capítulo 40

7 1 0
                                    


Mucho tiempo atrás ♠

— Buenas tardes señor, ¿cómo le va? — Intenta crear una atmósfera amistosa, la cual no cuaja debido a la sería expresión del hombre frente a él, finalmente sale su enamorada rompiendo la tensión.

— Ya papi, — Ríe un poco — No lo veas tan mal, parece que no te agradara — Deja un tierno beso en su mejilla.

Baja los pequeños escalones con su novio y se gira nuevamente a ver a su padre.

— Te quiero aquí a las 10:00, ni un minuto más tarde.

— Copiado — Ríe haciendo un gesto militar mientras le guiña el ojo.

Los jóvenes enamorados se alejan de la entrada y se suben a una motocicleta, y se encaminan a su destino.

El padre no muy contento entra de retorno a su casa donde lo espera su esposa en la sala para cenar juntos.

— ¿Ya se fue victoria con ese bueno para nada? — Espeta la mujer con desagrado al ver a su esposo tomar asiento.

— Si ya se fueron, de verdad no entiendo cómo a mí hija le puede gustar un muchacho así, a leguas se ve que no es una persona recta en la vida.

— No, lo que yo no entiendo, es como tú la dejas salir con él — Empiezan a comer.

— Porque quiero que se de cuenta por si misma que no es hombre para ella. — Continúan comiendo en silencio.

                              ***

— Oye mi amor — Lo mira a los ojos, a esos ojos azules que la enternecen.

— Dígame, mi preciosa hada del bosque — También hace contacto visual con esos ojos verdes que lo teletransportan a una dimensión alterna, esa en la que solo existen ellos dos.

— Se que aún estamos muy jóvenes para pensar en tener hijos, y así, y que tampoco podemos practicar — Ríe pícara — Pero... ¿Me prometes ser el padre mi primer hijo? — Juega con sus dedos.

— Por supuesto que si mi amor, del primero y de todos los que quieras — Sonríe abiertamente acariciando su mejilla.

Ella le devuelve la sonrisa y se sumergen en un largo pero tierno beso.

— Es más, prometo estar contigo para toda la vida — Se abrazan viendo al cielo, y uno de los dos se percata de la estrella fugas que va pasando sobre ellos.

— Mira mi amor, pide un deseo.

— Está bien — Aprieta los ojos Contorcionando la cara y relaja la expresión nuevamente.

— ¿Qué pediste?

— Si te lo digo no se cumple.

— Esteban!! Dime.

— Está bien Vic, pedí... que nunca dejes de amarme.

Que nunca dejes de amarme...
  Nunca dejes de amarme...
     Dejes de amarme...
        Amarme...

        Actualidad

Victoria despierta de golpe agitada, ese sueño tan extraño y tan inusual.

Sus ojos se cristalizan al recordar lo que soño.

Victoria palacios

¿Por qué? ¿Por qué se me tienen que aparecer recuerdos de mi noviazgo con ese ser? Justo ahora que quiero intentar algo de verdad con Orlando, se me aparece tu recuerdo Esteban, el recuerdo de ese Esteban que si me amaba, o que al menos se esmeraba en fingir que lo hacía.

Alicia, Amor Y Obsesión ★las Cosas No Siempre Son Lo Que Parecen★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora