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La lluvia caía sin piedad sobre Tokio, creando un ambiente melancólico que reflejaba la tormenta en el corazón de Sae. Desde su apartamento, observaba cómo las gotas corrían por la ventana, sintiendo que cada una de ellas representaba un fragmento de sus emociones. Sabía que algo iba a cambiar esa noche, pero no podía imaginar lo que estaba a punto de escuchar.
El timbre sonó, rompiendo el silencio. Sae se acercó a la puerta, su corazón latiendo con fuerza. Al abrirla, se encontró con ______, empapado y con una expresión que mezclaba determinación y tristeza.
"Necesito hablar contigo." -dijo ______, su voz temblando ligeramente, como si cada palabra le costara un esfuerzo monumental.-
Sae sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había algo en la voz de ______ que le decía que la conversación no sería fácil. Lo invitó a pasar, cerrando la puerta detrás de él.
"¿Qué sucede? Te ves... preocupado." -comentó Sae, su mirada llena de preocupación mientras observaba cómo el agua goteaba de su cabello.-
"Es que... me voy de Japón." -reveló, las palabras saliendo de su boca como un susurro, resonando como un trueno en el corazón de Sae.-
Las palabras cayeron como un rayo en medio de la tormenta. Sae sintió que el aire se le escapaba de los pulmones.
"¿Qué? ¿Por qué?" -preguntó Sae, su voz temblando y su corazón hundiéndose en un abismo de desesperación.-
"Tengo que irme por motivos familiares. No puedo quedarme aquí más tiempo." -explicó ______, la tristeza en sus ojos era palpable, y Sae sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos.-
Habían estado tan cerca, y ahora todo parecía desmoronarse.
"Pero... ¿y nosotros? Siempre hemos sentido algo, ¿no?" -insistió Sae, la esperanza brillando en su voz, aunque su corazón se sentía pesado.-
"Lo sé, y eso es lo que hace esto aún más difícil. Pero no puedo quedarme aquí sabiendo que tengo que irme." -respondió ______, su mirada desviándose, como si intentara escapar de la verdad que ambos conocían.-
Sae sintió cómo una ola de desesperación lo invadía. No podía dejar que ______ se fuera así. Sin pensarlo, tomó la mano de ______, sintiendo la calidez de su piel entrelazada con la suya.
"No puedes irte. No sin que lo intentemos. No sin que me digas que me amas." -declaró Sae, su voz tornándose firme, pero su corazón latía con una mezcla de miedo y anhelo.-
"¿Sae...?" -comenzó ______, pero las palabras se ahogaron en su garganta, y sus ojos brillaron con lágrimas no derramadas.-
La lluvia arremetía contra las ventanas, como un eco de la tormenta en su interior. Finalmente, ______ soltó un suspiro, mirando a Sae con una mezcla de dolor y deseo.
"No puedo seguir huyendo de lo que siento. Pero tampoco puedo quedarme, no así." -dijo ______, sus palabras un grito ahogado, y Sae sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor.-
Con esas palabras, ______ se dio la vuelta y salió del apartamento. Sae sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Sin pensarlo dos veces, salió tras su chico, la lluvia empapándolo al instante.
"¡Espera!" -gritó Sae, corriendo tras ______ por las calles resbaladizas, su corazón latiendo con fuerza mientras la lluvia lo envolvía.-
La lluvia caía a cántaros, pero no le importaba. Solo quería que ______ se detuviera, que lo escuchara.
Finalmente, ______ se detuvo en medio de la acera, girándose para enfrentar a Sae. Ambos estaban empapados, pero la intensidad de la mirada de ______ lo hizo sentir vivo.
"No deberías estar aquí. Es peligroso." -advirtió ______, su voz una mezcla de preocupación y deseo, y Sae sintió que cada palabra lo acercaba más a la verdad.-
"No me importa. No puedo dejar que te vayas sin luchar por nosotros." -afirmó Sae, su determinación brillando en sus ojos, reflejando la tormenta que también ardía en su interior.-
La lluvia seguía cayendo, pero en ese momento, todo lo demás desapareció. Sae se acercó, sintiendo la energía entre ellos vibrar en el aire.
"Siempre he sentido algo por ti. No quiero perderte. Dime que sientes lo mismo." -dijo Sae, su voz un susurro cargado de emoción.-
"Lo siento, Sae. Te amo, pero no sé si eso es suficiente." -respondió ______, las palabras resonando en el aire como un eco de su propia inseguridad, y Sae sintió que su corazón se rompía aún más.-
Sae dio un paso más cerca, sintiendo el latido de su corazón acelerarse.
"¿Y si lo intentamos? ¿Y si nos dejamos llevar por lo que sentimos?" -propuso Sae, su mirada intensificándose, como si estuviera dispuesto a arriesgarlo todo.-
En ese momento, ______ lo miró con una mezcla de esperanza y miedo. Sae tomó su rostro entre sus manos, sintiendo la calidez de su piel bajo la lluvia.
"No puedo prometer que será fácil..." -dijo ______, su voz temblando, y Sae pudo ver la lucha interna que enfrentaba.-
"No importa. Solo quiero intentarlo." -respondió Sae, su corazón latiendo con fuerza, sintiendo que este era el momento decisivo.-
Sin más palabras, se inclinaron el uno hacia el otro, y sus labios se encontraron en un beso lleno de pasión y desesperación. Era un beso que prometía más que solo deseo; era un compromiso de enfrentar juntos lo que viniera.
Sae sintió cómo el mundo a su alrededor se desvanecía. La lluvia caía a su alrededor, pero en ese instante, todo lo que importaba era ______. El beso se profundizó, sus labios se movían en perfecta sincronía, como si siempre hubieran estado destinados a estar juntos.
"Te amo..." -murmuró ______ entre besos, como si cada sílaba fuera un ladrillo que construía un nuevo futuro.-
"No me dejes ir..." -suplicó Sae, su voz un ruego, y la desesperación llenaba su pecho.-
El beso se volvió más intenso, y Sae sintió que su corazón estallaba de felicidad y miedo. Era un momento que había esperado durante tanto tiempo, y ahora que lo tenía, no quería que terminara.
La lluvia seguía cayendo, pero Sae supo que, independientemente de lo que sucediera, había dado un paso hacia el amor que siempre había querido. Al separarse, ambos respiraron entrecortadamente, sintiendo que el mundo a su alrededor se desvanecía.
"Tal vez... tal vez esto sea suficiente." -dijo ______, sus ojos brillando con una mezcla de esperanza y miedo, y Sae sintió que su corazón se llenaba de luz.-
"Es más que suficiente. Ahora no tengo miedo." -respondió Sae, su voz un susurro lleno de determinación.-
Bajo la lluvia, se abrazaron, sintiendo que, a pesar de la tormenta, había un nuevo comienzo esperándolos. La lluvia, que antes había sido un símbolo de tristeza, ahora se convirtió en un testigo de su amor, un amor que, a pesar de las dificultades, estaba dispuesto a florecer.
