Un matrimonio por conveniencia, un secreto que podría destruirlo todo, y un amor que nunca debió ser. ¿Puede la suerte convertir lo imposible en realidad?
Durante semanas todo siguió igual. Las citas entre Hyunjin y Felix continuaban, y Dispatch no tardaba en grabar y publicar cada uno de sus movimientos, generando más rumores y especulaciones. Sin embargo, llegó el día del vuelo a Roma, un lugar especial para Hyunjin. Al principio pensó que era demasiado exagerado, pero la idea lo emocionaba... y lo ponía muy nervioso.
-No te pongas tan nervioso, todo va a salir bien -dijo Felix con una calidez que logró calmarlo un poco.
-Si tú lo dices... Pero, ¿y si no? -respondió Hyunjin con dificultad-. Hace años que no veo tantas cámaras juntas, y eso me pone ansioso.
Felix notó cómo Hyunjin comenzaba a respirar más rápido y su rostro se tensaba, señales de que un posible ataque de pánico o ansiedad estaba por venir. Su postura se volvió más protectora al instante.
-Tranquilo, no estás solo -dijo Felix, mirándolo directamente a los ojos-. Todo va a estar bien. Estoy contigo, y Seungmin también está aquí. No voy a permitir que te hagan daño.
Hyunjin asintió lentamente, respirando hondo para armarse de valor antes de entrar al aeropuerto. Pero apenas cruzó las puertas, los flashes de las cámaras lo deslumbraron. Había una multitud de reporteros y fans esperando para tomar fotos, gritar su nombre y capturar cada segundo. Aunque era algo a lo que estaba acostumbrado en el pasado, llevaba mucho tiempo sin enfrentarse a una situación como esa. La ansiedad lo golpeó de lleno, y sus manos comenzaron a temblar.
Los ruidos y las luces se volvieron un eco lejano, sus sentidos empezaron a nublarse, y sintió que todo se apagaba poco a poco. Antes de perder el equilibrio, escuchó la voz de Felix, fuerte y firme, tratando de calmar la situación.
-Sé que no me conocen, pero a este chico sí -dijo Felix mientras lo abrazaba con fuerza, protegiéndolo del caos-. Está mal, no se siente bien. Les pido, por favor, que paren con los flashes y este espectáculo. Él subirá cosas en sus redes cuando se sienta mejor, pero ahora necesita espacio. Por favor, denle un respiro.
El tono de Felix, cargado de sinceridad y preocupación, pareció surtir efecto. Algunos flashes cesaron, y la multitud comenzó a dispersarse lentamente, dejando que Hyunjin se recuperara en los brazos de Felix.
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