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*ੈ♡⸝⸝🪐༘⋆*ੈ♡⸝⸝🪐༘⋆-'♡´- ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ————estoy puestapa'l repeat Tú pon la cama, que yo pongo el krippy Para variar, en la playa en RD, Punta Cana En la ventana, mirando la city … Ya sé que, en el amor, somo' un desastre Yo soy bandida y tú eres gánster—— ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
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La primera vez que sentí que estaba perdiendo el control fue en una gira por Bogotá. Había terminado otro show lleno de energía, y como siempre, el camerino estaba lleno de gente: amigos, productores, influencers, y, claro, las peladas. Había una en especial, Natalia, que llevaba rato rondándome. Alta, de cabello castaño, y con una risa que resonaba como si todo lo que decía fuera un chiste.
—Blessd, vení, tomémonos una foto —me dijo mientras acercaba su celular.
Le sonreí y posé para la cámara, pero después de la foto, se quedó pegada a mí. La noté demasiado cerca, y aunque sabía que debía alejarla, no lo hice. Su perfume era intenso, demasiado dulce, y me empezó a marear, pero no fue por el olor; fue por la atención. La manera en que me miraba, como si yo fuera lo más importante en ese cuarto, me hizo olvidar por un momento lo que tenía en casa.
Esa noche terminamos en un after, y aunque intenté mantenerme al margen, el licor no ayudó. Natalia no se alejaba, y antes de darme cuenta, estábamos en un rincón oscuro, besándonos. Fue rápido, torpe, y me dejó una sensación de vacío. Pero al día siguiente, cuando me desperté con su mensaje en el celular, lo ignoré, como si no hubiera pasado.