A veces me pregunto si en esta vida estamos destinados a cierta suerte, a que nos valla mal o simplemente la vida sea fácil. Si es así, por desgracia estoy destinada a tener la peor de las suertes.
Desde pequeña mi vida ha sido algo que muchos llamarían dura, pero claro, a pesar de que me doliera, era cosa diaria. Mi madre; una religiosa pero dependiente de mi padre. Y por supuesto mi padre; un abusador alcohólico sin remedio, mujeriego.
Cada noche tenia miedo que se repitiera la escena del día anterior: Mi madre llorando a causa de los abusos de mi padre, tratando de defenderme de lo que el pudiese hacerme y por tal, acabar en el piso, inconsciente cuando mi padre por fin había logrado dormir.
Mi madre había muerto cuando yo acababa de cumplir 9 años. Mi padre logró su objetivo final y la mato. No se como se libró el desgraciado, pero quede a su cargo, y aunque nunca llego al punto que llegaba con mi madre, fue un infierno. Anhelaba estar en el mismo lugar que mi madre, en paz por fin junto a ella. Para cuando tenia 17 años, había logrado con mis ahorros del trabajo terminar la preparatoria e ingresar a la mejor universidad con una beca completa. Ahí mi vida cambio, Conocí a quien se convertiría en mi esposo; David.
Yo estudiaba ciencias de la comunicación Y el administración de empresas. Nos conocimos en tiempos de examen; según el, me veía tan estresada estudiando, que le pareció bien acercarse a ayudar.
La química se noto desde un principio y no tardamos mucho en hacernos amigos cercanos y después novios. El era simplemente el novio perfecto; atento, romántico, y aunque como es común teníamos algunas pláticas que no debíamos compartir, siempre me respetó y esperó. Por todo eso, cuando me pidió casarnos, no dude un solo segundo decirle que si.
Nos casamos un 26 de abril, todo iba perfecto en nuestro matrimonio, y por fin sentía que la vida estaba de mi lado. Hasta que 3 años después, cuando íbamos en camino a una fiesta de mascaras de "alta sociedad" (que si olvide mencionarlo, su familia era una de las mas importantes en el estado). Era una noche fría, llovía sin parar, íbamos tomados de las manos, yo mirando hacia la ventana y el al camino, cuando en una intersección vimos a in auto venir a gran velocidad, nos miramos y el aceleró el auto para esquivarlo. No lo logró. Cuando desperté, estaba llena de sangre al igual que él, sin saber que hacer comencé a agitarlo para despertarlo. Reaccionó y me vio con mirada débil, yo sabia lo que venia y no tuve otra reacción que empezar a llorar, no podía abrazarlo ni hacer mas que apretar su mano que había quedado aún con la mía, rogaba a Dios que esta vez no lo hiciera, que al menos a el lo dejara quedarse conmigo. Escuche un te amo salir de su boca seguido por una disculpa. Enseguida cerró los ojos. Comencé a gritar pidiendo ayuda pero paso media hora para que pudiera oír las ambulancias. Por mi mente solo pasaba el momento en que me dijeran que David estaba vivo.
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The One That Got Away.
Teen FictionAnna Brooks, una niña cuyos padre y madre, son clichés; Sufre en su vida diversas situaciones de mal carácter. Es cuestión de años para que se arregle todo al conocer a una persona; pero... ¿Le dejará el destino seguir siendo feliz por mucho más tie...