»5«

4.3K 148 8
                                    

22:00 pm, al fin viernes, y al fin finaliza mi horario de trabajo.

Dos semanas desde que vuelvo a casa sola, sin encontrar a nadie, sin esperar a nadie.

—Bien chicas, nos vemos el lunes —me despedí de algunas de mis compañeras.

Trabajo en Victoria's Secret, como vendedora.

—Esperame salgamos juntas, está oscureciendo.—Me pidió mi compañera Lily, tomé el bolso y al igual que ella nos preparamos para salir en una fría y oscura noche.

—Adios nos vemos lindas —saludé a mis otras 3 compañeras antes de que Lily y yo salgamos.

—Joder si que está frío—dijo cerrando su gran tapado, asenti tapándome la boca con mi bufanda.

Mire a mi alrededor, solo algunos autos estacionados y la calle bien iluminada. Lo bueno de L.A es que siempre hay gente por todos lados.

—Dime ¿como has estado?—inicio conversación Lily en el camino al metro.

—Sola pero bien ¿y tú?

—Bien bien, Tim me mantiene bastante agotada pero bien—sonreía ilusionada, me encantaría poder sentir esa ilusión.

—¿Cuantos años tiene ya? ¿5?—traté de recordar la edad de su hijo.

—4—volteo a mirar atrás.—camina más rápido.—susurro apresurando el paso, frunci el ceño en señal de preocupación y me voltee. Un auto negro estacionado en la calle. —No mires.

—¿Que? ¿Que tiene?—pregunté preocupada y asustada.

—Nos viene siguiendo desde el local, es el mismo auto que vi allá.

—Lily todos los autos se parecen—rei aliviada, tratando de converserme más a mi misma que a Lily.

—Ahi se acerca, disimula.

El auto se acerco hasta andar casi a nuestra velocidad. Tocó bocina pero lo ignoramos, apresuramos aun más el paso, ahora si tengo miedo, ahora si estoy muy asustada. Mi celular sonó. Atendí sin ver quien era.

—¿Quien?

—Sube al auto—ordenó.

—¿Eres tú?—me sorprendí, mire al auto pero todo polarizado era imposible ver algo. Toco bocina de nuevo.

—Sube, sin tu amiga no quiero que me reconozca.

Mire a Lily, estaba horrorizada en cualquier momento se echaría a correr, paré en seco tratando de disimular.

—¿Eres tú? Debiste decírmelo casi me hecho a correr del susto—hable más fuerte para que Lily me escuche, ella me miraba atenta tratando de entender de que hablaba y porque no avanzaba.—¿QUE PASO QUÉ? Enseguida subo.

—¿Con quien hablas?—preguntó sorprendida.

No puedo creer que caí tan bajo.

—Mi cuñado es el idiota que nos seguía—salude al auto y tocó bocina—mi hermana está en el hospital necesito ir a verla.—trate de sonar desesperada.

—Si claro, vé, por dios esperó que todo esté bien.

—Lo estará, siento no poder alcanzarte hasta tu casa—grite mientras me subía al auto—adios Lily nos vemos.

Me arrepentiré de esto.

—Eres difícil de encontrar.—arrancó.

—¿Acaso me espías?

—Un poco.—admitió con orgullo. Me acomode en el asiento tratando de ponerme el cinturón.

—¿Quieres mi dirección o ya la sabes?—pregunte irónica, me miro de reojo, y dios, olvidaba que tan sexy era, como en la televisión está de traje pareciendo un importante hombre de negocios.

—¿Puedes dejar de ser tan agresiva? Me costo mucho encontrarte y no es como me imaginaba que me recibieses.

—¿A no? ¿ Y que imaginaste?

—Para empezar , tu estabas encima mio, yo te besaba y adivina ¿que?

—¿Que?

—No tenias ropa—me escaneo con la mirada.

Reí ante ese comentario, incluso sentía como me ruborizaba. Trate de calmarme y pensar el que porque estaba aqui, decidí callarme el resto del viaje antes de empeorar las cosas.

Pude divisar mi edificio, llegamos.

—Me gusta más cuando me agredes—se estacionó apagando el motor.

—¿Porque me buscas Liam?—traté de ser precisa con mis palabras.

—Buena pregunta ¿Que me hiciste _______?

—No lo entiendo—frunci el ceño, realmente no entendí a que se refería ¿Que le hice? ¿ le hice algo malo?

—Yo era un chico bueno, fiel. Jamás en mi vida me hubiese imaginado estar en la situación en la que estoy ahora, en toda mi vida nunca había tomado alcohol, a pesar de que ahora puedo hacerlo jamás lo había hecho, hasta que apareciste en mi vida, te necesito, te deseo. Y me tienes como loco pensando en ti todo el día—sonrei mentalmente ante eso—Y me siento mal por Sophia porque jamás hubiese pensando en engañarla pero mira lo que hiciste, y ¿sabes que es lo peor?

—¿Qué?—pregunté ansiosa, me lo comería a besos ahora, pero no quiero empeorar todo, no debo.

—Que por ti lo haría mil veces más.

Sonreí al escuchar eso, me senté a horcajadas sobre él, y lo bese como tanto quería. Su perfume, su sabor. Dios extrañaba tanto su sabor, es tan adictivo. Nos separamos para recuperar aire.

—Entonces hagamoslo—respondí agitada por el beso, sonrió sobre mis labios y volvió a besarlos con necesidad.



Infieles. (liam payne) »Hot«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora