bon soumis ✰ : UzuRen

(☆) . behind the mask

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— Omegaverse : alfa x alfa.

— T!top   K!bottom

— Degradación verbal.

— Juego de rol.

                           LET'S START  
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— Kyojuro, pasa.

El alfa escucha el llamado a través de la puerta que custodiaba, obedeciendo la orden e ingresando a la habitación, topándose con la escena de una linda omega de cabello largo y azabache, levantándose del suelo donde estaba arrodillada ante el príncipe, quien vestía únicamente una bata de tono perlado y detalles dorados que no hacian más que relucir su piel blanca.

Observó con un deje de molestia en su interior como la chica se apresuraba en salir de los aposentos del futuro monarca, siguiéndola con la mirada hasta verla desaparecer al doblar al final del pasillo, quedando los dos solos en la estancia.

— Cierra la puerta —dice el alfa peli blanco desde su lugar, divertido por el ligero aroma a celos que percibe en las feromonas que dejaba escapar inconscientemente el menor.

— ¿Qué se le ofrece, su majestad? —suelta una vez acatada la orden, evitando chocar con la granade mirada dominante.

— Acércate.

Tengen sonríe guturalmente conforme el delgado alfa se acerca hacia él, elevando sus brazos, esperando que el guardia capte la implícita solicitud. Con delicadeza, como quien trata algo valioso e irremplazable, el oji bicolor toma las fuertes pero suaves manos del mayor para ayudarle a colocarse en pie, con la gracia que caracteriza al de mayor altura.

Sus cuerpos quedan frente a frente, separados por escasos centímetros y, probablemente, Kyojuro debería alejarse. Debería brindar la distancia y el respeto que su soberano merece siendo él un simple plebeyo a su merced, sin embargo, su alfa gruñe en su pecho sin poder evitarlo.

— ¿Por qué estás molesto, alfa? —molesta el mayor, la mueca burlona en su rostro siendo visible para el bicolor, quien resopla por lo bajo.

— No tengo razón para estarlo, alteza.

Su cuerpo tensándose inconscientemente al sentir las atrevidas manos del príncipe posarse en su abdomen cubierto por sus ropajes, comenzando un lento recorrido por su cuerpo hasta colocarlas con firmeza sobre sus hombros.

— Mhm... —tararea divertido por lo nervioso que el contrario se muestra ante su toque—. ¿No será quizás... por la omega que estaba brindándome su compañía hace unos minutos?

Tengen rié cuando el aroma a madera del guardia incrementa amargamente, casi como si estuviera en medio de un bosque en llamas, junto a una mueca de molestia casi imperceptible en su rostro. Encantado, el peliblanco brinda una suave caricia a la mejilla del alfa, mordiendo su labio inferior para contener una sonrisa socarrona en su rostro.

— Oh, alfa... —murmura con fingido pesar, formando un leve puchero— pero si no es más que otra concubina que mi padre espera que tome por esposa —espeta indiferente el príncipe, brindando una pesada mirada al menor mientras se acerca a su cuerpo tenso, para susurrar con sensualidad en su oreja— muy a mi pesar, al único que quiero gimiendo y suplicando por mi nudo... eres tú.

Rengoku gimió cerrando sus ojos fuertemente, su cuerpo reaccionando al intoxicante aroma a menta que, tan fuerte como estaba, parecía quemarlo al ingerirlo por sus fosas nasales tras cada inhalación.

Sin embargo, la leve presencia de las dulces feromonas de la omega aún persistían en el ambiente, perseverando su irritación.

— No quiero que me beses después de que estuviste con ella —espeta, molesto.