Capítulo 3

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Cuando, lo que para Ricky el primer día en la universidad había sido eterno, por fin había llegado a su fin. Tomó su mochila y salió a paso normal de su salón no sin antes chocar nuevamente miradas con aquella chica que al mirar por primera vez, había captado su atención sin piedad alguna. Caminó en dirección donde había estacionado su moto, mientras veía que ella platicaba alegremente al mismo tiempo que caminaba junto con los que supuso eran sus nuevos amigos, no apartó su vista de ella sino hasta que la vio desaparecer.

Montó su motocicleta, la encendió e inmediatamente arrancó saliendo hacía su casa. Al llegar, se bajó de su vehículo y lo aparcó en la cochera de su casa empujándola con los brazos a pie.

Buscó sus llaves en tanto caminaba hacia la puerta principal, pudo haber entrado desde el garaje, pero por alguna razón, decidió hacerlo desde la otra entrada.

- Ricky: He llegado madre.- Anunció cerrando la puerta tras de sí.

- Mamá: Hola hijo ¿cómo te fue?

- Ricky:- Encogió los hombros indiferente- Normal mamá.

- Mamá: ¿No te regañaron por haber llegado tarde?- se quedó mudo, ¿cómo era que lo sabía?, se aseguró de no hacer el menor ruido para que nadie pudiera escucharlo en la mañana.- No creas que no me di cuenta Ricky, debo admitir que fuiste muy sigiloso, hasta que sacaste la motocicleta.

- Ricky: Lo siento madre, es que me quedé dormido- rascó su cabeza con la mirada baja.

- Mamá: Esta bien Ricky, pero que sea la última vez, si vas a dormirte tarde, debes de enfrentar las consecuencias.

- Ricky: Si mamá.- Le dio un beso en la mejilla y subió su habitación.

- Mamá: Ya casi está lista la comida Ricky.

- Ricky: Está bien.

Al dar las 4 de la tarde, el padre de Ricky ya había llegado y todos estaban sentados comiendo, mientras hablaban cómo había sido su día, Ricky no había dicho mucho, sólo que había conocido a sus compañeros (lógicamente) y que los habían hecho presentar unas tres veces, sólo los profesores que parecían un poco más buena onda que los típicos antipáticos y amargados, y les habían dado los temas del próximo curso.

Terminando de comer, Ricky subió nuevamente a su recámara a estar un poco de ocioso, escuchando música, mirando la computadora y poniéndose en contacto con algunos de sus viejos amigos y otros nuevos que había hecho en su primer día, sólo que algunos más grandes que él o de diferentes clases.

De un momento a otro se le vino el recuerdo de aquella chica de ojos de color como el chocolate, y desde ese momento no pudo dejar de pensar más en ella, no sabía que tenía, pero definitivamente le había cautivado desde el primer momento en que la vio y conectaron miradas, vaya que no podía olvidar su primer encuentro con esos grandes ojos delineados por ambos párpados resaltándolos junto con sus largas pestañas, lo habían dejado absorto y casi pudo jurar que el corazón se le detuvo por unos segundos.

No podía negar que era amor a primera vista, o que más bien había gustado de ella desde ese momento, y no era para menos, pues en el breve receso tuvo un poco de más tiempo para admirar cada parte de su cuerpo, se encontraba en el momento y distancia perfectos para que ella no se diera cuenta, pero sí para que él notara lo atractiva que era, es decir, tenía una cara semi-redonda muy linda y simpática que poseía unos labios carnosos que con tan sólo un vistazo ya deseaba devorar, bajó un poco más su vista y logró admirar que el volumen de sus pechos no era exagerado ni muy discreto, era perfecto para sus ojos. Cuando la observó de pie, también se percató de que tenía un muy bonito perfil de cuerpo completo; su cabello le llegaba un poco más debajo de los hombros, era castaño y lacio, y conforme su mirada descendía, se quedó con la boca seca, sin intentar evitarlo, no apartó su mirada de su lindo trasero y largas piernas, pues esos jeans entallados que las abrazaban, la favorecían por completo. Tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para apartar su mirada antes de que se dieran cuenta que la había estado mirando de una manera no muy educada que digamos. Así que volvió a pasear su vista por todo su cuerpo notando también que era delgada, y que tenía muy hermosas curvas, por cualquier lado que le buscase siempre encontraba una. En definitiva la chica era preciosa y ardiente, o al menos para Ricky si lo era.

Se obligó a apartar semejantes pensamientos de su cabeza sin mucho éxito, si no iba dejar de pensar en ella por lo menos trataría de hacerlo de otra forma, así que se concentró en recordar su mirada y rostro.

Ya habían pasado cerca de 2 horas y media y aún no lo podía apartar de su mente, intentaba ver la televisión, escuchar música o jugar play station, pero todo fue en vano, nada le quitaba de su cabeza la imagen de la chica hermosa. Por momentos se debatía en mandarle una solicitud de amistad en Facebook, pues había oído "sin querer" cómo intercambiaba contactos con sus amigos, acercándose a ellos disimuladamente para poder escuchar mejor, y cuando ella dijo el suyo, lo anotó rápidamente en su celular fingiendo que mandaba un mensaje de texto, gracias a Dios que nadie sospechó de él en ningún momento.

Sin embargo, decidió mejor no hacerlo aún, pues ella pensaría que era un completo loco maniático, ya que por obvias razones no sabía que tenía su contacto ni mucho menos el cómo lo consiguió, además ni siquiera llegaron a hablar, a pesar de los esfuerzos de Ricky por ser valiente, no pudo hacerlo, y si no era por eso había otras razones por las que al final no podía dirigirle la palabra. Todo el día estuvo tratando de entablar conversación, la cual nunca apareció ni siquiera con un "hola". Se sentía impotente e inseguro, había algo y no sabía muy bien qué, que no lo dejaba hablar con ella, tal vez sentía mucho miedo de que los nervios pudieran con él y decir algo estúpido e incoherente, y el recuerdo de la buena vista que había tenido en el receso empeoraba las cosas. Decidió que lo mejor era no hablar con ella por el momento, y que las cosas se darían por sí solas en su momento. Después de todo sería su compañera por los próximos 5 años, y se conformaría con verla y admirarla en secreto durante las clases y receso. Se sentía a gusto con por lo menos saber su nombre y así se ahorraría la vergüenza de preguntárselo. ______, la chica que algún día tendría a su lado. Se juró antes de cerrar los ojos y caer en un profundo sueño.


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⏰ Última actualización: Jul 23, 2015 ⏰

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UN ESPÍA ENAMORADO (RICKY OLSON Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora