-Necesito que me hables sobre vampiros- pronuncié estas palabras mientras masticaba un huevo frito cocinado en la chimenea
-¿Sobre qué?- me respondió Alaric claramente confundido
-Sobre tu especie, sobre vampiros, quiero que me cuentes cosas sobre ellos, simple curiosidad. Es la primera vez que conozco a un vampiro
El se quedó observandome por unos segundos, claramente dudoso, pero al final agarró un taburete cerca de donde yo estaba y se sentó al lado mía.
-Responderé todas tus preguntas, adelante.
Era bastante curioso con temas de conversación nuevos, así que pensé que me iba a llamar pesado, pero me dio igual, quería conversar con el.
-¿Desde cuando existen los vampiros?- fue la primera pregunta que me vino a la mente
-Pues la verdad no sabría decirte con exactitud, pero hasta donde yo sé, existen desde los principios de la antigua Roma, fue ahí cuando hubieron los primeros avistamientos de ellos. Pero no fue hasta 1800 que se empezaron a hablar de ellos gracias a la literatura.
-Ahora que hablamos sobre literatura, ¿el Conde Dracula no existió verdad? Es por el castillo en Rumanía y esas cosas...
-Evidentemente no, solo fue un personaje ficticio de la memoria de Bram Stoker el cual se hizo muy conocido
-¿Y las debilidades de los vampiros en la literatura son iguales a las vuestras?- era una pregunta muy estúpida la verdad
Suspiró ante la estupidez de la pregunta.
-Lo único que es verdad de todo lo que inventaron es que no podemos salir al Sol porque nos quemamos al instante. Ni las cruces cristianas, ni el agua bendita, ni el ajo ni cualquier tonteria de esas. No se de donde se sacaron que nos debilita el ajo, parece que quieren reirse de nosotros
-¿Y hay algo más que os debilite aparte del Sol?
-Va a sonar un poco raro pero... el agua salada
-¿El agua salada?- me quedé un poco atónito
-La sal hace un efecto negativo en los vampiros, si llegan a tomarla les ardería por dentro
-¿Entonces no podrás ir a la playa nunca?
-Mientras no me meta dentro del mar y no toque un rayo de Sol, todo bien
Asentí.
-¿Cómo fue tu vida antes de convertirte en vampiro?
Arqueó una ceja.
-Pensé que hablábamos sobre vampiros, no sobre mi
-Pensé que ibas a contestar todas mis preguntas- le respondí con un toque burlón mientras agarraba mi vaso para beber
Volvió a suspirar.
-Nací en octubre de 1456
El agua dentro de mi boca salió disparada en todas las direcciones y comencé a toser del mismo impacto. ¿Como que 1456? No podía creerlo.
Alaric se asustó porque pensó que me estaba ahogando.-¿¡Como que 1456!? ¿¡Cuántos años se supone que tienes!?- exclamé mientras limpiaba el agua de la mesa
-¿Quinientos...setenta?- se encogió de hombros
Sin comentarios. No existen palabras para describir mi cara en ese momento. Me quedé observando a Alaric fijamente mientras procesaba lo que acababa de escuchar.
-Pensé que no te sorprenderías tanto...
-¿Qué no me sorprendería tanto? Literalmente estas vivo desde la Edad Media
-Si, es verdad, fue una basura de época en Rumanía pero es donde nací así q-
-¿¡Rumanía!? ¿¡Eres rumano!?
-Pues... si, me imaginé que ya lo sabrías por mi acento
-¿Entonces como has llegado a España desde Rumanía?- me senté en la silla un poco más calmado
-Es una historia muy pero que muy larga, no creo que quieras escuchar toda. Pero si lo que te interesa es saber sobre cómo me convertí en vampiro, pues te contaré. Como dije anteriormente, yo nací el treinta de octubre de 1456 en un pequeño pueblo cerca de Bucarest, mis padres eran agricultores, por lo cual éramos muy pobres y vivimos siempre con lo justo para subsistir. A pesar de ello yo era muy feliz, mis padres siempre cuidaron de mí y me enseñaron muchas cosas sobre la agricultura, una vida bastante tranquila a pesar de la situación en Rumanía. Pero...
Hizo una pausa y pude notar como su rostro se tornaba triste.
-Hubo una serie de asesinatos en el pueblo cuando yo recién cumplía diecisiete años, y... mis padres fueron dos de los asesinados. A veces me sigo culpando por no haber podido salvarlos, incluso a día de hoy. Estaba tan destrozado que ni siquiera era consciente de mis actos, por eso... junto a mi mejor amigo Gérard, el cual siempre me apoyó, hicimos unas amistades no muy buenas influencias y me metí en un mundo lleno de delincuencia para poder sobrevivir.
Y es aqui donde empieza la historia.Me sequé la lágrima del ojo y escuché atentamente la historia de Alaric.
- Durante la época medieval en Rumanía existió una leyenda acerca de un ritual peligroso el cual hablaba sobre la inmortalidad. En el ritual tendría que haber mínimo 2 personas, las cuales tienen que dibujar un símbolo en la tierra, cortarse la palma de la mano y juntar heridas. Pues estos amigos una vez nos invitaron a hacer este ritual por el humor, pensando que sólo era una leyenda. Pero no. Yo me encontraba ahí, sentado en un rincón del dibujo, uniendo las manos con los demás, hasta que un dolor insoportable nació en el cuerpo de todos, desde mi experiencia, es como si te estuvieras muriendo por dentro. Yo empecé a convulsionar mientras trataba de llamar a mi mejor amigo, pero antes de ello me desmayé.
-Ostia puta...- mi reacción ante tal anécdota fue aquella
-Me desperté a la noche siguiente, pero algo había cambiado en mi, era muy distinto a como me sentía antes. Mi oído se había agudizado, todo el cuerpo me dolía y parecía que cargaba con todo el peso de mi ser, pero lo más importante... es que sentía unas terribles ganas de beber sangre humana. De hecho asesiné a muchas personas debido a mi sed, pero nunca era suficiente, mi cuerpo pedía más, y más... y más... y más...
Me dio bastante miedo como lo contó, incluso quise huir de esa sala, aún sabiendo que no iría a hacerme nada. Empecé a temblar recordando que le había ofrecido mi sangre. Pero ya no había vuelta atrás.
-Ey Sebas, ya se nos ha pasado la hora, tenemos que empezar con tus entrenamientos- cambió de humor radicalmente
-Emmm si, si...- trague saliva
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New blood...
Vampire-Solo por la noche te haces ver ante mis ojos, tu piel es pálida como la nieve, vives en mitad del bosque, tu aura es tan fría como el hielo, tus ojos son de tono carmesí, y cada vez que me distraigo miras mi cuello fijamente. Tu... -Dilo Sebastián...