Capitulo 3 - ¿Recuerdas la primera cita?

9 0 0
                                    

Y entre esas cosas, había personas. Me rodeaste de amigos, de salidas, de nuevas experiencias y me metiste en esta aventura.

Un año pasó, la secundaria se acabó, y el inicio de otra etapa fue algo tan emocionante. Se que no entramos a la misma preparatoria, fuiste el único de todos nosotros que fue a una escuela diferente, pero aunque no nos veíamos a diario, seguíamos hablando cada noche. Lo recuerdas? Nuestras primeras llamadas eran tan vergonzosas. Me ponía tan nerviosa y me bloqueaba, terminábamos hablando un minuto gastado en frases sin sentido. Pero es que si no oía tu voz antes de ir a dormir, no conseguía el sueño. Incluso ahora, no tengo idea de como le voy hacer después de tu partida.
Y paso medio mes de puras llamadas, hasta que recibí ese mensaje:
"Hey, hola😄 como van las cosas?
Sabes que hoy abrirán un café cerca de donde vives?
Quieres ir? Y si dices que sí, y no te parece mucho, vayamos sólo nosotros dos. "
Mi corazón comenzó a latir tanto, que creo que todos podían escucharlo. No lo pensé dos veces y conteste :
"Jajaja si 😁" Seca como siempre. No hubo respuesta.
Le conté a las chicas sobre esto y por extraño que parezca, nadie se sorprendió.
-Hasta que por fin- Fueron palabras de María.
-Wah, que bien- Con una voz tan suave, fue lo que Jane.
No se si estuvo bien de mi parte hablar de esto frente a Lilian por lo que pasó entre ustedes cuando eran niños. Se que ella y tú, al igual que Sebastián  han estado juntos casi toda la vida, y actualmente me siento celosa por que ellos te han tenido más tiempo, y por como está  nuestra situación, ellos te tendrán aún más.
-Pero te gusta ?
-Claro que se gustan! Acaso no es obvio? - María contestándole a Jane.
-No lo sé, nunca me había gustado nadie antes, así que no estoy segura.
-Pues tan fácil como pensar que es lo que más te agrada de él? Cuales son sus gustos en común? O sus pasatiempos.
Esas tres preguntas me devolvieron a la realidad: no sabía nada de ti. Pasamos más de un año siendo amigos, y hablamos, siempre, pero nunca note que sólo era del día a día, nunca nada personal. Es decir, puedo contestar esas tres preguntas con respecto a Sebastián, porque el es tan abierto que no tengo ni que esforzarme en preguntar, pero tú, tú eres tan misterioso y lejano, que aunque estés conmigo, aún no te tengo completamente.
-Eso no importa mientras la pasen bien juntos, y se apoyen mutuamente.- Y me salve gracias a esas palabras de Lilian. -Y así lo harán, verdad? -
-Es muy rápido para hablar de esas cosas. -Y fingí una risa.
Al llegar a mi casa tenía dos problemas, el primero era saber que ropa usar, y el segundo era conseguir tener una plática personal y privada contigo. Y el tiempo pasaba tan lento y sonó el timbre, y alguien grito que era para mi. Salí rápido pero sin parecer desesperada, o eso creí.
-lista?
-supongo que sí.
"El negro siempre se te va a ver bien" fue lo primero que pensé al verte.
-Sabes, siento que ha pasado tanto tiempo sin verte, pero sigues igual... Aunque no se porqué esta vez estoy tan nervioso. Reíste tímidamente, y guardo esos sonidos en lo más profundo de mi corazón.
-Me pasa lo mismo, sólo que tú sí te ves cambiado! Te ves más maduro! Quiero que me digas que fue lo te hicieron en esa escuela tuya?
-jajaja no mucho. -Pusiste tus profundos ojos negros en mi y luego volteaste al cielo,
Al llegar al café trate de hacerte preguntas de todo, quería saber todo sobre ti.
-Y dices que el basquetbol es tu deporte favorito?
-No exactamente, lo práctico, pero casi no me gustan los deportes.
-Pero tu banda favorita sí es The Pillows.
-No exactamente, pero sí los que escucho en este momento.
-Y tu hermano acaba de entrar a la universidad?
-Hoy no te para la boca, verdad ?
-Ah, lo siento. - Debo admitir que aunque lo dijiste con la mejor actitud, me partiste un poco el corazón. Me hubiera gustado que tú también quisieras saber más de mi. Y así, esa fractura pequeña no se estaría expandiendo hoy.
Más platica del día a día. Más silencios casuales. Más comentarios acerca del café,
De regreso te ofreciste a llevarme a casa, y nos detuvimos en un parque. Un viejo parque que derrumbaron meses atrás de que me dejarás. Se que no te acuerdas aunque te hice ver la noticia en televisión. 
Sentados en esa banca, no era una tarde helada, pero el sol ya no calentaba como días atrás.
-Madeline, te quiero. - Lo soltaste de la nada. Me dejaste sin palabras y con una mirada de tonta.
-Eh?
-Te estoy diciendo que me gustas. Captas?
-Vale, lo capto. Sólo que no se qué sigue.
-jajaja eres increíble. Dime, te gusto?
Pensé en que debía responder, pero no había tiempo de articular un gran respuesta, y termine soltando lo primero que se me vino a la mente.
-A mi me gusta estar contigo, hablar contigo, y reír contigo. Pero...
-Pero?
-No se cuales son tus cosas favoritas, o tus pasatiempos. Ni si quiera sé que es lo que te gusta exactamente, ni lo que te disgusta.
-jajajaja así que esa es la razón de aquel cuestionario. - Siempre encuentras la forma de avergonzarme, pero prefiero que seas tú el que me vea sonrojar, a cualquier otra persona.
-Yo .. Amor leer, y dibujar. Mi grupo favorito es The Pillows, así que, si ese es tu grupo favorito, yo estaré muy feliz, porque tampoco me gustan los deportes. Me gusta la nieve, los días nublados, y llamarte por las noches. Me disgusta sonrojarme siempre, y que me hagas sonrojar con tanta facilidad. -
Y ahí, en ese preciso momento, tomaste mis manos. Pusiste tu frente sobre la mía, y me miraste justo a los ojos.
-Lo siento, pero de ahora en adelante me gustaría hacerte sonrojar más seguido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Es este un final feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora