Hwang Hyunjin sabía que solo se podía culpar a sí mismo. No te permites endeudarte con un hombre como Lee Felix, por mucho que necesites su ayuda. Como su asistente personal, él era muy consciente de que el CEO de éxito mundial era despiadado e impl...
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Levanté mi vaso alto y tomé un sorbo de mi bebida; el sabor afrutado estalló en mi lengua.
―Me pregunto la sabiduría al poner una alfombra de rayas multicolores. Quiero decir, esto es un bar, las bebidas deben derramarse todo el tiempo. Tendría más sentido tener suelos de madera.
La nariz de Beomgyu se arrugó.
―Piensas en las cosas más extrañas cuando estás bebiendo.
―No, no es así.
―¿No? Hace solo unos minutos, 'reflexionaste' sobre si las personas estarían mejor adaptadas a la vida de adultos si no vieran películas de Disney cuando niños.
―Vamos, esas películas están llenas de tragedia y dolor. La mamá de Bambi murió, Simba vio cómo asesinaban a su padre. Al viejo Yeller le dispararon, una aldea entera fue diezmada en Mulán, la mamá de Dumbo fue encerrada por tratar de proteger a su hijo, la madre adoptiva de Tod lo abandonó en el bosque; está bien, era un zorro, pero había cazadores.
―Esa escena fue triste, pero fue My Girl la que destruyó mi infancia. Quiero decir, ¡el mejor amigo de Vada murió después de ser picado por abejas! Estuve aterrorizado de ellas durante meses después de eso.
―Dios, esa película fue traumática. La parte en la que el pequeño Thomas está en el ataúd y Vada lo pierde y comienza a llorar a mares... seguro que todo me dejó una cicatriz.
Tarareando la letra de la canción que sonaba, miré alrededor del exclusivo bar. Estaba de moda con su combinación de colores rojo, dorado y negro. No estaba abarrotado, pero estaba ocupado. Los clientes bebían, hablaban, se reían e incluso cantaban con la música.
Como había quedado el día anterior, vine aquí directamente del trabajo con Beomgyu y algunos de nuestros compañeros de trabajo. Como me había olvidado de contárselo a Jae y Felix, antes le había enviado un mensaje de texto rápido al conductor, informándole que tomaría un taxi a casa esta noche. También le envié un mensaje de texto a Felix, que asistía a otra cena tardía, para decirle que no volvería a su casa hasta tarde. No había respondido hasta hace media hora, y solo había sido para preguntar en qué bar estaba, sin ningún "pasa un buen rato" ni nada por el estilo.
Beomgyu tomó mi mano y admiró mis anillos.
―Me encantan estos, no sé por qué no me dejas probármelos, te los devolveré de inmediato.
―¿No crees que Felix se volvería loco?
―Él nunca lo sabría.
―Estamos rodeados de compañeros de trabajo que se lo dirían totalmente.
Bajó los hombros.
―Sí, tienes razón ―se inclinó más cerca y dijo ―: Siento que algunos de ellos estén siendo raros contigo, no esperaba eso. No actúan de esa manera en el trabajo.