Capítulo 3

3.1K 252 74
                                    

Me quité la camiseta y los pantalones y me puse la ropa que me había dado Konan para dormir. Era de color azul claro con encajes negros y se notaba que era ropa de calidad. Esta organización debía tener mucho dinero... Me eché las manos al rostro y comencé a llorar desesperada. Podían matarme o esclavizarme... O hacerme cosas peores como torturarme. Después de todo no me importaba morir. Yo lo único que quería era no padecer sufrimiento. Me eché pesadamente a la cama y hundí la cabeza en la almohada para ocultar mis lágrimas.

____: ... (Tengo que escaparme de aquí, encontrar la forma de huir...)

En ese instante escuché como la puerta se abría y apreté la almohada con fuerza y nerviosismo.

Deidara: Ya estoy aquí, hum. Un momento... ¿Qué haces? ¿Estás loca?

Deidara se abalanzó sobre mí y me quitó la almohada del rostro. Sin darme tiempo a reaccionar, Deidara juntó sus labios con los míos y espiró airé en el interior de mi boca varias veces. Yo moví los brazos y traté de apartarlo de un empujón. Cuando logré alejarlo, tosí para intentar librar a mi boca de esa asquerosa experiencia.

____: ¿QUÉ COJONES ESTÁS HACIENDO?

Deidara: El boca a boca. Y no me des las gracias por salvarte la vida, hum.

____: Mi vida no corría ningún peligro.

Deidara: Te estabas intentado ahogar con la almohada, que lo he visto.

____: Estaba apoyando la cara, nada más -.-

Deidara: En... ¿En serio?

Deidara miró al almohadón y vio que estaba mojado por mis lágrimas. Seguidamente giró de nuevo el rostro hacia mí y preguntó con tono de preocupación.

Deidara: ¿Has llorado? ¿Te pasa algo?

Respondí a esa pregunta con sarcasmo.

____: Oh, no me pasa nada. Sólo me ha secuestrado un grupo criminal de asesinos despiadados, nada más.

Deidara: Pero no tienes que preocuparte, hum. No te haremos nada. Ya me aseguraré yo de que no te pase nada, ¿vale?

____: ¿Por que eres amable conmigo?

Deidara: Porque eres sólo una cría. Eres muy pequeña, no hay que ser crueles con los niños pequeños.

____: Ey, tampoco soy tan pequeña. Tengo 16 años. Ya soy mayor.

Deidara: Pues eso. Sigues siendo pequeña. Yo tengo ya 19 años, hum. Tú aún necesitas a un adulto que te cuide.

____: Y los adultos que me cuidan son mis padres. Deberías llevarme de vuelta con ellos.

Deidara: No. Ahora quien te cuidará soy yo. Así que no se te ocurra desobedecerme o dar problemas.

Asentí con lentitud y me tumbé de nuevo con lágrimas en los ojos. Deidara se quedó sentado al pie de la cama durante un rato, pensando en sus cosas, hasta que se acercó poco a poco a mí y me rozó con su mano por el brazo para ver mi reacción. Me estremecí un poco pero no me moví del sitio. Me miró con preocupación y apoyó su mano con lentitud y cuidado en mi hombro. Seguidamente recorrió con su mano mi brazo varias veces para tratar de animarme, acercó sus labios a mi oreja y susurró.

Deidara: No llores... Por favor... No soporto verte llorar...

____: No me conoces de nada. De menos de un día. ¿Y ya te da pena verme llorar? Déjame.

Deidara: Sí. Yo tampoco lo entiendo, hum. Pero se me encoge el corazón.

Deidara: ...

Deidara: ¿Puedo... Puedo abrazarte?

No dije nada ni me moví. Él se lo tomó como un sí, y me rodeó poco a poco con los brazos. Yo estaba helada, congelada, y su cuerpo estaba calentito, así que me acerqué un poco más a él. Sentí como Deidara temblaba al notar mi cuerpo tan cerca.

Deidara: Estás helada...

Se pegó a mí aún más y movió sus finos dedos con cuidado por mi piel. Me hacía cosquillas y tenía una buena sensación, me sentía bien. Apoyó suavemente su cabeza en mi hombro y rozó su mejilla con la mía. En ese momento sentí simpatía y algo de pena por él. Aunque lo odiase por secuestrarme, le tuviese rencor... Notaba que ese chico estaba muy solo, que necesitaba cariño y alguien con quien compartir sus días. A lo mejor... ¿A lo mejor ese alguien era yo?

♡El Arte de Amar♡ |Deidara X ____| ~Lemon~ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora