echar otro vistazo a ese gran lago que habíamos visto antes.

Xiao Zhongnan siempre accedía a mis peticiones, por eso me llevó a la pradera esa noche.

Con el cielo como dosel y la tierra como colchoneta, hicimos el amor desesperadamente, en los prados, en el lago, con el cielo estrellado como testigo. Era demasiado maravilloso para expresarlo con palabras.

Con el tiempo que nos quedaba, quería dejar de lado el pasado y dejar mi mente en blanco, necesitaba no pensar en nada y simplemente divertirme con Xiao Zhongnan tanto como quisiera. Después de esto, no importaría si vivía o muería; de todos modos, habría disfrutado mi vida al máximo.

“Después de esta noche, no tendré más arrepentimientos en mi vida”. Aún sentiendo los últimos rastros de placer tras del extasis, me acosté sobre el pecho desnudo de Xiao Zhongnan, con un abrigo arrugado sobre mis hombros.

Me acarició el cabello suavemente, de arriba a abajo, hasta llegar a la cintura.

—Tu vida aún es larga, ¿por qué dices que no te arrepientirás más tan pronto? —Su ​​voz era profunda y ronca, con un poco de languidez saciada.

"Tu vida" aún es larga, pero a mí... no sé cuánto me queda.

Me dolía el corazón, enterré mi rostro en su abrazo y dije: "¿Cómo puedo arrepentirme si puedo abrazar al magnífico Gran Maestro del Castillo Xiao para que se duerma? ¡Cuánta gente me envidiaría, qué afortunado soy!"