Una Semana sin ti.

Día 4 sin ti.

La tierra ha gritado bien fuerte tu nombre.

Los planetas han ensordecido al escuchar el grito de tu nombre.

Llevo días luchando contra cada rayo de sol que cae en mi ventana y sobre mi cara, no me gusta, ahora prefiero oscuridad.

He disfrazado tu nombre entre mis poemas y he dibujado en mi almohada el almíbar de tus ojos.

Jengibre dulce me parece tu recuerdo, sí, estás en lo cierto, el jengibre nunca será dulce como tu recuerdo al parecer nunca será olvido.

Un paño tibio se asemeja a tus palabras, ni frías, ni calientes, así de entre ambas y más o menos, ni mucho ni poco, tibio como paño que ayuda a calmar molestias.

A un abismo sin final se puede parecer mi mundo ahora que en mi recuerdo he pretendido olvidarte, sabiendo obvia la necesidad de recordarte aún para escribir de ya no querer necesitarte.

No te has fijado de seguro en lo que he formado entre letras, el acertijo que descifrar difícil para quien no quiere será, más para mi, que en mi intento de olvido te he recordado quedará grabado aún en la penumbra mas oscura de mi alma.

2:54 am, día 4 sin ti, he logrado lo que no imaginaba, he logrado desearte más fuerte y que mi cuerpo te proclame su dios.

De camino se va terminando mi semana, y aún espero con ansias llegue al final el primer día, cuando te conocí y me arriesgue, sin saber que contigo el riesgo sería del todo perder.