"Desafinado" Draco x Poco.

Ayúdame a conseguir lo que quiero de ti.

*Con Poco y Draco.*

Otro día más, Poco y Draco casi siempre se quedaban en la casa del otro. Ya era costumbre de los amigos de Draco y Poco verlos juntos, y la gente del Starr Park había empezado a acostumbrarse a la idea de que los dos brawlers que se supone que tenían una rivalidad fuerte casi igualando la de Janet y Melodie eran buenos amigos. Claro, aveces se insultaban de vez en cuando, pero parecía estable.

Aveces, Draco se quedaba en la casa de Poco por algunas semanas, y así al revés. Aunque Poco no tanto, ya que no estaba tan acostumbrado al dragón mascota de Draco, que siempre parecía estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Mientras tanto, Draco estaba disfrutando de un momento de tranquilidad en la casa de Poco. Draco se había recostado en el sofá, con los ojos cerrados, mientras que Poco estaba sentado en una silla cerca de él, mirándolo detalladamente de vez en cuando preguntándose como había llegado a este punto. ¿En que momento había llegado el aquí?

De repente, Draco abrió los ojos y se recorrió donde estaba Poco, mirandolo con una sonrisa. "¿Sabes, Poco?", dijo,

Poco su puso a pensar un momento y se inclinó hacia adelante un poco. "Hm. ¿Y ahora que?

Draco sonrió y se recostó en el sofá otra vez, cerrando los ojos de nuevo. Poco se sentó cerca de él, mirándolo con una sonrisa. "Bueno, Últimamente al quedarme en tu casa siento bastante tranquilidad, es algo que sólo sentía cuando estaba con mi mamá, Ella pues...Hace tiempo no la veo, Tal vez...Y solo tal vez, Podríamos cantar juntos?"

Poco se sorprendió, aunque no parecía mala idea no sabía realmente ya que a la hora de trabajar juntos Draco era un dolor de rodilla. "Lo pensaré."

"Entonces...¿Es un si, cierto? Hm? Hm?" Dijo el pelirrojo, bromeando como siempre, solo para molestar a Poco como de costumbre, aún así quería realmente que el otro dijera que si. No lo aceptaba directamente, pero lo emocionaría que si.

El otro simplemente suspiro, Aún así se rió un poco. "Realmente eres una molestia, ¿No?" Bromeó y se sentó al lado del pelirrojo, encontrando la comodidad en ese momento.

"Je, Puedes decir que si, aún así, así me amas, ¿No?" Draco dijo en un tono sarcástico, pero aún así disfrutando del momento con el chico, así eran los días usualmente. Todo parecía bien y lo disfrutaban hasta más no poder.

Poco sonrió al escuchar la respuesta de Draco, sintiendo una emoción cálida en su pecho. Se abrió un poco más en el sofá, invitando a Poco a acercarse más. Poco, sin pensarlo dos veces, se recostó contra el hombro de Draco, sintiendo el calor de su cuerpo y el ritmo suave de su respiración.

"Realmente eres una molestia", repitió Poco, esta vez con una sonrisa más suave. Draco se rió y pasó un brazo alrededor de Poco, atrayéndolo más cerca.

"Y tú eres un gruñón", respondió Draco, su voz baja y suave. Poco se rió y se acurrucó más contra Draco, sintiendo una sensación de seguridad y comodidad que no había experimentado en mucho tiempo.

En ese momento, el silencio entre ellos se volvió más profundo, más íntimo. Draco comenzó a acariciar suavemente el cabello de Poco, y este cerró los ojos, sintiendo una sensación de relajación y placer. La tensión entre ellos era palpable, pero no era una tensión incómoda. Era más bien una tensión expectante, como si ambos estuvieran esperando algo más, algo que podría suceder en cualquier momento.

Draco continuó acariciando el cabello de Poco, su mano se deslizó hacia la nuca de Poco, y este se estremeció ligeramente al sentir el contacto. La respiración de Poco se volvió más lenta y profunda, y Draco pudo sentir el calor de su cuerpo acercándose más al suyo.